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José Miguel Rodríguez*
En medio de una emergencia humanitaria compleja, un grupo de jóvenes se reúnen para idear una nueva forma de atender lo importante en medio de las urgencias que deprimen a la sociedad venezolana. Formar personas capaces de reconocerse poseedores de derechos y comprometidos con el deber es la premisa que dio origen a Más Ciudadanos, organización no gubernamental que promueve valores ciudadanos y apuesta por la recuperación de la cultura democrática en Venezuela
A finales del año 2017, cuando Venezuela se encontraba en el apogeo de la emergencia humanitaria compleja, un grupo de jóvenes confluimos en una preocupación: una sociedad en crisis volcada únicamente a hablar de lo urgente. No es para menos hacer esta consideración, pues eran momentos que resumían nuestra vivencia cotidiana en constantes apagones de electricidad, escasez de comida, deterioro sostenido de los servicios públicos y colapso del transporte, aumento de los niveles de delincuencia y el éxodo masivo de familiares y amigos. En definitiva, una crisis multiforme y estructural que configuró a la sociedad en una dinámica de supervivencia donde los temas trascendentales no eran cosa del momento, se dejaba de atender así lo importante.
Antes de continuar, me parece necesario aclarar que con esto no quiero decir que aquellos problemas urgentes no resulten importantes. Durante años hemos sufrido en carne propia las consecuencias dramáticas de aquella crisis, la cual ha propiciado la negación de los derechos humanos y de la dignidad que cada uno tiene como persona. No obstante, entendemos que producto de nuestra condición humana, y que justamente por la dignidad que de ella deriva, debemos aspirar a una vida que vaya más allá de la supervivencia del satisfacer nuestras necesidades básicas; una vida con sentido de trascendencia donde seamos capaces de dejar nuestra impronta en el mundo.
En este contexto nace Más Ciudadanos, como una iniciativa de jóvenes que teníamos en común haber invertido buena parte de nuestra vida universitaria en la lucha social de calle, orientada a procurar un cambio político en pro de la redemocratización del país. No obstante, y luego de mucho trabajo personal, fuimos madurando y reorientando nuestro ímpetu para entender, poco a poco y de distintas maneras, que ese país que soñamos no se construirá únicamente con un cambio político, el cual si bien resulta necesario no será suficiente si no viene acompañado de una profunda transformación moral y social.
Concebimos Más Ciudadanos como una organización no gubernamental de jóvenes para los jóvenes, la cual promueve a través de programas culturales, de formación y acción comunitaria, los valores fundamentales de la cultura ciudadana con el fin de poder generar incidencia social con acciones diarias que impacten positivamente en nuestras comunidades y nos permitan construir un país más humano, más consciente y de consensos.
El perfil ciudadano
Aquel perfil ciudadano goza de unos valores constitutivos fundamentales: ciudadanía, formación, solidaridad y liderazgo. Por formación entendemos la importancia de una educación integral como instrumento de superación y crecimiento personal.
La solidaridad que representamos se relaciona con el servicio al otro desde el encuentro y la cooperación común, generando un proceso compartido para la construcción de conocimientos.
Con el liderazgo queremos fomentar y apoyar la participación e inserción de líderes integrales que puedan incidir de manera positiva en los distintos dinamismos de su entorno, generando así capacidades para la resolución de conflictos y la representación y defensa de causas justas.
De cara a la ciudadanía, creemos fielmente en la necesidad de formar sujetos conscientes del ejercicio público de la razón en defensa de sus derechos y comprometidos con el cumplimiento de sus deberes. Asimismo, creemos vital la comprensión del entorno sociopolítico, el interés por asumir compromisos al servicio público de la sociedad y ser garantía para los pactos sociales en pro del bien común.
Con este modo de proceder, entendimos que el cambio político es solo el primer paso de un camino largo y cargado de sacrificios, y que ese paso representa apenas la punta del iceberg. La formación y el generar conciencia ciudadana serán elementos decisivos si de verdad queremos lograr una transformación genuina y sostenible en Venezuela.
Formar para reconstruir
Producto de la crisis, decididos a ser útiles antes que importantes en la reconstrucción del sistema democrático venezolano, Más Ciudadanos aspira convertirse en un espacio seguro y de confianza de jóvenes para jóvenes, donde queremos formar y fortalecer los liderazgos juveniles políticos, sociales, comunitarios, de negocios o religiosos, emergentes en nuestra sociedad. Determinados a apropiarnos de un espacio que asumimos para generar ventanas de encuentro y discusión, donde como jóvenes podamos enfrentar uno de los grandes retos y tareas pendientes que tenemos: convertirnos en una generación que transforme e incida humanizadoramente en la reconstrucción moral y cívica de Venezuela, para lo cual será necesario, dentro del marco del respeto y la tolerancia, construir un proyecto de país y generar acuerdos sociales mínimos frente al gran reto que tenemos por delante: la reconstrucción del Estado de derecho y el sistema democrático venezolano.
Durante los últimos cinco años de trabajo, a través de distintas iniciativas y programas realizados nos hemos dedicado a formar a casi 10 mil jóvenes venezolanos de las distintas regiones del país, principalmente en la región capital, entendiendo que solo a través de la formación y la construcción de comunidades de interpretación podremos tener ciudadanos capaces de hacer uso público de la razón, comprometidos desde el conocimiento de sus deberes y vigilantes en la defensa de los derechos fundamentales.
A finales del presente año 2022 celebraremos nuestro 5° aniversario de fundación, lo cual nos va conduciendo a hacer una reflexión profunda y un balance del camino transitado. Los retos a los que nos enfrentamos no son precisamente los mismos en un mundo caracterizado por un constante, agitado y volátil dinamismo. Todo esto, nos obliga –si queremos seguir construyendo ese país de más y mejores ciudadanos– a hacer un trabajo de discernimiento que nos permita seguir cumpliendo nuestra misión, entendiendo cuál es nuestro rol y cuáles son esos espacios donde nos toca ser útiles al país.
Hoy más que nunca nuestra misión es necesaria y estudios como la Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve) o la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), nos demuestran que los jóvenes forman parte de los grupos más vulnerables y se han visto afectados en medio de la crisis; jóvenes que se debaten entre irse del país o quedarse, y han visto el deterioro del sistema educativo en medio de una realidad que les roba sus oportunidades y sueños.
Nuestro rol no será el de generar más estructuras que, lejos de fortalecer el tejido social, generan más desconfianza y barreras entre los actores que siguen resistiendo a pesar de las circunstancias; nuestro rol es formar y dotar de capacidades a los jóvenes para que comiencen a generar incidencia y se conviertan en agentes de cambio, o para que quienes ya están generando incidencia puedan mejorar su impacto, convertirse en auténticos y genuinos líderes positivos y con lo aprendido vivencialmente puedan fortalecer sus organizaciones, partidos e inclusive sus emprendimientos, colocándolos al servicio del prójimo.
No bastan solo las buenas intenciones, recordando aquella frase de Rómulo Gallegos que reza: “Algún día será verdad. El progreso penetrará la llanura y la barbarie retrocederá vencida”. Debemos seguir trabajando por construir una Venezuela de más y mejores ciudadanos.
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