Carlos Molina Camacho
A veces nos llegan vía WhatsApp, comentarios dignos de ser ampliamente conocidos. Recientemente me llegó uno que llamó mi atención, sin que hubiese al pie de los mismos el nombre del autor.
¿Qué es lo que hace a una sociedad rica y a otra pobre? ¿Es acaso la antigüedad de ella? No lo parece. Países como India -no obstante su desarrollo en recientes años- Egipto, entre otros, son viejas naciones que todavía no han alcanzado la deseada riqueza material de otras.
En cambio, Australia y Nueva Zelandia, jóvenes naciones, se hallan en la categoría de países desarrollados.
¿Son por azar los recursos naturales que se poseen? Tampoco. Japón tiene un territorio no muy grande del cual 80 % es montañoso y no apto para la agricultura y la ganadería. No obstante, es una potencia económica mundial. Recibe del extranjero materias primas y las transforma en productos industrializados que llegan a todo el mundo y son de alta calidad.
Otro país que hay que mencionar es Suiza. No tiene costas pero posee una de las flotas navieras más grande del planeta. No tiene cacao pero produce el mejor chocolate del mundo. Por cierto parte del mismo le llega de Venezuela. Tiene excelentes productos lácteos, entre los mejores del mundo. El invierno es muy largo, sin embargo, pastorea y cultiva durante cuatro meses del año y es suficiente para tener rotundo éxito con su industria láctea.
¿Será la inteligencia de las personas? No lo creemos. Muchos estudiantes de los países menos desarrollados van a estudiar en los más ricos y alcanzan significativos logros en su formación.
Los ejecutivos de los países con alto desarrollo cuando visitan los más retardados no dejan ver que tienen inteligencias por encima de la de aquellos ejecutivos del país visitado. Tampoco es, pues, el cociente intelectual que hace la diferencia.
Entonces ¿qué es lo que hace que unos países sean más desarrollados que otros? No tenemos duda que son los valores que se poseen, en última instancia es la educación en los valores positivos de la vida.
¿Cuáles son esos valores? 1.-Amor al trabajo que se realiza (el populismo es altamente perjudicial); 2.- Orgullo de pertenecer al país donde se vive: 3.- Sentido de responsabilidad; 4.- Espíritu de trabajo en equipo; 5.- Honestidad; 6.-Puntualidad; 7.- preocupación por tener buena salud física y mental; 8.- Anhelo de éxito tanto en lo personal como en lo colectivo; 9.- El orden y la limpieza; 10.- Respeto a las leyes y al derecho de los demás; 11.- Afán por el ahorro y la inversión.
Estos son los valores que los cooperativistas de todo el mundo tratamos de sembrar en nuestras empresas cooperativas, además de que en ellas no hay explotación de unos hombres por otros o por el Estado.
“Los códigos, los sistemas, los estatutos, por sabios que sean son obra muerta que poco influyen sobre las sociedades. Hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las repúblicas” (Simón Bolívar)
Ex Superintendente Nacional de Cooperativas