Oscar Bastidas Delgado
Me contaba una especialista en Responsabilidad Social Empresarial que un representante de Pdvsa en una reunión sobre ese tema afirmó que a los directivos de ésta empresa le interesaba solo la pobretología, entendida como opción de trabajo con los pobres. El oír por primera vez este término, obviamente peyorativo y carente de toda condición técnica y científica, hizo recordar a quien esto escribe aquella conversación entre Guaicaipuro Lameda y Giordani, descrita por el primero a Carla Angola. Según Lameda, Giordani dijo que “Los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así”, que era necesario mantenerlos en ese estado por lo menos durante 30 años para el éxito del “proceso”; esa misma entrevista señala las similitudes con el régimen cubano, ver http://saladeinfo.wordpress.com/2013/02/13/los-pobres-tendran-que-seguir-siendo-pobres-los-necesitamos-asi
Ese término también evocó las palabras de un entonces joven ministro y hoy gobernador de un estado central que en una alocución y con reloj de lujo, se dio el tupé de enseñar a los venezolanos cómo criar hijos, ese ministro, colocó límite a la falsa campaña del desgobierno para erradicar la pobreza: “No es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos”, ver https://www.youtube.com/watch?v=dWsNEFMFapg
Se pregunta quien esto escribe: Si por pobretología puede entenderse el conjunto de estrategias, pautas de conducta, artimañas y cualquier acción del desgobierno para mantener a los pobres en ese estado y garantizar el éxito de su supuesta revolución, sin dudas que los planes sociales del desgobierno son macabros y ponzoñosos pues llevan la dosis necesaria de veneno para mantener en estado social de coma a los actuales pobres y a sus descendientes, mientras sus dirigentes aprovechan las dadivas gubernamentales.
En su alocución, el ministro del reloj de lujo agregó que el Instituto Nacional de Estadística (INE) mediría el “nivel de pobreza de las familias, no por ingresos sino por necesidades básicas insatisfechas. Habiendo recibido este desgobierno en sus primeros 5 años más ingresos que todo el recibido por Venezuela desde que Colón hasta 1999, pregúntole a Maduro y a sus camaradas: ¿por qué no comparan los impactos de ese dineral con las necesidades básicas insatisfechas del pueblo venezolano? Les recuerdo que los gobiernos no se miden por lo que hacen, ¡que algo deben hacer con tanto dinero!, los gobiernos se miden por lo que dejan de hacer, se miden por la diferencia entre las ofertas y los hechos. Si algo diferencia este desgobierno de los anteriores es la gran brecha oferta – hechos pues ha jugado 20 años con la ilusión de numerosos venezolanos hasta ahora que la olla quedó vacía por su harakiri económico.
Claro está, si la definición de pobretología ut supra es adecuada, este desgobierno es superéxitoso: que se queden en Venezuela los pobres que comen alpiste en la mano del desgobierno y que emigren los pobres que no apoyan el proceso y la clase media. No todos los pobres son iguales, hasta con ellos existe discriminación política. La única igualdad que se observa en este país es la existente entre esa franquicia cubana denominada “socialismo del siglo xxi”, en minúsculas, y la Cuba de los Castro. Igualdad reforzada por un achatamiento de los salarios y una moneda que ni en papel tiene respaldo.