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Pedro Trigo, SJ: “Como cristianos comprometidos, no podemos desleír nuestra misión”.

Sábado02

Como parte de esta nueva etapa para nuestra Revista SIC, los miembros del Consejo Editorial, Consejo Redacción y demás colaboradores se animaron a compartir sus impresiones sobre la importancia de SIC hoy y sus aportes concretos desde las distintas áreas del saber que representan. En esta oportunidad, te presentamos al P. Pedro Trigo SJ, Sacerdote Jesuita, filósofo y Doctor en Teología. Investigador y miembro de la Junta Directiva del Centro Gumilla, Centro de Investigación y Acción Social de la Compañía de Jesús en Venezuela. El P. Trigo es, además, miembro de nuestros Consejo Editorial y Consejo de Redacción.

¿Por qué es importante la presencia de una revista como SIC en la actualidad?

– Porque nuestra perspectiva está bastante ausente en el horizonte público y para nosotros es vital que se la tenga en cuenta, porque si no, no se hace justicia a la realidad. Nuestra perspectiva no es sólo genéricamente humanista, sino que la entendemos concretamente como ser hermanas y hermanos de todos, por ser todos hijas e hijos de Dios. Desde esta perspectiva rechazamos la dirección dominante de la globalización y trabajamos por una mundialización alternativa que, manteniendo el papel de la ciencia y la técnica, la emplee para que haya trabajo digno para todos, para que se constituyan comunidades y cuerpos sociales con relaciones horizontales y abiertas, y democracias verdaderamente deliberativas; y todo esto desde la perspectiva de los pobres y desde su cercanía en relaciones horizontales y de mutuo enriquecimiento. Como cristianos comprometidos, no podemos desleír nuestra misión.

–¿Cuál es tu valor agregado en el equipo SIC?

– Llevo en la revista y en el centro Gumilla desde el año 1973 (cinco años después de fundado el Centro). Mi perspectiva es la de un teólogo interdisciplinar. Y soy de los iniciadores de la teología de la liberación. Mi generación o más ampliamente los que vinimos después de la generación de los fundadores del Gumilla, dinos el paso, aceptado por ellos, de la identidad de analista social a la de implicados con el cambio social desde la perspectiva cristiana del Concilio Vaticano II, y su recepción latinoamericana de Medellín y Puebla. Pero sin militancia política, aunque sí con relación muy estrecha con los que estaban empeñados en ese mismo cambio. Después que se hizo evidente nuestro distanciamiento de COPEI, nos vinieron a decir los del MAS que tuviéramos con ellos la misma relación. Nosotros les dijimos que habíamos aprendido que era más fecundo, desde la mutua libertad, apoyar lo que nos pareciera positivo y llamar la atención de lo negativo. Así lo hicimos. Ésa sigue siendo nuestra perspectiva.

–¿Qué significa para ti formar parte de la revista SIC?

– No es un trabajo, digamos profesional; es parte de mi vida, del desempeño de la misión, que está entrañada en mi condición de compañero de Jesús, de seguidor suyo. Por eso, me parece fundamental que todos los cambios en la revista que pidan los tiempos sean en fidelidad a esta misión dentro de la sociedad venezolana que tenemos los jesuitas, y que están expresadas tanto en las preferencias apostólicas universales como en las opciones de la provincia venezolana. Por eso me parece fundamental que todos participemos personalizádamente, aportando cada quien su riqueza, desde este horizonte trascendente compartido.

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