Por Norma Rivas
Según las estimaciones de Cecodap, 800.000 niños, niñas y adolescentes que han sido dejados atrás por sus parientes para buscar mejores condiciones de vida para ellos y familiares, no han recibido el acompañamiento ni información para superar el duelo migratorio. Esta ONG afirma que los padres que emigran no pueden asignar legalmente sus obligaciones a terceros.
Caracas. Abel Saraiba, psicólogo, y Carlos Trapani, abogado, de la asociación civil Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) afirman que los padres que deciden abandonar el país en búsqueda de mejores oportunidades laborales no pueden transferir jurídicamente a terceros sus obligaciones porque estarían dándoles responsabilidades que no les competen.
Estas afirmaciones fueron dadas por los representantes de Cecodap en el Encuentro Gente Buena La Vega durante el taller “¿Cómo hacer frente a la migración en las escuelas?”, dictado en el auditorio 1 del Centro Cultural Carlos Guillermo Plaza de la Universidad Católica André Bello. Actividad donde participaron 56 personas, entre docentes, personal obrero y directivo de escuelas de la parte alta de la referida parroquia capitalina.
Este taller fue solicitado por los docentes al comité organizador del Encuentro Gente Buena. Los facilitadores preguntaron a los presentes si tenían un familiar que se había ido del país y todos levantaron la mano. Por ello, el interés de los participantes en recibir herramientas para entender el impacto migratorio en los niños y como abordar los casos.
Abel Saraiba, responsable del taller, dijo que según las estimaciones más conservadoras en Venezuela se habla de 3000100 de personas que han migrado, de ese total, Cecodap afirma que el 28 % que se ha ido del país deja al menos un niño atrás. Los datos recabados arrojan que se han encontrado en niños que sus padres se han ido del país situaciones como deserción escolar, bajo rendimiento, aumento de delincuencia, violencia, agresividad. “Estimamos que al cierre del año podremos doblar esas cifras”.
Dijo que en las fronteras de nuestro país se han conseguido casos de niños migrantes que han cruzado a Brasil en búsqueda de sus padres. Son los más vulnerables porque sufren el peligro de ser víctima de prostitución, drogas, violación, asesinatos, desnutrición, asesinatos, diversas formas de explotación, ser asimilados por grupos irregulares.
Los chamos quedan en sus hogares al cuidado de abuelos, tíos, vecinos, adolescentes o solos. Ellos van a la escuela con el dolor de la separación de su madre, padre o ambos. Saraiba recomienda al personal de los planteles buscar estrategias individuales para el abordaje de esos casos.
Saraiba dio a los docentes y demás personal de los planteles las siguientes recomendaciones:
Hacer un diagnóstico de la situación. Indagar quienes son los niños que sus parientes han migrado del país.
Determinar en qué condiciones quedaron, el estatus legal.
Tender puente con la familia que se queda a cargo del niño. Ser un punto de articulación, “abrir espacios de escucha, espacios para hablar para que los niños, niñas y adolescentes procesen el duelo, para que expresen sus emociones, escribir una carta, pero no meter el dedo en la llaga”.
Los representantes de Cecodap dijeron que las formas válidas que garantizan los derechos de los niños, niñas y adolescentes son la colocación familiar a cargo de los tribunales de protección y el ejercicio unilateral de la parentalidad que se establece cuando el padre otorga los derechos al que está al cuido del niño.
Excelentes herramientas
A María Zenaida Rosario, directora de la escuela Canaima, le gustó el taller porque los docentes recibieron herramientas que les ayudará a trabajar ante la emergencia generada con la niñez dejada atrás. Considera importante saber quiénes son los niños que se encuentran en esa situación, las condiciones en que han quedado.
“Somos el principal puente articulador del proceso de duelo que puedan estar viviendo los alumnos, nos dieron propuestas como escucharlos, generar espacios de conversación sobre la migración, ser fuente de acompañamiento espiritual, emocional y moral”.
Su colega, Zurely Núñez,directora de la escuela de Fe y Alegría Andy Aparicio, agradeció a Cecodap la labor educativa y social que realiza desde hace más de 30 años a favor de los niños, niñas y adolescentes.
“Valorar todo lo socializado en el taller de migración y escuela, ya que me aclaró algunas dudas en lo relativo a la documentación que debemos solicitar desde las escuelas a las personas o familiares que quedan encargados de menores de edad cuando sus padres se han ido del país”.
Añadió que el taller “me corroboró el proceso a seguir para llevar el acompañamiento a los niños dejados atrás, ya que desde Fe y Alegría nos han orientado en esta situación que desde un tiempo para acá va en aumento. Desde el centro hemos llevado el procedimiento de indagar, para hacer diagnóstico de nuestros estudiantes, para saber cuántos tenemos”.
Fuente: Crónica Uno