La noche del domingo 30 de diciembre falleció el padre Armando Janssens, fundador del Grupo Social Cesap. Durante su vida en el país, formó a centenares de líderes sociales y fundó instituciones con gran impacto en las comunidades. Además, fue clave en la fundación de instituciones como Bangente, Sinergia y Proadopción. También fue motor de iniciativas solidarias como el programa Acompañando en Esperanza, que adelanta Cesap en alianza con Arquidiócesis de Caracas para ofrecer apoyo y recuperación nutricional a más de 3 mil niños en 60 comedores de la Zona Metropolitana.
A propósito de su reciente desaparición física, reponemos parte de la entrevista realizada por la periodista Milagros Socorro al padre Janssens hace 10 años, en su cumpleaños número 75, la cual fue publicada por El Nacional en noviembre de 2008.
Por Milagros Socorro
De origen belga, el padre Janssens tiene más de 40 años en Venezuela, donde ha formado varios centenares de líderes sociales y fundado instituciones que destacan por su eficiencia e impacto en las comunidades. Es un hombre inteligente, franco, hábil para el diseño de organizaciones, pragmático, persistente, imaginativo. Un cura comprometido y muy avispado.
– Doctor en Sociología de la Universidad de París IV
– Doctor Honoris Causa de la Universidad Simón Rodríguez.
– Co-fundador de CESAP, Sinergia, Bangente, Proadopción y Conciencia Activa.
El padre Armando Janssens nació en Amberes, un puerto de Bélgica, el 6 de noviembre de 1933. Tiene 43 años en Venezuela, donde ha fundado instituciones que hoy gozan de envidiable solidez, como Bangente “un banquito pequeño pero muy sólido”, Sinergia y el CESAP (Centro al Servicio de la Acción Popular), “una organización privada de interés público con trabajo socio-comunitario en todo el país. Desde 1974, ha promovido la participación de los sectores populares en la gestión de su propio desarrollo”. CESAP está integrado en la actualidad por 23 grupos asociados en una estructura que constituye ejemplo de agilidad, eficiencia y aprovechamiento de los recursos.
Janssens es gran lector, tanto de prensa como de literatura latinoamericana (su autor favorito es Mario Vargas Llosa). Por decisión propia dejó la dirección de las instituciones que creó en manos de otras personas. Sin embargo, trabaja todo el tiempo y mantiene su trabajo pastoral. Todos los domingos oficia la misa en el 23 de enero. “Me siento bien en el barrio”, dice. “Ellos son mi gente. Conozco sus historias, sus rollos, sus valores, sus debilidades”.
– ¿Cómo es la familia de la que proviene?
– Soy el menor de siete hermanos, de una familia muy católica pero no curera. Mi padre, que tenía ideas liberales, era propietario de una fábrica de muebles; y mi madre tenía una tienda de telas, que había heredado de su familia, en los bajos de la casa donde vivíamos. Ambos negocios fueron cerrados después de la guerra.
– ¿Cuál fue su experiencia de la guerra?
– La viví muy intensamente. No pasamos hambre en ningún momento, pero sí que debimos permanecer un año y medio en el sótano de la casa porque, a pesar de estar a punto de perder la guerra (a finales de 1944), los alemanes se dedicaron a lanzar sobre Amberes los cohetes V2 construidos por Von Braun. Cada 7 minutos caía uno de esos cohetes cargados de explosivos a velocidad supersónica. Causaban terror. Cayeron por millares y provocaron una gran destrucción en Amberes. En esa época yo era monaguillo y perdí la cuenta de la cantidad de funerales a los que asistí.
– ¿Qué hizo al terminar el bachillerato?
– Seguí estudios universitarios y me gradué de técnico superior en Química Industrial. Después fui al Ejército e hice cinco años de carrera con el grado de teniente.
– ¿Por qué se hizo cura?
– Sentí el llamado. Mi vocación era servir a la gente. Siempre participé en actividades sociales. Era dirigente del movimiento scout. En aquel momento, la Iglesia era el instrumento por excelencia para cumplir con este anhelo. Por otra parte, la idea religiosa de darme a lo más absoluto de la vida también me atrajo. Me fui al seminario con el profundo deseo de ayudar.
– ¿Cómo llegó a Venezuela?
– Estando en el seminario llegó de Roma una petición a los obispos para que prestaran sacerdotes para trabajar en América Latina. Pedí permiso para irme a Lovaina, donde pasé dos años estudiando Teología, así como Cultura e Historia latinoamericana. Me ordené y vine a Venezuela, donde solicitaban un sacerdote para trabajar con jóvenes de los liceos públicos. Llegué a la parroquia caraqueña de Lídice, en marzo de 1965. Era una época en que la guerrilla estaba regresando a la ciudad.
– ¿Y por qué se quedó?
– Yo me enamoré de Venezuela. Pero, además, yo vengo de una familia que tiene en la constancia un valor fundamental. Tenía mucho trabajo que hacer. Cuando llegué a Venezuela, la democracia estaba en su mejor momento. Vi crecer el país. Vi al sector popular crecer con escuelas, hospitales, universidades, carreteras. Vi construir el hospital de Magallanes, ¡Un tronco de hospital! Llegué a pueblos donde el día antes habían instalado la electricidad. Sentí que estaba participando en una historia de progreso, especialmente para los sectores populares, donde vi cambiar ranchos de cartón por casas. Vi el mejoramiento y el progreso. Durante 20 años (del 65 al 85) un país en pleno crecimiento.
– Un retrato muy favorecedor de la denigrada democracia venezolana.
– Evidentemente. Siempre lo digo. Como también digo que aquel proceso extraordinario se estancó.
He visto mucho. Así como viví las dos décadas estelares de la democracia, -dice el padre Armando Janssens-, viví la llegada de Chávez al poder, con la cantidad de promesas que emocionaron muchísimo a la gente, y todavía la siguen emocionando. Las misiones tocaron a la gente. Y también he visto la degeneración de la sociedad. Me preocupa la concentración de poder en el Ejecutivo; y sé que este proyecto a la larga no tiene salida.
Fuente: http://milagrossocorro.com/2013/07/armando-janssens-cumplio-75-anos/
El Padre Janssens también escribió en diversas oportunidades para la Revista SIC. Uno de sus artículos más recientes fue “La sociedad civil en urgencia”, el cual se puede consultar a través del siguiente link https://revistasic.gumilla.org/2017/la-sociedad-civil-en-urgencia/