Por La opinión
Hace unos días se realizó en la Universidad Simón Bolívar el foro “La salud y las fronteras: un vínculo entre la salud pública, la ciencia, la tecnología y la innovación”, en el cual científicos, intelectuales, representantes de las instituciones de salud en Norte de Santander, profesores, miembros de la Misión de Sabios y de la Vicepresidencia de la República, plantearon los retos coyunturales para mejorar los indicadores de la salud de los habitantes de la frontera.
Jorge Reynolds, uno de los 47 sabios elegidos por el presidente Iván Duque, reconocido por su contribución al desarrollo del marcapasos, coincide con que la diáspora venezolana es el problema más grave que afronta la frontera.
“Lo que vi en Cúcuta es un problema mucho más que un problema local, es una situación internacional que no sabemos cómo se va a poder resolver”.
Durante el encuentro investigadores y funcionarios públicos presentaron las diferentes visiones acerca de salud en condiciones de frontera a la Misión de Sabios con el ánimo de enriquecer, desde lo regional, la formulación e implementación de una Política Pública de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Los siguientes son los retos, que según los conferencistas invitados por la Universidad Simón Bolívar a liderar el foro, debemos entender para enfrentar la crisis:
Jorge Reynolds y el uso de la tecnología en la innovación
Este científico colombiano dijo que el Gobierno debe considerar la importancia de la tecnología en toda la actividad humana.
“Tenemos que estar preparados para unos cambios radicales en todas las profesiones. Es casi imposible saber qué va a ser de las profesiones en 25 años.
Serán totalmente diferentes. Lo cierto, es que es probable que enfermedades como el parkinson, el alzhéimer u otras que hoy día nos preocupan, en 100 años quizá no van a existir por el desarrollo de la nanotecnología para crear nano-robots que podrían entrar a acabar con las enfermedades en nuestro cuerpo”.
Coincidencia o no, el discurso de Reynolds encuentra un respaldo en la firma multinacional Dell Technologies, la cual reveló en su más reciente encuesta, practicada a más de 12 mil jóvenes de 17 países del mundo, que la generación Z está llegando a la fuerza de trabajo y trae con ella una mentalidad que da prioridad a la tecnología.
Según una investigación global dirigida por Dell Technologies, los miembros de la generación posmilenio, nacidos después de 1996 y conocidos como la generación Z, tienen una comprensión profunda y universal de la tecnología y su potencial para transformar la forma en la que trabajamos y vivimos.
Monitoreo a la salud de los migrantes
La salud humana siempre ha estado en riesgo. Sin embargo, en las fronteras ese riesgo puede variar con mayor facilidad. Entre Colombia y Venezuela hay 2.219 kilómetros y a lo largo del tiempo los flujos poblacionales han variado.
Hace 30 años los flujos eran pendulares y aunque siempre hubo enfermedades, algunas inmunodepresoras, como el VIH/Sida y otras virales y bacterianas contagiosas, las condiciones del cierre de la frontera y la fragilidad en las instituciones de salud vecinas no han permitido hacer un monitoreo adecuado de migrantes potencialmente infectantes.
En la medida en que los países no fortalezcan el control de las migraciones y no adopten las políticas en salud respectivas se seguirá manteniendo latente esa fragilidad.
Hoy día no se conocen estadísticas confiables de las enfermedades en Venezuela.
Hay quienes vaticinan que para finales de 2019 habrá alrededor de 6 millones de migrantes en Colombia ¿Qué va a pasar el día después en que salga el actual Gobierno? ¿Todos los venezolanos van a volver? ¡Difícilmente!, Valmore José Bermúdez Pirela, director de Investigación e Innovación de la Universidad Simón Bolívar en Cúcuta afirmó que debe verse el fenómeno migratorio no como un tema coyuntural sino un tema a largo plazo.
La salud desde otra perspectiva
Las ciencias sociales consideran que hemos construido nuestras ciudades según sus imaginarios sociales.
En el marco de la salud pública ¿qué tipo de ciudad queremos? Ese es el interrogante que dejó Giovanny Gómez Vahos, investigador de la Universidad Simón Bolívar, quien dijo que poder mirar a la ciudad y a su historia a través de las prácticas sociales es positivo.
“¿Qué imaginario tiene el ciudadano sobre la salud pública? ¿Sólo ve la salud pública como un método para eliminar el malestar, o como un una instancia en donde consigue el bienestar social? ¿Hasta dónde se concibe a Cúcuta como una ciudad saludable?”, preguntó Gómez Vahos, quien ratificó que la clave está en la educación, pues se necesita que los ciudadanos piensen una salud desde otra perspectiva.
Promoción y atención en salud con enfoque migratorio
Con la promoción y atención en salud con enfoque migratorio podrían resolverse muchos de los problemas que hoy tiene la salud en cuanto a su modelo de atención y a su financiación.
El director del IDS, Juan Alberto Bitar Mejía, dijo que hay necesidad de saber a ciencia cierta cuántas personas deberían estar recibiendo atención en salud por parte de la administración departamental.
Desde la georreferenciación de los pasos fronterizos, el Gobierno departamental en alianza con entidades cooperantes, públicas, privadas y las ONG, han tratado de evitar disparidades en las cifras que se conocen de la población migrante.
La escasez de hospitales de alto nivel
Si bien Norte de Santander es el departamento que más población migrante venezolana recibe, no se compagina esta situación con el número de hospitales.
Según el gerente del Hospital Universitario Erasmo Meoz, Juan Agustín Ramírez, este centro asistencial ha recibido el 25% del total de la población migrante venezolana en el país.
El problema se agrava, según dijo el gerente, por la deuda que tienen las EPS con este hospital, aunque el Gobierno ha destinado $34 mil millones de presupuesto para la salud en Norte de Santander este año.
Planificar la salud
Ramiro Calderón Tarazona, presidente del Capítulo de Norte de Santander de la Academia Nacional de Medicina, considera que en la planificación está la salida a la crisis en la salud por el éxodo de venezolanos.
El médico señala que la migración hacia Cúcuta siempre ha sido constante, aunque no en las dimensiones que hoy se ven.
“Ya no se trata de árabes ni italianos, que venían a invertir o a vender sus cosas a Colombia. Ahora son niños, hombres y mujeres de Venezuela que entran a engrosar los índices de enfermedades causadas por las precarias condiciones en las que se dio la situación política, social y económica de su país”.
Las víctimas y la salud migratoria
Muchas de las personas que salieron de Venezuela lo hicieron buscando un mejor futuro y otras lo hicieron huyendo. La realidad venezolana en cuanto al factor seguridad también incide en las cifras de la salud de la frontera. No solo existen víctimas de la violencia, también puede declararse así a quienes no reciben atención médica en los hospitales venezolanos.
“Trataré de ser lo más positivo, pero en la salud y el conflicto armado, la peor parte recae en las víctimas”, dijo el exsecretario de Víctimas del departamento y profesor Unisimón, Luis Fernando Niño.
Una cartografía social
Una cartografía social sólo para la población migrante permitiría conocer valiosa información para generar acciones en cuanto a la salud pública en la frontera. Para Magali Alba Niño, investigadora Unisimón, uno de los principales retos consiste en lograr la incorporación de la tecnología en la cartografía social, porque dará un impulso positivo en las investigaciones y un mapeo real de toda la situación migratoria.
“Celebro que las personas que conforman el núcleo del Gobierno piensen en nosotros, porque es desde los territorios y mediante el diálogo que se debe trabajar nuestra Nación”, expresó la investigadora.
Inversión en investigación
Carlos Corredor Pereira, vicerrector de la Unisimón Sede Cúcuta y miembro de la Academia Nacional de Medicina, dijo que a nivel departamental la investigación en salud más importante en los últimos años ha sido aquella de tipo epidemiológico, la cual hace un seguimiento de la incidencia y prevalencia de las enfermedades que afectan a los nortesantandereanos.
Según una revisión documental de diferentes trabajos de investigación, realizada por el vicerrector, en las universidades de Norte de Santander aunque se adelantan importantes estudios, estos no cuentan con el financiamiento necesario, “hace falta mayor desarrollo y aplicación en las problemáticas regionales” expresó el académico.