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Nuestra primera santa

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La Madre Carmen Rendiles, la caraqueña que será nuestra primera santa , resalta por su vida de virtudes y compromiso con Dios. Su legado invita a todos a vivir la santidad en lo cotidiano, transformando lo ordinario en extraordinario. Fabiana Ortega entrevista a la Vice Postuladora de la Causa, la madre Rosa María Ríos.

 

Por : Fabiana Ortega *

La Madre Carmen Rendiles es la tercera beata venezolana pero la primera caraqueña en llegar a los altares en el mundo. Su ceremonia de canonización se celebrará el próximo domingo 19 de octubre, presidida por el papa León XIV, junto a otros seis beatos, entre ellos el doctor José Gregorio Hernández.

La curación extraordinaria de una joven de la ciudad capital que padecía una meningoencefalitis bacteriana, es decir, una gran infección en el sistema nervioso central es el segundo milagro de Dios atribuido a su intercesión divina la que le reconoce El Vaticano y por consiguiente cristaliza su canonización. El primer milagro de Dios comprobado fue la curación de la médica Trinette Durán de Branger en 2003, quien recuperó la movilidad de su brazo derecho, afectado por una descarga eléctrica, antes de ser operada.

Fue a partir de su muerte, en 1977, que empezó su fama de santidad al recopilar sus testimonios y escritos. Para 1994 ya estaba bastante avanzado el proceso de beatificación, así que se pidió el permiso a Roma y en 1995 se comenzó el estudio de sus virtudes, su vida y obra.

Conversamos con Madre Rosa María Ríos, Vice postuladora de la Causa de Canonización de Madre Carmen Rendiles, quien reflexionó sobre el legado de esta religiosa, fundadora de la congregación Siervas de Jesús, y dimensionó el significado de este reconocimiento de la santidad para Venezuela y el mundo.

Madre Rosa María Ríos

-Fabiana Ortega : ¿Quién fue Madre Carmen Rendiles?

-Madre Rosa María Ríos: ¡Un ser humano, como todos nosotros! Fue una joven caraqueña que vivió una vida de santidad. Un ser humano que, desde el inicio de su vida, en medio de su familia, vivió cristianamente, en un ambiente totalmente lleno del Evangelio y lleno de Dios.

En medio de nueve hermanos, madre Carmen creció como líder. Como todos sabemos, le faltaba el brazo izquierdo, pero esto no obstaculizó su vida, ni su crecimiento, ni su desenvolvimiento, ni su gran capacidad para ser líder en su casa pero también en medio de la vida religiosa, para complacer a Dios.

Madre Carmen fue encontrando en su vida religiosa ese oasis interior en su amistad con Dios y desde esa amistad con Dios empezó a conocer más a Dios; y en ese conocimiento progresivo, madre Carmen le permitió a Dios ser Dios en ella, valerse de ella para mostrarse al mundo.

-F.O: ¿Qué santifica a Madre Carmen?

-MRMR: Lo que santifica a una persona o lo que merece el título de darle al título de santo es la práctica de las virtudes cristianas, en grado heroico. Eso es lo que la hace santa. El milagro no es porque se dude de las virtudes, el milagro es el broche de oro. Dios lo hace por intercesión del santo. La iglesia desde sus autoridades eclesiásticas pide ese milagro, pero como una confirmación de que todo el proceso que se ha realizado hasta ese momento está bien hecho, de que ciertamente esa persona merece los altares. Pero no es que va a los altares porque hizo un milagro. La iglesia lo aprueba, claro está, pero la santidad está en la práctica de las virtudes.

Les invito a que con el ejemplo de vida de madre Carmen y con la vida del doctor José Gregorio Hernández, nos llenemos de esperanza, de alegría, de seguridad que sí podemos ser santos, no haciendo cosas extraordinarias sino viviendo lo ordinario de la vida: lo que hacemos cada día desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, hacerlo bien.

-F-O: ¿Cómo se logra la santidad?

MRMR: Teniendo a Dios por amigo, como lo hizo madre Carmen. Invitemos a Dios a estar en nuestra vida. Pidámosle a Dios la sabiduría para que podamos hacer las cosas como a él le gusta que lo haga.

 

-F.O: Madre Carmen nace en 1903 y muere en 1977. ¿Qué significado cree pueda tener para nosotros como cristianos, como humanidad creada por Dios la santidad de una mujer del siglo XX?

-MRMR: Que Dios tiene urgencia de que seamos santos. Con esta elevación a los altares, la iglesia nos está diciendo que madre Carmen es un camino y un ejemplo para seguir. Madre Carmen nos ha dejado un legado centrado en dos aspectos: la Eucaristía, es decir, el Santísimo Sacramento del altar; y en el sacerdocio. Madre Carmen centró su amistad con Dios allí en la Eucaristía.

Madre Carmen se identificó bajo la acción del Espíritu Santo con la vida de Dios en la Eucaristía. Una vida de silencio, de oración, de caridad y de misericordia. Una vida de valentía para negarse exteriormente a tantas cosas y entregarse a la voluntad de Dios. Una vida en la que supo negarse a ella misma, en sus gustos, sus caprichos y su voluntad.

Madre Carmen supo poner su naturaleza humana a un lado y decirle a Dios: pasa. Por eso es canonizada hoy, más que por los milagros realizados, que los hizo Dios, por la vida cristiana que vivió, por la vida llena de valores que vivió.

Vivió las virtudes cristianas en grado heroico. Es decir, practicó las virtudes hasta donde las pudo practicar.

-F.O: ¿Cuáles virtudes?

-MRMR:La bondad, la humildad, la pobreza, la obediencia, la sobriedad en la misma vida, la prudencia, la fortaleza.

-FO: ¿Qué cree estamos invitados a imitar de Madre Carmen?

-MRMR: Madre Carmen hoy quisiera que todos fuéramos santos. Que le mejoremos la vida a Dios, acá en la tierra. Dios siempre va a mejorar la nuestra, pero qué sabroso para Dios saber que no solamente él nos está dando y facilitando la vida, sino que nosotros también le estamos dando de nosotros mismos lo que podemos, como es la práctica de la virtud. Seamos buenos. Eso es lo que nos pide madre Carmen hoy.

Vamos a mejorarle la vida a Dios en el corazón de cada uno, desde los pensamientos, los sentimientos, las acciones. Vamos a mejorarle la vida a Dios en la familia, en mamá, en papá, en los tíos, en los conocidos, en la cuadra, en el edificio. Que Dios se sienta bien. Vamos a mejorar la vida a Dios en el trabajo, en la universidad.  Mejorar la vida a Dios significa mejorar la nuestra.

-F.O: Más allá de que Madre Carmen junto al Doctor José Gregorio Hernández sean los dos primeros santos de Venezuela, ¿Cuál considera usted es el significado de esta canonización para el país y el mundo?

-MRMR: Dios está presente en medio de nosotros para mostrarnos los caminos hacia él. El camino en este momento de la historia en Venezuela es el legado de José Gregorio y de la Madre Carmen. Hagamos el bien que ellos hicieron.

Vivamos lo ordinario de la vida de una manera extraordinaria. En una palabra: trascendamos. No nos quedemos solo mirando el piso.

La Madre Carmen decía que no debíamos mirar solo a la tierra como la gallinita picando las lombricitas de la tierra. Sino que tuviéramos los pies en la tierra, pero el alma y todo el cuerpo en el cielo, como el águila. Mirada hacia Dios para ser santos.

*Fabiana Ortega. Periodista. Maestrante en teología.  Reportera de la Arquidiócesis de Caracas

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