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Notas de la coyuntura nacional: al interior de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)

Jesús Machado

ramon guillermo aveledo

Entrega anterior: el PSUV

Es harto conocido que toda coalición política son alianza muy temporales, en ellas se coaligan intereses diversos y en la media en que cada parcela se aproxima a las aspiraciones parciales y particulares, afloran las tensiones de dispersión.

Desde su misma conformación los partidos políticos coaligados en la MUD han manifestado tendencias claras. Varios partidos han construido micro alianzas dentro de la coalición mayor según afinidad político-ideológica.

En el 2013  la situación no ha cambiado, por el contrario, se agudizan las tensiones internas. Por un lado,  como coalición política, no logran construir un horizonte político mínimo que los unifique  y en el puedan  construir una táctica con las mediaciones más adecuadas para lograr sus objetivos.

Dentro de esa coalición se venido desarrollando una tendencia, muy peligrosa por desatinada y desesperada, que básicamente está convencida que en Venezuela la dictadura Castro-comunista se ha instalado ya en el país, ante lo cual se necesita actuar de manera enérgica, ello incluye cualquier medida de fuerza, que estaría justificada en sí misma, que libere a Venezuela de semejante dictadura y restablezca la democracia.

Por otra parte, los partidos más antiguos, con más experiencia en la política real, tienen puentes con instituciones y funcionarios del gobierno.

Henrique Capriles Radonski, una de las figuras más visibles de esa coalición política,  está siendo vetado y descalificado por los partidos tradicionales y los sectores más radicalizados. Para unos, no calza el liderazgo para convertir a la oposición organizada en la MUD en una fuerza real que dispute el poder,  para los otros es un moderado que le da demasiadas concesiones al Gobierno.

capriles apure

En tanto no existe otra figura que concite el consenso de las fuerzas de oposición y las aglutine en torno de sí. En ese sentido se encuentran entrampados. Lo que tienen no les sirve y lo que les sirve no lo tienen.

El pasado 23 de enero del año en curso, los factores componentes de la MUD acuerdan una restructuración y para ello planean tener una vinculación mayor con los movimientos sindicales, gremiales, organizaciones estudiantiles y sectores productivos. Como elemento fundamental se plantean establecer vínculos con la lucha social.

En ese sentido es previsible que desde la MUD se intenten atizar cualquier conflicto latente en la sociedad venezolana, ya sea que esté en curso o que ellos lo estimulen o que lo propicien. En ello jugará un importante papel Bandera Roja, como el pivote articulador de la táctica. El objetivo es previsible: fomentar el descontento social, para obligar al gobierno a acciones de desgaste político,  como forma de avanzar en la deslegitimación política y presentar la necesidad de cambio de gobierno.

No es descartable que se empiece a utilizar a sectores de los estudiantes universitarios como operadores políticos de segundo orden, ejecutando acciones de los dirigentes de la MUD, para esas acciones de desestabilización política.

Operaciones de librito tales como lograr mostrar una represión a sectores que ejercen protesta pacífica serán parte de la jugada. Mostrarse víctimas de la “autocracia represiva”  y ser capturado en fotos y videos para mostrar al mundo es un trofeo inmediato menor que les ayudará a erosionar la estabilidad política.

Apelar a temas sensibles como la soberanía e independencia del país es parte de la agenda de desgaste político a emprender por parte de la MUD o sectores dentro de esta.

Otro tema a considerar es que los que se aglutinan en la MUD no logran un arraigo en el seno del pueblo, por su falta de vinculación con sus reales demandas. No tienen conciencia de ello y además con serias dificultades para cambiar de lugar social que les posibilite hacer una real política desde lo popular.

Creen que la política solo consiste en la aplicación de algunas técnicas de marketing político y un discurso liberal en el que solo se convencen ellos.
Siguen mostrando serias dificultades para lograr convencer y movilizar a amplios sectores populares entorno a una propuesta política antichavista.

Próximo análisis: el mundo militar.

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