Provea
Luego de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos (DDHH), realizada el 10 de diciembre de 1948, se conformó un movimiento internacional para promover la vigencia de sus postulados y promover que los diferentes Estados asumieran compromisos vinculantes con ellos.
Al carecer de herramientas jurídicas para la exigencia de derechos, las primeras ONG desarrollaron una estrategia que se convirtió en pilar del movimiento en defensa de la dignidad humana: En inglés fue “Naming and shaming”, es decir nombrar y avergonzar. La responsabilidad por la ausencia de dignidad dentro de territorios tenía responsables con nombre y apellido, que debían ser expuestos públicamente como mecanismo de presión moral y pública para que se tomaran decisiones sobre su responsabilidad en las violaciones de derechos humanos.
Nombrar y Avergonzar dio paso a otras estrategias
La estrategia de Nombrar y Avergonzar, es decir hacer visible y abochornante lo que los violadores querían mantener oculto e invisible, luego fueron complementadas con otros recursos que mejoraron la defensa integral de los derechos humanos. Los defensores aprendieron a realizar incidencia en las autoridades para el diseño y fomento de mejores políticas públicas con impacto en los DDHH, así como “judicializar” sus objetivos, llevando casos emblemáticos ante los tribunales con el objetivo de sancionar a los responsables y modificar las estructuras institucionales asociadas a las violaciones de DDHH.
Al respecto, Henry Steiner afirmó: “Hoy en día, las estrategias de las organizaciones de DDHH son nombrar, culpabilizar y avergonzar, pero también incidir en políticas públicas, litigar, generar información, educar, asesorar a víctimas de violaciones de DDHH, etc. Su repertorio de ha ampliado pues incluye no sólo una política de la moral y los valores (nombrar y avergonzar a culpables) sino también una estrategia con respecto a la política el derecho y la justicia”.
En la medida que se logró la aprobación de pactos y tratados internacionales que desarrollaran diferentes garantías para los derechos humanos, los activistas complementaron el naming and shaming con otras estrategias, como la “judicialización” de casos emblemáticos -llevando las víctimas a tribunales- y la realización y difusión de informes.
Objetivos de Nombre y Vergüenza
Con esta página, “Nombre y vergüenza”, Provea desea realizar tres objetivos:
1) DOCUMENTAR: Contribuir a la memoria de los expedientes de violación de derechos humanos en Venezuela, sistematizando la información para cuando sea posible obtener justicia.
2) VISIBILIZAR: Exponer públicamente las violaciones de derechos humanos, colocando nombre y rostro a los responsables de las decisiones que lesionan la dignidad humana.
3) PREVENIR: Al visibilizar la responsabilidad de funcionarios altos, medios y bajos en la violación de derechos humanos, se previene que otros funcionarios repitan las violaciones en otras personas.
Para ingresar a muro de la vergüenza digital diríjase al siguiente enlace: http://www.nombreyverguenza.org.ve/