Sebastiana Barraéz
El primero de marzo 2018 los Tripulantes del Buque Luisa Cáceres de Arismendi, de la Flota PDV Marina, denuncian, a través de un oficio, las condiciones que tienen a bordo, con las provisiones solicitadas mensualmente, cuyas respuestas son: “Se está a la espera de cotización por parte de los proveedores”, “Las provisiones están muy costosas y pasa el límite permitido por la Compañía”, “Tienen que esperar que sea aprobado”.
La comunicación fue para: la analista de mayordomía, Cristy Colina; Spte. de gerencia de calidad, Yohana Fleire; Gte Gral PDV Marina, Cap. Ángel González; Gerente de Flota, Héctor García; Spte. De Operaciones, Cap. Ramón Sosa; Spte. de embarque y desembarque, Omar Quintero; Sindicato Sirutmp; gerencia nómina y relaciones laborales
La tripulación del buque argumenta que “nuestro trabajo es operar los buques de la Flota y tener a bordo una buena calidad de vida, teniendo por día nuestras tres comidas de buena calidad y en abundancia, como lo establece la Ley”. Destacan que no desconocen la situación que se está viviendo en el país, pero que por esa razón están a bordo, para trabajar y llevar el sustento a sus hogares. “No es humano lo que se está viviendo a bordo con la situación de las provisiones. No es lo mismo el que trabaja en tierra a quienes nos encontramos en los buques, donde el personal de tierra puede tener la facilidad de solventar buscando los alimentos y resolver, mientras nosotros dependemos de varios departamentos encargados de las provisiones enviadas a los buques”.
El problema principal es que las provisiones llegan incompletas, porque no fueron aprobadas en su totalidad y los pedidos que están recibiendo solo son para una o dos semanas. “No se reciben los artículos de primera necesidad, como arroz, pasta, panes, harina de maíz, azúcar, entre otros”.
Reclaman porque los paquetes cuando llegan al buque, se encuentran abiertos y con menos cantidad de lo aprobado para embarcar. “Cuando los proveedores están en las instalaciones de la Refinería se les quitan algunos alimentos para poder ingresar a las instalaciones, perjudicándonos a todos los de a bordo, porque en ocasiones éstas personas ajenas al buque retiran de las provisiones alimentos como: carne, pollos, pescado, panes, frutas, entre otros y muchas veces en cantidades que son parte de una ración para realizar un almuerzo. Es algo que ya se volvió costumbre”.
Resalta la comunicación de los tripulantes del Luisa Cáceres de Arismendi, que a eso debe agregársele que “es un proceso la autorización del embarque de artículos de higiene personal: jabón de baño, papel higiénico y detergente en polvo para lavar la ropa”. Cuando se realiza ese pedido, las respuestas son: ‘El detergente es muy costoso’, ‘¿Pueden recibir detergente industrial?’, ‘el papel higiénico está muy caro’.
Ellos insisten en que “no es nuestro asunto el precio de los productos adquiridos, muchas veces a bordo no se ha realizado las actividades rutinarias del buque ya que no se cuenta para lavar la ropa de trabajo ni de diario. Es antihigiénico no tener jabón de tocador ni para bañarse, o papel higiénico para limpiarse. Es denigrante, pero se ha tenido que utilizar dicho papel para utilizarlos como servilletas, porque ya no las envían”.
Resaltan que “se está llegando a la situación donde el Capitán del buque ha tenido que Fondear, ya en varias oportunidades, para esperar provisiones, con el buque completamente cargado. Y no obstante con eso, no confían en la palabra del capitán y de los tripulantes bajo su mando”.
Narran que el día 28 de febrero 2018, fueron visitados por el PCP Jean Díaz, de las Instalaciones de la Refinería Amuay, el cual se embarca porque es enviado por parte de Personal de PDV Marina para obtener información del motivo por el cual el capitán toma la decisión de Fondear el buque.
La excusa es que “el personal de PDV Marina no está al tanto de la situación expuesta por los tripulantes del buque. A este PCP le fue entregado en físico los correos enviados a todo el personal de PDV Marina involucrada. Lo trasladaron hasta la gambuza (despensa), para que él observara que a bordo no hay comida. “Llevó evidencia fotográfica de nuestra queja”.
Una de las mayores molestias, que tiene la tripulación, es que toda la cadena, a quien compete el problema, “se está lavando las manos como se dice coloquialmente; los tripulantes tienen que traer alimentos de sus casas para poder comer a bordo. Estamos aquí es para llevar dinero y sustento a nuestros hogares no para quitársela a nuestras familias”.
Se declaran cansados de recibir las mismas respuestas, “Nos crean molestias y mucha apatía, así como un enorme descontento y tristeza que cuando se tiene un buque en muelle que está al costado de nosotros, ya sea de la flota o de otra compañía venezolana, nos faciliten artículos y realizar cambios de alimentos. Eso da vergüenza”.
Destacan que no solo no es humano ese trato, sino que se está incumpliendo con todas las leyes y la calidad de vida que a bordo se debe tener.
“Las respuestas obtenidas es que desconocen la situación, cuando a todos se les ha informado, desde las agencias (carga y protectora), personal de PDV Marina (todos los involucrados), PCP (Refinerías) y hasta personal de (Fletamento Ccs). Y todos, valga la redundancia, se hacen los locos y dicen que desconocen el problema”.
Situación EPP
Manifiestan los tripulantes, gran descontento por lo que ocurre con los Equipos de Protección Personal (EPP). “A bordo no contamos con la dotación de seguridad para entregarle al personal ni los nuevos ni los existente en el buque. Se presentan quejas porque sus bragas y zapatos ya están con un gran grado de deterioro, exigiendo su segunda o primera dotación de EPP y a bordo no se tiene”.
Le han pasado la información, por escrito y vía telefónica, al personal de embarque y desembarque; muchos tripulantes nuevos que se embarcan expresan ese personal les ha dicho que a bordo se le será suministrada, siendo falso.
Cuando le han dicho al personal de Mayordomía y se le solicita un status de la dotación, las respuestas son: ‘Las bragas están muy costosas’, ‘la cotización del año pasado fue muy cara, imagínese este año’.
La respuesta del personal de Almacén también EPP, es que no cuentan con dotación. “El día 28 de febrero entregaron 24 pares de zapatos de seguridad de diferentes tallas, pero nuestra pregunta es: ¿sólo trabajaremos con los zapatos? ¿Y las bragas? ¿Se va a trabajar con la ropa de diario de los tripulantes? Se paraliza un buque porque el personal no cuenta con EPP aceptable para realizar una maniobra de zarpe o atraque”.
Han llegado al punto al cual a algunos tripulantes embarcados les han suministrado bragas de seguridad y zapatos, usados por otros tripulantes que salen de vacaciones; “eso es antihigiénico, puede ocasionar enfermedades de la piel”.
Hay que considerar además la situación de los equipos de limpieza. “No se cuenta a bordo con lampazos o coletos, paños de cocina, cepillos de pocetas, escobas, desinfectantes, aromatizantes entre otros. Personal de cámara exigen respuestas. Se obtuvo la compra de dos (02) lampazos o mopas por parte de la agencia Lagomar El Guamache (Margarita), porque fue lo autorizado a comprar”.
Algo similar sucede con los artículos de papelería y repuestos. “No es posible que en un buque no haya lapiceros para hacer anotaciones y pasar con la penosa situación de pedirles a personal de agencias este artículo. Ho hay resmas de papel para imprimir documentos, todo en hojas de reciclaje (llámese archivos muertos); por la crisis ya no quedan a bordo tales archivos. La excusa es que una resma de papel está muy costosa”.
No hay repuestos para realizar una reparación a bordo a los equipos. “Hay que sacar repuestos de otros equipos para poder resolver, No hay pinturas y si se tiene, no tenemos el agente “curante” o viceversa. No se tiene Cabos de repuesto para el reemplazo de los deteriorados”.
No cuentan con repuestos para reparar una tubería, las cuales están fugando y “se están reparando con el mal llamado escubagu (pega todo). No se tienen otros tantos repuestos de máquinas. Solo hay dos generadores en servicio. Luego preguntan por qué el buque tiene tantas horas de retraso o por qué no puede transferir todos los productos de manera simultánea, o por qué no se bombea con una rata máxima o más alta”.
Parece absurdo pero el buque Luisa Cáceres de Arismendi, que transporta productos refinados, está operando desde el pedestal de emergencia, colocando en una situación de riesgo al personal de máquinas y medio ambiente.
Y no les pagan
Los tripulantes expresan su reclamo por la deuda que se les tiene con el pago de moneda extranjera: “A muchos se les debe una cantidad considerable e importante para su sustento económico”. Consideran una burla la respuesta que les dan siempre: ‘a fin de mes será cancelado el pago’. Ya es un cuento repetitivo, lo que queremos es que la Compañía tome acciones factibles para realizar la cancelación del pago”.
No se explican cómo es que buques que son iguales a los de cualquier otra compañía externa gane o genere la misma cantidad de flete que ellos. “Y a ellos sí les alcanza para los pagos de sus tripulantes, mientras que los buques de PDV Marina no generen dinero para esos pagos y solo sea deudas y más deudas”, finalizan diciendo los tripulantes del buque Luisa Cáceres de Arismendi.
Fuente: http://puntodecorte.com/fotos-no-hay-comida-en-buques-de-pdvsa-por-sebastiana-barraez/