Minerva Vitti*
El Arco Minero del Orinoco, un megaproyecto de minería a gran escala que pretende explotar 12 % del territorio venezolano, plantea a los indígenas que se quedan en sus territorios convertirse en mano de obra transnacional y la enajenación de su propio mundo.
Los indígenas han denunciado en reiteradas oportunidades la ausencia de información sobre este megaproyecto. Un ejemplo es como el 14 de enero se realizó una reunión comunitaria por convocatoria de la Asamblea Constituyente Somos Pueblo Eñepá, en la comunidad de San Pedro, aledaña a Caicara del Orinoco. Nuestro compañero Santiago Arconada tuvo la oportunidad de asistir y dice que el pueblo Eñepá está convencido de que el Arco Minero sólo traerá desgracia y muerte para su pueblo. También comentó que al enclave minero de Guaniamo (zona de minas con diamantes) llegó la Comisión de Prospección de Minería y no consultó, no pidió permiso, no se reunió con nadie, ni dejó que la comunidad se enterara de los estudios que estaban haciendo los representantes del gobierno con los representantes de las empresas.
Solo algunos líderes indígenas han planteado que no habrá discusión sobre el Arco Minero hasta tanto sus territorios hayan sido demarcados y titulados. Pero en esta lucha debemos actuar con lógicas comunitarias. Necesitamos ser más defensores que líderes, más cooperantes que competentes, ser más comunidad que individuos.
Es urgente un papel protagónico que deben liderizar todas las organizaciones indígenas para enfrentar los proyectos que afectan su modo tradicional de vida. Nosotros también debemos activarnos en esta lucha ya que nuestras únicas fuentes de agua dulce están completamente amenazadas.
*Periodista. Jefe de redacción de la revista SIC del Centro Gumilla. Miembro de Causa Amerindia Kiwxi.