Jesús María Aguirre
Con motivo de la firma del armisticio el 7 de mayo de 1945 y para celebrar el triunfo de los Aliados y de la Unión Soviética sobre la Alemania de Hitler, se han organizado numerosos eventos en los países europeos y también Venezuela se ha sumado a ellos. El mismo Presidente Maduro y su homólogo de Cuba, Raúl Castro han ido a Moscú para conmemorar la victoria del Ejército Rojo. (Véase en la revista SIC el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Moscú en 1945)
Los periodistas Alejandro Hinds y Manuel Tovar del diario El Nacional han hecho un buen arqueo sobre los venezolanos que fueron enlistados en esta Segunda Contienda Mundial. Según el reportaje “a diferencia de la Primera Guerra Mundial, cuando más de 30 connacionales lucharon en las filas aliadas, apenas un puñado de venezolanos participó en la Segunda Guerra Mundial”. Un conocedor de la historia bélica, Clemente Balladares, considera que la intervención venezolana contra el Eje Roma-Berlín, se dio inmediatamente después de que los nazis mataran al caroreño Mons. Salvador Montes de Oca en la masacre del monasterio de los Cartujos en Massa (Italia), si bien ya en 1942, cinco venezolanos habían muerto en el ataque de un submarino alemán al vapor Monagas.
Para lo cristianos esta muerte cobra un especial significado por las circunstancias en que se produjo y por la inocencia de las víctimas, enclaustradas en un monasterio. En el Diario La Religión de 1944 apareció la noticia sobre la detención de algunos Sacerdotes y algunos civiles en la Cartuja y ahí se notifica de su ejecución con otras 30 personas.
En 1945 se hizo pública la muerte de Mons. Montes de Oca y la Iglesia venezolana decretó máximo duelo en reconocimiento de su vida y muerte martirial . Fue sepultado en la Catedral de Valencia.
La Cátedra por la Paz, UCAB y la C.E.V quisieron honrar en marzo pasado la memoria del ilustre prelado, que dignifica a la Iglesia Católica de Venezuela
La siguiente biografía se la debemos a la Lic. Marielena Mestas, quien en las Jornadas de Jornadas de Estudio “Mons. Salvador Montes de Oca: Vida, Tiempo y Trascendencia” en el marco del 85 aniversario de su expulsión de Venezuela y 70 de su muerte, realizó una reseña histórica de la vida de Mons. Salvador Montes de Oca.
Nació el 21 de octubre de 1895 en Carora, Edo. Lara. En el año 1910 entra al Seminario Santo Tomás de Aquino y en 1927 fue consagrado Obispo de Valencia, allí defendió sus arraigadas convicciones en pro de la libertad y los derechos humanos, demostrando especial preocupación por los presos políticos confinados en el castillo Libertador. Dedicó especial atención a los familiares de los detenidos, cuando muchos les dieron la espalda. No perdía tiempo para predicar. El aspecto que resalta es que se dedicaba a escribir para llegar hasta los feligreses. En su labor Pastoral lleva a cabo visitas a todos los poblados más recónditos de Venezuela, realizando bautismos, confirmaciones y comuniones. Algunos aspectos resaltantes de su pontificado son: Es nombrado Director del Centro de Damas Católicas. Visitas a los presos y a sus familiares con las Damas Católicas, como forma de acompañamiento cercano. Les inculca amor a los Sacramentos y fervor Mariano. Inicia la construcción del Seminario de Valencia, con sus propios recursos. Anima la primera peregrinación Coromotana hasta Guanare.
Fue muy caritativo y cercano a los intereses espirituales de su diócesis. Su actuación decidida a favor de la libertad, su enfrentamiento con la política del gobierno en cuestiones relacionadas con la Iglesia le hicieron merecedor de la expulsión de Venezuela el 11 de octubre de 1929. El día de su expulsión venía de Valencia, lo interceptaron en Los Teques. Luego fue conducido al puerto de La Guaira y de allí a la Isla de Trinidad. Desde allí dirige la Diócesis a distancia. En 1931 el Presidente Gómez suspende el decreto de expulsión. Se incorpora a la Radio para predicar sobre moral y religión. En 1934 fallece su madre, este acontecimiento cambia mucho su ánimo. Luego se enferma de peritonitis. En 1935 entra a la orden de Los Sacramentinos y en 1942 abandona la vida contemplativa e ingresa a la Cartuja. En septiembre de 1944 los nazis tomaron la Cartuja. Por acoger y defender personas inocentes Mons. Montes de Oca fue llevado a Monte Magno. Allí, luego de padecer durante varios días salvajes torturas, fue fusilado, junto al prior, el día 7. Contaba entonces con 49 años. Sus restos, al igual que los del Prior Brintz fueron incinerados, permaneciendo desaparecidos hasta que se hallaron y exhumaron el 7 de febrero de 1947. Recibió honores póstumos en la Catedral de Lucca y en la Iglesia de los Sacramentinos, en Roma. Sus restos fueron trasladados a Venezuela, arribando el 11 de junio. Desde el día 15 de ese mes, reposan bajo el presbiterio de la catedral de Valencia.