Por Ramón Antonio Pérez
Familiares recordaron a los 19 niños que han fallecido por contaminación en el área de nefrología y exigen a Nicolás Maduro una mayor y mejor atención sanitaria para los venezolanos.
“Es muy duro y doloroso tener que perder a un hijo porque no se consiguieron los medicamentos a tiempo”, exclamaba sollozante Judith Bront, madre de Samuel Becerra, de 12 años, que falleció el 11 de mayo 2017, luego de contaminarse con una bacteria mientras estaba hospitalizado en el servicio de nefrología del hospital “J.M. de Los Ríos”, en Caracas. El niño padecía insuficiencia renal crónica pero se contaminó por falta de mantenimiento en los equipos de hemodiálisis y la carencia de antibióticos.
El menor, conocido como “un luchador”, fue diagnosticado con el germen pseudomona, que no cedía y los antibióticos no llegaron a tiempo. “La contaminación se desató en mayo de 2017 y junto a Samuel, también se contaminaron otros niños de esa área”.
Judith tenía motivos suficientes para que el viernes 2 de noviembre, en el Día de los difuntos, se sumara a un grupo de familiares que recordaron a los niños fallecidos en esta tragedia sanitaria y “denunciar la situación para que no se vuelva a repetir”.
“Mi hijo enfermo me da fortaleza”
Distinto es el caso de Ely Bandres, progenitor del niño Elyander 9 años, quien recibe tratamiento de diálisis en este centro médico y aunque siente temor de que esta desdicha se pueda repetir, tiene la esperanza de “salir triunfador”. Aunque consigue fortaleza en su propio hijo, no deja de estar alertar sobre las malas condiciones del hospital.
“Presidente Maduro sea humano y abóquese a mejorar las condiciones de vida de los niños venezolanos”, dijo en conversación para Aleteia. “Muchos niños diariamente mueren por falta de medicamentos y de comida”, dijo describiendo el contexto de la crisis humanitaria que padecen los venezolanos.
“Mi hijo necesita los insumos para su tratamiento de diálisis que en muchas ocasiones no los encontramos en el hospital ni en las farmacias”. “Mi hijo es mi amigo, mi ángel, mi Venezuela, y no quiero que más menores continúen engrosando la lista de fallecidos en este país porque no se lo merecen”, dijo con lágrimas en los ojos.
Luto activo por los niños fallecidos
Los familiares recordaron el fallecimiento de estos 12 menores de edad en 2017, y de 7 en lo que va del año 2018, ocurridas en el área de nefrología. Con una actividad denominada “Luto activo”, querían denunciar las insuficiencias en el suministro irregular de medicinas, alimentos y el escaso mantenimiento de los tanques de agua. “La falta de manteamiento de la planta de ósmosis y la unidad de hemodiálisis ponen en riesgo la vida de los menores allí hospitalizados”, advertían ante los medios.
La directora general de Prepara Familia, abogada Katherine Martínez recordó en la actividad las medidas cautelares emitidas por la Comisión de Derechos Humanos (CIDH) el 21 de febrero de este año y que protegen la vida de los pacientes recluidos en el centro hospitalario capitalino, pero que el gobierno de Maduro no cumple.
“El Ejecutivo ha incumplido con la presentación del cronograma de comparecencias con los defensores de la salud, tal como se acordó el pasado 2 de octubre durante la reunión de la CIDH durante el periodo de sesiones No. 169 celebrado en la ciudad de Boulder, Colorado, Estados Unidos. Ha transcurrido un mes y no hemos recibido respuesta”.
Exigió “el suministro regular de medicamentos y antibióticos en este centro hospitalario”. También pidió “la reactivación del laboratorio en nefrología, las pruebas de serología en sangre para detectar otro tipo de patologías; la reactivación del programa de procura de órganos para los trasplantes suspendido desde hace 17 meses”.
Los infantes no reciben alimentación adecuada en cantidad, calidad y diversidad necesaria, de acuerdo a su salud. “Desde finales de agosto están recibiendo una arepa sola de desayuno sin relleno; arroz blanco sólo de almuerzo y cena sin proteínas”.
Sin cifras oficiales
En la entrada principal del centro hospitalario yace una escultura donde se encuentra una mujer con su hijo en brazos, asistida por un médico. Allí se colocaron los nombres de los menores que dejaron de existir entre el año pasado y el presente. Al lado de cada identificación había una vela y elevaron sus oraciones por el descanso eterno de los pequeños. “Estas muertes pudieron prevenirse, si al menos hubiera sensatez de parte de las autoridades que buscaran soluciones a los múltiples problemas que padece la institución”, coincidieron en expresar los familiares.
Desde el año 2016, en Venezuela no existen cifras oficiales de los fallecimientos de niños y adultos por motivos de salud. En 2014 dejó de publicarse el Anuario de Mortalidad del Ministerio Popular Para la Salud, lo que enmascara, aún más, al Gobierno de Nicolás Maduro de cara a la dura realidad sanitaria que se vive en el país.
Fuente: Aleteia Venezuela