México se ha vuelto un expositor de violencia y desigualdad. El Estado mexicano, a pesar de su discurso oficial, incumple con sus obligaciones internacionales y constitucionales de respeto y garantía de los derechos humanos.
La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM) con un total de 15 asociaciones, presenta el informe anual 2014, con el cual se pretende visualizar, a partir de los números recabados por las organizaciones integrantes las condiciones que tienen las personas migrantes en su tránsito por el territorio mexicano.
Durante el 2014 el total de personas registradas por la REDODEM llegó a 31 mil 894 y mas de 40 mil incidencias consignadas en nuestra base de datos. Es sin duda, el mayor registro de migrantes indocumentados realizado en el país de manera extraoficial. Además de permitirnos conocer el perfil sociodemográfico de las personas migrantes, nos permite visualizar la incidencia de delitos y violaciones a los derechos humanos cometidos en su contra.
Según los datos obtenidos, Honduras es el país del que proviene la mayor cantidad de personas migrantes; el segundo país expulsor es El Salvador y enseguida Guatemala. Por segundo año consecutivo registramos la misma tendencia respecto a países expulsores.
Los datos recabados muestran que el principal factor que alienta la migración es el económico —desempleo, bajos salarios, encarecimiento de la canasta básica—, los factores ambientales se colocan en segundo lugar seguidos de la violencia, situación que nos permite confirmar que los gobiernos de Centroamérica continúan sin atacar las causas estructurales que originan la migración de sus nacionales, propiciando serias violaciones a los derechos humanos. La violencia es la tercera causa de migración.
Los principales delitos y violaciones a los derechos humanos cometidos a personas migrantes, registrados por la REDODEM, están vinculados al derecho de propiedad privada (robo), derecho a la integridad física (lesiones) y libertad personal (detenciones arbitrarias). Los agentes que más violan estos derechos son la policía federal y municipal. Cabe destacar que la Marina, el Ejército y los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), el principal delito que cometen es el de la extorsión. Destaca también la exposición a la alza de delitos en manos de particulares, perpetrados por la delincuencia organizada.
Durante el primer semestre del año 2014, se registraron un total de 21 mil 031 personas, mientras que para el segundo semestre tuvimos un registro total de 10 mil 863 personas es decir, una disminución del 48% de registros. Esto comienza a ser evidente a partir del mes de julio del mismo año, hecho que coindice con el anuncio y puesta en marcha del Programa Integral Frontera Sur (PIFS); cuyos impactos más notables, han tenido que ver con el incremento de la vulnerabilidad, debido a la abierta persecución y cacería de las personas migrantes en tránsito.
Esto ha tenido como consecuencia, el aumento en el tráfico de personas, de las cuotas de desplazamiento, extorsiones, casos de violencia y puntos de detención, orillándolos a la búsqueda de rutas alternas que se ha traducido en un alejamiento de la red de protección que brindan las organizaciones defensoras de migrantes.
Como organizaciones defensoras de migrantes, externamos nuestra preocupación por la crisis humanitaria y de derechos humanos palpable en la situación de los migrantes en tránsito, por ello exhortamos a las autoridades a:
- Implementar una política migratoria con apego a los derechos humanos.
- Investigar, sancionar y reparar el daño derivado de los delitos cometidos por autoridades y particulares.
- Brindar información pertinente y reconocimiento de la condición de refugiado a migrantes que salen de sus países por causa de la violencia.
De manera particular, hacemos un llamado enérgico a las autoridades del Estado Mexicano para que detengan la violencia que se está cometiendo en contra de las personas migrantes y sus defensores.
Por Javier Martínez Ramirez (SJM). Puede leer el informe completo haciendo clic aquí.