Eleonora Mata Mirabal
Se imagina usted que el mismo arquitecto que desarrolló la obra emblemática caraqueña conocida como el “Cubo Negro”, tenga un concepto tan mágico y maravilloso levantado a orillas de La Guardia en la isla de Margarita que lleva por nombre “Piedras Blancas”. Pues sí, esto existe y es el hogar en la isla del médico venezolano Rene Sotelo, un destacado urólogo oncólogo que fue asimilado por la medicina estadounidense sin haber estudiado o realizar la reválida de sus estudios en esta nación, porque su desempeño, investigaciones y aportes le han calificado como Médico de Credenciales Extraordinarias, a quien se le extendió la invitación de residenciarse, ejercer y hacer práctica docente en el país de los grandes avances en el campo de la salud.
El Dr. Sotelo es el único médico venezolano que ha sido, hasta ahora, aceptado en los Estados Unidos bajo esta modalidad que reconoce y premia su prestigio y aportes a la ciencia, y es el segundo del estado de California, luego de un médico japonés que fue el primero a quien se le otorgó la licencia por habilidades sobresalientes.
Actualmente el Dr. Rene Sotelo es profesor de Urología Clínica en la Universidad del Sur de California, y es el Director Médico del Departamento Internacional de Keck Medicine en USC. Igualmente va regularmente a Caracas a atender una nueva clínica que dirige con gran dedicación y con el ánimo de aportar a los venezolanos, sus amplios conocimientos en el campo de la urología.
“Impactar historias de vida, ahora desde la Universidad del Sur de California (USC), en Los Ángeles “, es la frase que usa este ser humano tan especial como Sotelo, hijo de un mejicano y una merideña, quien además de amar intensamente a Margarita y a toda Venezuela, se confiesa un admirador de las artes plásticas y de la literatura.
“Hoy refuerzo mi experiencia como urólogo en cirugía laparoscópica/robótica desde la Universidad del Sur de California (USC). Comparto con ustedes mi pasión por brindar salud y bienestar a los pueblos de diferentes culturas, así como mi experiencia, derivada de la realización de más de 2.300 cirugías mayores en 27 países, 74 conferencias alrededor del mundo y de haber formado a más de 72 urólogos en todas partes del planeta”.
En bermudas nos recibió a las puertas de su casa en La Guardia, mientras despedía a un paciente de la zona que había acudido a consultarle. De gran sencillez, con una gran vocación por enseñar, nos comenta que llegó a ese lugar donde levantó su casa en la isla precisamente gracias a un paciente que le llevó hasta el sitio, que le atrapo para siempre.
-Siempre quise tener una casa en la playa –confiesa-; quería un lugar de espacios abiertos, frente al mar, donde transitara el viento con libertad.
Techos muy altos, paredes con predominio del blanco, y una decoración asiática se conjugan en Piedras Blancas para hacer de la casa un espacio hermoso y acogedor, que disfruta el médico junto a su afectuosa familia.
Egresado de la UCV, realizó su postgrado en urología en el Hospital Domingo Luciani, es decir, tuvo una formación 100 % nacional. Hoy ha sido distinguido con 23 premios internacionales de las Sociedades de Urología de Panamá, México, Perú, Colombia, de Europa, Estados Unidos y por supuesto en Venezuela. Entre los hitos alcanzados que más le satisfacen, menciona las técnica desarrolladas para reparar fistulas en la vejiga, y el desarrollar y patentar instrumental especializado (pinzas) para operar.
-Aun cuando los factores que no se pueden modificar como el factor genético – profundiza al abordar los cuidados de la salud prostática-, todo hombre mayor de 40 años debe chequearse, y si tiene antecedentes debe hacerlo mucho antes, incluyendo si su madre ha tenido o tiene cáncer de seno. Una buena noticia es que se sabe que la exposición al sol, a la vitamina D, ejerce un efecto protector y por ello en los lugares de mucho sol se reduce la incidencia de cáncer de próstata.
“Estar sentado es como fumar” –sentencia Sotelo- al sugerir que el ejercicio regular es igualmente favorable para la prevención del cáncer de próstata. La gente debe ejercitarse, sentarse en el piso para hacer más esfuerzo al momento de pararse, caminar descalzo, entender que la mejor vitamina es una comida balanceada, consumir pescados, la gente tiene que obligarse a moverse.
-Yo me siento orgulloso de decir que soy hecho en Venezuela. Mi carrera es evidencia de que en nuestro país se puede hacer investigaciones, documentar, hacer descubrimientos, innovar en técnicas, publicar en las revistas científicas, esto es lo que permite “hacer” al médico y ampliar sus habilidades.
Vine a pasar unos días en Margarita, confiesa inspirado por el suave oleaje del mar tranquilo de La Guardia que roza su casa, porque quiero que mi familia se mantenga vinculada al país, que puedan conocer y ver lo que aquí está pasando, para que no se sientan de menos cuando alguien les venga a hablar de cualquier geografía del mundo, que puedan sentirse orgullosos de ser venezolanos. Cada vez que piso el Mosaico de Cruz-Diez en el Aeropuerto Simón Bolívar la piel se me eriza; la primera vez que salí hace dos años lloré amargamente, como un niñito.
Actualmente y gracias a su empeño, tiene dos médicos venezolanos haciendo Fellow con él en la Universidad del Sur de California (especializándose), y además, está trabajando para ofrecer alternativas de tratamiento en otros países, a pacientes en cualquier especialidad médica que requiera.
MatasiatePuntoCom le da las gracias por haberle permitido conocerle personalmente, y poder contar su historia de venezolano exitoso que es referencia y confirma, que la Medicina Venezolana es de Clase Mundial.
Búsquenlo en las Redes Sociales como Dr. Rene Sotelo, y a los caballeros, les invitamos a leer su publicación con prólogo de Laureano Márquez, “No le tengan miedo al dedo”.
Fuente: http://matasietepuntocom.blogspot.com/2017/09/el-primer-medico-venezolano-expatriado.html?m=1