Alfredo Infante sj
Previo al debate público que dio inicio al proceso de diálogo, la noche del 10 de Abril, fuimos sorprendidos por las declaraciones públicas de Luis Inacio Lula Da Silva, expresidente de Brasil. ¿Desde dónde habló? ¿Qué ha dicho? ¿Por qué dijo lo que dijo? ¿A quiénes habló?
Las declaraciones del Sr Lula Da Silva han sido pertinentes y oportunas para el destino de Venezuela como república. No podemos leer esta declaración como una más dentro del conjunto. El Sr Lula es un estadista; de los pocos con los que contamos en esta hora histórica en América Latina.
¿Desde dónde habló? El expresidente del país con más peso político y económico de la región no ha hablado desde principios doctrinales e ideológicos. Ha hablado desde los intereses de Brasil. Ha sido enfático: “Estoy haciendo fuerza para que se encuentre una solución en la negociación porque para Brasil Venezuela es estratégica”.
Las declaraciones de Lula representan un giro copernicano en su posición hacia la gestión del presidente Maduro; postura que ha ido desde un inicial apoyo, cuando fue electo, a un progresivo y evidente desmarque a partir de la crisis de febrero de 2014. La razón: a Brasil, como vecino, le conviene la paz en Venezuela por razones estratégicas. Recordemos que el despliegue económico de Brasil tiene que ver con el potencial desarrollo del norte, para el cual el eje Venezuela-Colombia es de suma importancia para el intercambio comercial con el Atlántico Norte y el Asia Pacifico. No es cualquier cosa.
¿Qué ha dicho? El 26 de febrero, AVN reseña las declaraciones de Lula desde Cuba, “Creo que, en primer lugar, Venezuela necesita paz y mucha tranquilidad para que pueda recuperar todo su potencial en lo que se refiere a la generación de riquezas y bienestar para su pueblo”, y, confía, que el presidente Maduro puede garantizar la paz, tal como reseña Tele Sur << exmandatario brasileño Lula Da Silva aseguró que el presidente Nicolás Maduro “tiene las mejores intenciones” y “quiere dar lo mejor de sí para Venezuela”, motivo por el cual su llamado a la paz y al diálogo debe ser aceptado por todas las partes en el país suramericano>>. Como vemos, su apoyo a Maduro, está condicionado por la voluntad de paz y diálogo que este demuestre en su gestión.
Luego, cuando percibe que Venezuela está sumida en la ingobernabilidad, y, el gobierno ha asumido una política represiva y atentadora de los derechos humanos; Lula toma distancia y declara el 10 de marzo en el diario La República de Italia: “El país está pasando por un período de turbulencia: no es fácil sobrevivir a la pérdida de un líder como [Hugo] Chávez y creo que Maduro se equivocó al no hacer más para iniciar el necesario diálogo con la oposición“.
Después de estas contundentes declaraciones donde reconoce el equívoco político del presidente de Venezuela, y, previo al debate del 10 de Abril en la noche, Lula es más radical en su posición respecto al gobierno venezolano: “Cuando Maduro asumió hablé con él que era importante encontrar el equilibrio para construir la paz y permitir que Venezuela aproveche su potencial. Venezuela debería tener un pacto de cinco años, para trabajar contra los apagones, luchar contra la inflación y ser autosuficiente en la producción de alimentos”. Llega, incluso, a hacer una propuesta que suena ilusoria y poco viable para Venezuela: “Un gobierno de coalición”.
¿Por qué dijo lo que dijo? La propuesta de un gobierno de coalición, no debe ser entendida al pie de la letra, sino de manera simbólica. Lula es, en el sentido más entero y elegante de la palabra: un político. Es de cultura sindical, negociadora. Él sabe muy bien que un gobierno de coalición no es posible en esta coyuntura tan polarizada, convulsa e incierta, pero esa es la dirección. Cuando apunta a un gobierno de coalición como techo nos está diciendo de manera dramática: o dialogan o dialogan, no hay más salida que el diálogo y la negociación. La política tiene que estar al servicio del país y por eso invita a ocuparse del país, ese ha de ser el centro del diálogo “Venezuela debería tener un pacto de cinco años, para trabajar contra los apagones, luchar contra la inflación y ser autosuficiente en la producción de alimentos”.
¿A quién habla? En primer lugar habla expresamente al presidente de Venezuela Nicolás Maduro dándole señal clara de que Brasil tiene interés en el diálogo, y, como vecino le interesa que el país funcione económicamente. Venezuela como país es estratégico para Brasil, no el gobierno. El apoyo político de Brasil a cualquier gobierno venezolano se mantendrá siempre y cuando el mismo no amenace los intereses estratégicos de Brasil y respete el marco democrático, y, sin duda alguna, la posible agudización del conflicto socio político en Venezuela torpedea los intereses estratégicos de Brasil y la estabilidad de la institucionalidad democrática en la región..
En segundo lugar habla a quienes están apostando a agendas violentas al margen del marco constitucional vigente, y, muy especialmente a aquellos actores políticos nacionales, que coquetean con sectores de la extrema derecha del partido republicano en los Estados Unidos. Por eso, da un espaldarazo a la línea democrática opositora representada por Henrique Capriles, tal como lo reseñó la agencia EFE, << El líder del Partido de los Trabajadores (PT) elogió al opositor Henrique Capriles “por no estar radicalizado” >>.
Y, finalmente, se dirige también a UNASUR como institución, dejando claro que Brasil está interesado en el diálogo y la negociación, por lo que la intermediación de esta institución, más allá de las afinidades ideológicas con algunos de los actores políticos, debe apostar por la resolución pacífica del conflicto en el Marco democrático de la institución y las leyes a fin de garantizar la gobernabilidad.
No cabe duda, las declaraciones de Lula, no son una opinión; representan la visión estratégica de Brasil en la región. Diríamos que, lo que no puede decir públicamente por razones diplomática la jefa de Estado y el canciller, lo dice con toda libertad Lula Da Silva, hombre emblemático para la región y figura de gran respeto en el concierto internacional. Lula dijo más de lo que dijo.