Por Luis Silva
Luisa Villalba, nuestra entrevistada hoy es Ingeniera Agrónomo, Magíster en Ciencias Biológicas, investigadora del Laboratorio de Ecología de Agroecosistemas en el Instituto de Zoología y Ecología Tropical (IZET). Autora del libro Caracas Sana un Programa de Reciclaje, editado por Asociación Civil Por la Caracas Posible.
– ¿Cómo era el servicio de recolección de desechos sólidos antes de 1998 y como es el servicio ahora?
Comencemos aclarando algunos conceptos: desechos, residuos y basura. Cuando hablamos de residuos nos referimos a los que son recuperables o reciclables, cuando hablamos de desechos son los que nos son recuperables como desechos peligrosos o desechos tóxicos y cuando se habla de basura es cuando ambos están mezclados y es lo que se ve en la calle. ¿Cómo era antes y como es ahora? Lo primero que hay que decir es que antes de 1998 veníamos de un proceso de descentralización, en el cual el municipio estaba tomando las riendas de la gestión de los residuos y desechos sólidos, porque la competencia de la gestión de los residuos es municipal, en cuanto a los desechos, según la legislación, son competencia del generador, por ejemplo un taller mecánico cuando realiza un cambio de aceite de motor no debe tirar eso a la basura, eso debe tener un manejo aparte y el empresario debe ser responsable de eso.
Entonces la gestión de los residuos como competencia municipal es mantener limpia la ciudad, calles libres de basura. Si nos remontamos antes del siglo XX pues la basura no resultaba ser un gran problema, comienza a serlo cuando, producto de la Revolución Industrial, con la aparición del plástico y las grandes concentraciones urbanas, es ahí cuando la gestión de los residuos es asumida como un servicio público. Ya en el siglo XX comienza a verse la recolección por parte de los llamados “burgomaestres” y lo recolectado era transportado fuera de la ciudad en algún sitio que destinaban para tal fin comúnmente llamado botadero. En Venezuela a partir de los año 60 las comunidades comienzan a organizarse y nacen las asociaciones de vecinos y a finales de los 70 la Ley de Régimen Municipal, la cual tuvo una modificación en el año 1988 y la última que fue en el 2005. En esa ley se le asignan las competencias de los municipios en cuanto a la limpieza de las ciudades y el servicio de aseo urbano – domiciliario y por otro lado las competencias de la sociedad civil en el acceso e incidencia en la gestión municipal. En la constitución de 1961 ya se hablaba de descentralización y en ese marco es que se crean las corporaciones regionales (CORPORIENTE, CORPOZULIA, CORPOANDES) ¿con qué finalidad? Capacitar y educar.
Es importante resaltar por ejemplo el papel de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad (FUNDACOMUN) que se encargaba entre otras funciones de capacitar a los alcaldes y darles herramientas para mejorar su gestión, en esa fundación había una unidad especializada para la prestación del servicio de aseo urbano, todos los proyectos de estaciones de transferencia y de construcción de rellenos sanitarios reposaban allí, tan importante fue que para el año 2000 se realiza el Análisis Sectorial de los Residuos Sólidos en Venezuela, que es el primer esfuerzo para definir el sector en conjunto con el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Salud, como órganos rectores del sector, promovido por la Organización Mundial de Sanidad (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), fruto de eso se creó, en el año 2004, la primera Ley de Gestión Integral de los Residuos Sólidos, modificada en el 2010 y denominada Ley de Gestión Integral de la Basura.
– ¿En qué ha cambiado el abordaje de este tema a partir de 1998?
Ha cambiado y hemos retrocedido. Hasta el año 1989 los gobernadores y alcaldes eran designados por el presidente de la República, en muchos de esos municipios se creó la figura del Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario (IMAU) que era un ente centralizado, eso tenía sus pro y sus contras. En el ámbito que nos ocupa es necesario un personal técnico y capacitado para la gestión de los residuos y eso era un punto a favor de una institución central que se encargara de ese tema, pero si tienes más de 300 municipios un ente centralizado no es capaz de darle respuesta a todo, es el alcalde el que conoce mejor su municipio, sus problemas, sus calles, su gente, entonces surge la posición que es mejor capacitar a esas instituciones para que puedan dar respuesta a las necesidades de su comunidad.
– ¿Existen en nuestro país experiencias exitosas en la gestión de los residuos y desechos sólidos?
Gracias a la descentralización si hubo experiencias exitosas, puedo nombrar experiencias en Maracaibo, Valencia, cambiaron las ciudades, porque ya los alcaldes no eran nombrados por el poder central sino por sus comunidades. Sin embargo esa descentralización se ha visto limitada hasta casi desaparecer a partir del año 2000, por ser el gobierno de carácter centralista, volviendo a lo que había antes del año 89, es decir alcaldes que responden al partido de gobierno y no a sus comunidades, lo que se ha traducido en ciudades sucias, gestiones ineficientes, entonces lo que en materia técnica se había avanzado, en ese sentido hemos retrocedido. A partir del año 2002, quedaron remanentes de proyectos y planes de gestión de residuos sólidos promovidos por el Ministerio del Ambiente, esos planes fueron, a mi modo de ver, exitosos, porque logró recaudar información muy valiosa en cuanto a diagnóstico, propuesta de acción, incorporaron los diseños de sitios de disposición final, propuestas de ordenanzas entre otros. Muchas experiencias no terminan siendo exitosas porque no se logra integrar a todos los actores que son tres: el municipio que es el principal porque tiene la competencia, la comunidad y el sector empresarial, entonces cada uno lanza la papa caliente, pero no se sientan a trabajar en conjunto. Las que si terminan siendo exitosas son aquellas donde el municipio entiende su rol de promotor ante la comunidad. Casos como Maracaibo, Baruta, Chacao, Mérida, Falcón, son ejemplo de gestión, de planificación, inclusión de iniciativas de reciclaje. La OPS tiene indicadores para medir la eficiencia del servicio: ¿cuánto puede barrer una persona al día? ¿cuánto puede recoger un camión al día? Cuando existe una gestión seria, esta se ajusta a esos indicadores, con cifras y datos concretos.
– ¿Existe alguna legislación en nuestro país sobre los residuos y desechos sólidos?
La más reciente es la que te he nombrado que es la Ley de Gestión Integral de la Basura, está el Decreto 2216 que establece las Normas para el Manejo de los Desechos Sólidos de origen doméstico, comercial, industrial, o de cualquier otra naturaleza, en materia de desechos peligrosos existe también una serie de normas relacionadas y por último están las ordenanzas donde los municipios establecen las tarifas y las bases para la prestación de cada servicio, las cuales por cierto tienen muchas debilidades y eso se traduce en la realidad que vivimos actualmente.
– Tomando en cuenta esa cantidad de leyes ¿estas se encuentran armonizadas? Es decir ¿hay sinergia entre los diferentes niveles del estado para manejar el tema?
Precisamente la ley del 2004 preveía una Comisión Nacional de Gestión de Residuos Sólidos y esa comisión debería estar conformada por representantes del Ministerio del Ambiente, del Ministerio de Salud, además de la sociedad civil como las universidades que le darían un criterio técnico. Esa comisión era la encargada de formular un plan nacional que dictara las pautas y definiera las políticas que permitiera esa coordinación, además que esta comisión debería tener presencia tanto nacional como regional. A nivel ministerial en el Ministerio del Ambiente en la Dirección de Calidad Ambiental existía un área específica de desechos sólidos. Esa comisión no logró instalarse. En la ley del 2010 modifican esa comisión y colocan un representante de cada ministerio, resultando cero contactos con la sociedad. Actualmente está creado un viceministerio que se encarga de realizar proyectos de rellenos sanitarios y compra de camiones compactadores. Puedo comentar que para el año 2012 fui contactada por parte de la Alcaldía de Libertador para realizar un proyecto de caracterización para la ciudad de Caracas, coordinado a través de una dirección de gestión internacional y se consiguió financiamiento a través de la Corporación Andina de Fomento (CAF), pero porque la dirección de servicios no había sido incluida en el proyecto no lo ejecutaron.
– ¿Puede calificarse de mala la gestión de los residuos y desechos sólidos? ¿qué consecuencias trae esta situación?
Mala no, catastrófica, estamos a nivel de emergencia sanitaria. En estos momentos se han incrementado enfermedades de tipo dermatológico como escabiosis (sarna), enfermedades respiratorias, alergias, dermatitis entre otras. Los basureros son criadores de vectores de esas enfermedades como ratas, mosquitos, moscas, cucarachas y para nadie es un secreto el problema epidemiológico que está viviendo el país, donde muchas enfermedades ya erradicadas están de nuevo presentes y una de las causas son los residuos sólidos que son focos de contaminación.
– ¿Cree usted que uno de los principales problemas ambientales del país sea a causa de la basura?
Indudablemente es uno de los principales problemas, adicionalmente está el tema del agua en estados como Carabobo por ejemplo el agua es de muy mala calidad. En otros estados además del tema de la basura está el tema de la contaminación producto de la actividad minera.
– La mayoría de las personas no sabe qué pasa con la basura una vez es recolectada ¿Cuál es el tratamiento de residuos provenientes del servicio de aseo urbano?
En principio hay que decir que ni siquiera se está recolectando. Pero primero debemos hablar que hay distintas etapas en la gestión, la primera es la generación, esa basura se almacena en un sitio, eso debe ser recolectado para ser luego llevado para un sitio de disposición final, si ese sitio está muy retirado existe una estación de transferencia. En el caso de Caracas esto último es uno de los dolores de cabeza ya que la existente es Las Mayas, está totalmente colapsada, además solo puede ser usada por el municipio Libertador, quedando los otros cuatro municipios por fuera, los cuales son desplazados hasta el relleno sanitario de La Bonanza, a más de 30 Km, con el consecuente desgaste de los vehículos y su acortamiento de vida útil. En este momento, producto de la crisis que vivimos, las personas colocan la basura en bolsas de plástico, muy costosas actualmente, las mismas los indigentes las vacían para revenderlas, lo que causa a su vez que se dificulte el siguiente paso que es la recolección, ya que los operadores deben ir con palas para recoger la basura regada, impidiendo su recolección total, quedando entonces siempre residuos en la calle, adicionalmente no tienes suficientes camiones para toda la ciudad, hay sitios donde no llega. Antes existían rutas con una frecuencia establecida (todos los días, dos o tres días a la semana, una vez a la semana), de manera que el ciudadano supiera con exactitud el día y evitar la permanencia de la basura un tiempo prolongado. Por otro lado, producto de la falta de vehículos adecuados, aparecen camiones de cualquier tipo, con los riesgos para los operadores, por ejemplo en Maracaibo el retroceso es tal que hay particulares que vista la necesidad, han implementado algo que no se veía desde el siglo XIX: carretas haladas por burros, y le cobran a los edificios o casas por el servicio.
– Siendo este servicio una responsabilidad de los municipios ¿cómo lo prestan?
Existen dos formas, directamente la alcaldía o a través de concesiones. En el caso de Libertador tienen una empresa del municipio llamada SUPRA-Caracas, en Baruta, Chacao y El Hatillo está una empresa privada llamada FOSPUCA, en el caso de Sucre está el Instituto Municipal Autónomo de Protección y Saneamiento Ambiental de Sucre (IMAPSAS).
– ¿Por qué cree usted que no se han tomado los correctivos ni se ha hecho caso a las recomendaciones que los técnicos han propuesto?
Porque los técnicos son vistos cada vez con menos consideración prevaleciendo el criterio del control político a través de una visión enfermiza y perversa: destruir un país. Siempre han existido regímenes totalitarios, pero nunca se había visto que destruyeran el país como este lo ha hecho. Se ve cuando alguno realiza una recomendación y es totalmente menospreciado. Cuando se creó la Alcaldía Metropolitana esta contrató con una empresa japonesa un estudio sobre riesgo, uno de los estudios más detallados que he visto, cuando estuvo listo el alcalde Barreto lo tiró a la basura. Ese estudio daba con detalle el nivel de riesgo de cada edificación de Caracas, qué acciones acometer en caso de un desastre natural como un terremoto, entre otras recomendaciones. Eso demuestra por parte del gobierno un desprecio hacia el conocimiento técnico. Otra muestra de ese desprecio es el haber fusionado en su momento los Ministerios de Hábitat y vivienda con el Ministerio del Ambiente, ¿por qué? porque el Ministerio del Ambiente siempre ha sido un obstáculo para sus proyectos, ya que al hacer un estudio de impacto ambiental este podría frenar algún proyecto que les interesara como por ejemplo el Arco Minero y la Faja de Petróleo del Orinoco. A pesar de eso como técnico sigo dando la pelea porque creo en este país.
– En caso de que existiera voluntad política en el país para tratar este tema ¿Cuáles deberían ser las políticas públicas gestión de éste servicio público?
Primero todas aquellas que apoyen la gestión de los municipios, la otra es el restablecimiento del estado de derecho y se cumplan con las leyes, que no serán las mejores pero existen, el restablecimiento de instituciones como FUNDACOMUN y de entes rectores como el Ministerio del Ambiente y que este cumpla su función, un Ministerio de Salud que cumpla su función. Pienso que el tema político-institucional es fundamental, retomar las bases de la democracia con la independencia de sus instituciones, luego pues el trabajo conjunto entre todos los actores, mejorar la capacitación técnica de las personas encargadas del tema. Mientras no se entienda que el municipio es el ente promotor del desarrollo local, seguiremos con las calles sucias.
Fuente: Provea