—Hay escuelas que lograron reducir la violencia ¿Qué hicieron para alcanzarlo?
—Primero, reconocer que también es un problema de los educadores. Es cierto que fuera de la escuela hay muchos factores, pero también las instituciones tienen una dosis de responsabilidad. Se debe hacer, además, un diagnóstico interno. Determinar si hay apodos humillantes entre alumnos o si hay agresiones con navajas. Los maestros deben estar atentos y actuar en equipo. Deben crear un clima de libertad y confianza, para que los alumnos puedan hablar. Estas escuelas que yo conozco tenían mucha violencia y han inventado cosas. Por ejemplo, hicieron un concurso de talentos y les resultó. Muchas veces los muchachos violentos lo que quieren es notoriedad; entonces ellos estimulaban a los jóvenes difíciles a descubrir su potencialidad. También es importante que el equipo directivo establezca alianzas, que trabajen con los padres. Que valoren a los muchachos y no minimicen los problemas de violencia. Se necesita sensatez pedagógica.
Entrevista a Luisa Pernalete hecha por Ariana Guevara en El Nacional.