Walter Cianferra
El rostro de la Sra Lucena, está noche, trajo a mi memoria la famosa obra de Munch: la angustia . Ni supo/pudo disimular. Su gestualidad corporal y lo entrecortado de su verbo destilaban tanta angustia que se salía de la pantalla de mi televisor
Dedicó más tiempo en señalar que llevaría al 0,000X % al Ministerio Público que en admitir que en los 24 Estados se lograron los objetivos de la oposición
Poco después siguió Maduro. Lo escuché porque pensé que algo diría con respecto al Referendo Revocatorio. Nada dijo. Con el mismo rostro digno de Munch, hizo loa (en criollo “jalar bola”) a los militares, sugirió que está protegido por ellos y se desgasto explicando cómo resolvería el severo problema de abastecimiento que él sabe que no va a resolver. Estaba visiblemente alterado. He notado que suele tranquilizarse cuando imita (mala copia) al ex presidente Chávez…
Nunca pensé presenciar tal decadencia en la dirigencia política