Por :Orlando Adrian Ocariz Contreras
Camina el Padre Bergoglio
con sus zapaticos negros
por las calles Bonarenses
y sus barrios periféricos
en su frágil contextura
con su semblante risueño
para iluminar las Almas
con la Luz del Evangelio.
Es el Cura de los pobres
siempre en arduo movimiento
con el barro a la cintura
y una palabra de aliento
viaja en los autobuses,
en camionetas o el Metro,
cercano a los más pobres
pues se siente uno de ellos.
Cuesta abajo en las barriadas
va transmitiendo sosiego
a vidas atormentadas
por el agobiante peso
de una realidad plagada
de dolor y sufrimiento
que mortifica sus días
con los signos de éste tiempo.
En la brutal dictadura
enquistada en el gobierno
que silencia opositores
y se ensaña contra el pueblo,
persiguiendo a detractores
de su régimen perverso
quien ya tiene entre mazmorras
varios Jesuitas del Clero.
Cuál Provincial intercede
cómo su Guía y Maestro
ante Videla y Massera
dictadores del momento,
logra su liberación
a un elevado precio
pues la intriga y la calumnia
le acusan sin fundamento.
Con valentía apostólica
enfrenta al grupo de necios
quienes lo tildan traidor
con epítetos grotescos
de izquierdista, comunista,
vendedor de compañeros,
pero él con humildad
predica con el ejemplo.
Comprobada su inocencia
asciende por su talento
en la Jerarquía eclesiástica
a partir de éste momento,
siendo Consagrado Obispo
luego Arzobispo en su pueblo
pastoreando a su rebaño
con sus zapaticos negros.
En el año dos Mil uno
por sencillez e Intelecto
es nombrado Cardenal
para servirle a su pueblo,
y ante la muerte del Papa
lo llama el Camarlengo
para que tenga el Honor
de ir al Cónclave propuesto.
Luego en el dos mil Trece
viaja a Roma en directo
ante renuncia del Papa
para otro Cónclave nuevo,
vestido de Cardenal
con sus zapaticos negros
que sacude en plena pista
antes de tomar el vuelo.
Éste gesto tan sencillo
es como señal del cielo
pues más nunca volverá
a pisar ése terreno
ya que es elegido Papa
y visitará otros pueblos
menos su tierra Natal
dónde iniciaron sus sueños.
Toma el nombre de Francisco
cómo Papa Humilde y Bueno
entregado a los más pobres
y a esparcir el Evangelio,
a los cambios radicales
de la Iglesia y todo el Clero
cómo instrumento de Fe
en los designios del Cielo.
Interviene, reestructura,
y audita hasta los cimientos
al Banco del Vaticano
para sanearlo con hechos,
enfrentando la avaricia,
la codicia, sus defectos,
y endereza sus finanzas
a la luz del Evangelio.
Recen por Mí, suplicaba
con profundo sentimiento
el enemigo está en casa
y acecha mis movimientos
no perdona que les haya
descubierto sus secretos
pues toqué sus intereses
y quieren sacarme del medio.
Cambia cultura eclesiástica
en el actuar palaciego
de la Corte Vaticana
por austeridad en el Clero,
frenando lujo en ropajes,
prendas, símbolos y excesos,
por sencillez cotidiana
para dar siempre el ejemplo.
Pues quiere una Iglesia pobre
cómo Jesús el Maestro
y con las puertas abiertas
de par en par sin pretextos,
en dónde quepamos todos
aún con nuestros defectos
gays, divorciados, transgénero,
y los Fieles de otros credos.
No acepta zapatos rojos
bordados en terciopelo,
con los galones en oro
que simbolizan su fuero,
tampoco joyas ni prendas
que cuestan mucho dinero,
sino su sotana blanca
y sus zapaticos negros.
Recorre sin guardaespaldas
caminando sin complejos
las calles del Vaticano
cómo lo hacía en su pueblo,
dialogando con personas,
preguntando algunos precios
y al ser reconocido
nos termina Bendiciendo.
Hay que estar con los pobres
pues de ellos es el Reino
y no con las ideologías
que corroen los cimientos
de nuestra actual sociedad
con el odio, el recelo,
el terror y la maldad,
la barbarie y sufrimiento.
En doce años de Papado
Francisco, el Papa viajero
va a sesenta y seis países
con sus zapaticos negros
en cuarentena y siete viajes
marcando el Noble sendero
hacia una ruta de unión
y Paz en el Universo.
Muchos lo ven con recelo
y tildan hasta siniestro,
de anticristo y comunista,
y el Papa del “Fin del Tiempo”,
más Francisco sólo lucha
por los pobres e indefensos
pues quiere cambiar al mundo
con Amor, cuál Nazareno.
Su Salud pronto le exige
más reposo y sosiego
y es internado en la clínica
a mediados de febrero
por afección pulmonar
siendo dado de “Alta” al tiempo
más el veinticuatro de abril
fallece en su aposento.
El mundo está de luto
con consternación y duelo
por el Eterno Descanso
de Francisco en los Cielos.
Marchó el Papa de los pobres,
de los cambios en el Clero
y quién deja una honda huella
con sus zapaticos negros.
A Venezuela nos deja
con su calor y su apego
su lección de sencillez
y dos Santos en el Cielo:
San José Gregorio Hernández
sabio, docente y Médico
y Santa Carmen Rendirles,
los Santos de nuestro pueblo.
Gracias, oh Papa Francisco
por mostrarnos el sendero
de la reconciliación
entre todos nuestros pueblos,
qué vivamos la pobreza
siguiendo siempre tu ejemplo
de riqueza espiritual,
humildad y desprendimiento.
Orlando Adrian Ocariz Contreras
Parroquia Jesús Obrero
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