“Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó…Y preguntó: « ¿Dónde lo han puesto?» Le contestaron: «Señor, ven a ver.» .Y Jesús lloró. Los judíos decían: « ¡Miren cómo lo amaba!»”
Evangelio según San Juan, 11
CONVER*
La Conferencia de Religiosas y Religiosas de Venezuela (CONVER), expresa su preocupación por los acontecimientos que se viven en el país, a raíz de las manifestaciones, cada vez más fehacientes, de la falta de autonomía entre los cinco (05) poderes públicos: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano, tal como lo determina la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
Siendo nuestra Constitución la ley fundamental, con rango superior al resto de las leyes, que define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la organización política, estos poderes deben ser independientes unos de los otros a la vez cooperar mutuamente para hacer que se cumplan las leyes dentro del país.
En tal sentido, nos unimos a la voz profética de nuestros pastores, en quienes confiamos, y asumimos sus afirmaciones referidas a las decisiones nada responsables del TSJ, en cuanto a que, según nuestro juicio, “Son decisiones moralmente inaceptables y, por tanto, reprobables”.
Igualmente, denunciamos la indolencia del gobierno nacional ante la situación crítica que vive nuestro pueblo, demostrando una vez más que sólo le interesa la lucha por mantenerse en el poder, sin importarle el precio ni las consecuencias de desoír la voz del pueblo que clama por atención, comida, medicinas, seguridad, educación y una sana convivencia en paz. Les hacemos un llamado para que den los pasos firmes requeridos que permitan al país volver a la normalidad, garantizando los procesos democráticos que redunden en el bien de los habitantes de Venezuela.
Como Vida Consagrada, invitamos y acompañamos a nuestro pueblo a manifestar su voluntad apegado al sano juicio, a la no violencia, pero con contundencia, para que se corrijan las arbitrariedades que nos llevan a una situación de inminente dictadura.
Dios bendiga a nuestro pueblo que sufre, y que la Virgen de Coromoto, conocedora del sentir venezolano, sea la madre que acompaña a sus hijos que vivimos sumidos en el dolor y el desconcierto, causado por políticas voraces que simplemente empobrecen a la nación a cambio del enriquecimiento inescrupuloso de los políticos de turno.
*Junta Directiva de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela