Si de números se trata, parece que el Ejecutivo del mandatario Nicolás Maduro se ha sacado todos los de la rifa para salir del poder. Eso incluye la hiperinflación (que la Asamblea Nacional calcula en 1.623.656% entre marzo de 2018 y marzo de 2019), el desempeño de la economía (Venezuela transita su sexto año de recesión) y el aumento de la pobreza (82% de los hogares venezolanos son pobres según la Encuesta de Condiciones de Vida).
Contra todo pronóstico –porque la frase “esto no se aguanta” recorre las bocas de chavistas y opositores- el escenario que anticipa la consultora Ecoanalítica en el corto plazo –entendido como tres meses o tal vez un poco más- es el de un conflicto político prolongado, que llevará a su vez a un mayor aislamiento internacional. Es probable que entre abril y mayo de este año se sume la crisis en el mercado interno de combustible (por las sanciones directas a Pdvsa), y que los problemas de los servicios públicos no sean una sorpresa de la coyuntura (como los cuatro mega apagones de marzo) sino un dato estructural.
Pero algo pasa que, pese a tener todo en contra, la llamada “coalición dominante” (como definen los analistas políticos el conjunto de intereses en el poder) permanece en la jefatura del Estado. Para Asdrúbal Oliveros, socio-director de Ecoanalítica, hay razones políticas y sociales, pero también económicas. Y una que está pesando, según el economista, es la de las presuntas actividades ilícitas del Ejecutivo.
Durante el foro “¿Cómo sobrevivir a la hiperinflación y al colapso de los servicios públicos?”, organizado por Ecoanalítica y celebrado en Caracas este miércoles 10 de abril, Oliveros aseguró que hay por lo menos tres actividades no lícitas que les reportan beneficios a quienes ejercen el mando. La primera de ellas –según el analista- es el tráfico de estupefacientes, por más de 2.500 millones de dólares. La segunda y la tercera son el contrabando de oro, que genera ingresos de más de 1.800 millones de dólares, y el contrabando de gasolina, que produce una ganancia anual de 1.861 millones de dólares. Todo se basa en cálculos propios de Ecoanalítica.
Con esta renta repartida en pocas manos podría entenderse que, aunque internacionalmente se intente atenazar al Ejecutivo, el aliciente para continuar en el poder sea muy contundente, reflexionó Oliveros. Y que, aun cuando 80% lo rechace, Maduro decida seguir por el camino que ha transitado hasta ahora. Después de todo, y si realmente lo ideológico no pesara, son más de 6 mil millones de dólares que, a pesar de la crisis, todavía estarían a la mano de los grupos en el poder en Venezuela.
Fuente: Punto de Corte