Luis Oliveros
Es comprensible que entre los ciudadanos exista un desencanto ante la fuerte depreciación de la moneda y los elevados niveles de inflación padecidos por nuestro país en los últimos años, también es entendible que algunos quieran aportar ideas para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, pero es un acto de extrema irresponsabilidad vender una solución preguntándole a la gente si quieren que sus sueldos se los paguen en divisas, sin hablarles de las desventajas que eso podría tener en su país.
Por estos días en Venezuela se desarrolla una nueva moda entre varios analistas (con mucho orgullo hay que decir que ningún economista reconocido lo ha planteado de manera seria), los cuales han comenzado una campaña para vendernos las bondades de la dolarización (hasta un foro hicieron donde invitaron exclusivamente a personas que hablaran bien de dolarizar, donde uno de los ponentes hace algunos años le exigió a Venezuela que adoptara una caja de conversión como la de Argentina, pero luego de aquel desastre no habló más del tema). Según ellos, que Venezuela dolarice su economía generaría un impacto instantáneo en nuestro país y casi automáticamente nuestros problemas se acabarían (una combinación entre Merlín y Pare de Sufrir).
La venta de humo llegó a tal extremo que hasta comentaron que Venezuela solo necesitaba $5.000 millones para dolarizar, que la tasa de cambio para el proceso “podría ser” la del ratio M2/RI (la cual no tiene ningún soporte técnico) y que se podía hacer en dos semanas (sí, en 14 días). Por último dejaron una frase para el recuerdo: el dólar da institucionalidad (Noriega en Panamá es un ejemplo al respecto), como si cambiar de moneda genera instantáneamente la calidad institucional necesaria para que un país se desarrolle y crezca con solidas bases.
Al parecer en ese grupo (que por demás no le agradó la discusión ni mucho menos las críticas a las que fueron objeto por las redes sociales) hay un profundo desconocimiento sobre qué significa hacer eso y las consecuencias que traería para el país.
Entre las desventajas que implica la dolarización tenemos:
1.- Pérdida de flexibilidad en la política monetaria, ante la no coincidencia de los ciclos económicos entre el país emisor y el país dolarizado, situación que podría generar shocks a la economía dolarizada.
2.- Cuando un país adopta una moneda extranjera como su moneda de curso legal sacrifica los ingresos por concepto de señoreaje que provienen de la emisión primaria.
3.- Al no tener un banco central, sufre la pérdida de la función de prestamista de última instancia, aspecto que no le permite atender problemas de liquidez del sistema bancario (requiere líneas de crédito con bancos extranjeros).
4.- Los sistemas financieros se vuelven más vulnerables ante choques externos.
5.- Se elimina la posibilidad de utilizar el tipo de cambio como una variable de ajuste ante choques externos. Esta parte es importante, porque Venezuela depende en alto grado de la venta de petróleo, un commodity con un precio volátil.
La dolarización está muy lejos de ser la solución de los problemas económicos del país. Dolarizar significa quedarse sin opciones ante una crisis, por ejemplo, una caída en los precios del petróleo. Con la plena dolarización no hay opción de salida, no hay Plan B, ya se cede completamente el control sobre la política monetaria y cambiaria.
Los exitosos ejemplos de países en la región como Colombia, Chile, Perú, y Uruguay, que derrotaron a la inflación y la inestabilidad cambiaria, demuestran que con orden fiscal-monetario e instituciones sólidas se pueden hacer las cosas bien sin recurrir a medidas tan extremas.
Cinco preguntas finales:
1.- si uno de nuestros principales problemas hoy es una fuerte restricción de divisas, ¿cómo dolarizar, si tienes en tu disponibilidad de divisas una enorme debilidad?
2.- si la cantidad de dinero en la economía la dicta la cantidad de dólares que tengas, ¿el ajuste monetario que viviríamos no sería muy grande ante los pocos activos externos que tiene Venezuela?
3- ¿Cuál sería la tasa de cambio aplicable en el proceso de dolarización?, ¿a cuánto llegarían los sueldos y de muchas personas?
4- Al traspasar la deuda interna a dólares, la relación deuda total/PIB llegaría a niveles cercanos al 100%, con el agravante que ahora toda la deuda sería en divisas, entonces ¿tiene Venezuela capacidad para hacer frente al pago de toda esa deuda?
5- Con la debilidad institucional con la que cuenta actualmente Venezuela (todos los estudios internacionales sobre el tema nos colocan en los últimos lugares a nivel mundial), ¿es cónsono dolarizar con esta baja calidad institucional, o la sola dolarización por un milagro divino nos generará las instituciones que necesitamos?
La dolarización debe ser vista y analizada como una opción más dentro del amplio abanico de opciones de política con las que cuenta un país, pero debe ser debatida y reflexionada con seriedad, no venderse como una pócima mágica.