En una audiencia especial celebrada en el Vaticano, el Papa León XIV recibió a los escritores y colaboradores de la revista italiana “La Civiltà Cattolica” para conmemorar el 175º aniversario de su fundación. Durante el encuentro, el Pontífice subrayó la importancia de la labor que esta publicación jesuita ha realizado a lo largo de los años, destacando tres misiones fundamentales que considera esenciales para su trabajo: educar, dar voz a los últimos y ser anunciadores de esperanza.
Un legado de servicio fiel y generoso
“La Civiltà Cattolica”, fundada en 1850, ha sido históricamente una publicación cercana a la Sede Apostólica y comprometida con el diálogo entre la fe y la cultura. En sus palabras de agradecimiento, el Papa reconoció la dedicación de los escritores y colaboradores que han hecho posible que la revista sea un puente entre la Iglesia y el mundo cultural.
“Quiero daros las gracias por el fiel y generoso servicio que habéis prestado durante tantos años”, expresó el Pontífice. Además, destacó el papel crucial que desempeña la revista al “hacer presente a la Iglesia en el mundo de la cultura”.
Educar para un compromiso inteligente y eficaz
El primer aspecto señalado por el Papa León XIV fue la misión educativa de “La Civiltà Cattolica”. Según el Pontífice, los artículos publicados en la revista tienen el potencial de ayudar a los lectores a comprender mejor las complejidades del mundo actual.
“Lo que escribís puede ofrecer instrumentos hermenéuticos y criterios de acción útiles para que cada persona pueda contribuir a la construcción de un mundo más justo y fraterno, en la verdad y en la libertad”, afirmó.
El Santo Padre hizo referencia al llamado del Concilio Vaticano II para identificar los “signos de los tiempos” y destacó la responsabilidad de los escritores en ofrecer una perspectiva crítica y constructiva sobre las realidades sociales, políticas y culturales.
Dar voz a los últimos: una misión cristiana esencial
En segundo lugar, el Papa León XIV resaltó la importancia de ser “voz de los más pobres y excluidos”. Este aspecto, según explicó, no solo es central para la revista, sino también para la vida cristiana en general.
“Hacerse voz de los pequeños requiere una gran y humilde capacidad de escuchar, de estar cerca de quien sufre”, señaló. Para el Pontífice, esta tarea implica reconocer en los gritos silenciosos de los marginados el eco del sufrimiento de Cristo, quien en su agonía exclamó: «Tengo sed».
El compromiso con los más vulnerables no es solo una cuestión de solidaridad, sino una forma concreta de vivir el Evangelio. En este sentido, “La Civiltà Cattolica” se convierte en un canal para amplificar las historias, necesidades y esperanzas de aquellos que a menudo quedan relegados al silencio.
Anunciar esperanza: un llamado frente al indiferentismo
El tercer punto destacado por el Papa fue la labor de la revista como “mensajera de esperanza”. En un mundo marcado por el indiferentismo y la desilusión, el Pontífice instó a los escritores a recordar que la esperanza última para los cristianos es Cristo.
“Se trata de oponerse al indiferentismo de quien permanece insensible a los demás y a su legítima necesidad de futuro”, explicó. Asimismo, llamó a vencer la desilusión de quienes han perdido la fe en la posibilidad de emprender nuevos caminos.
Para el Papa León XIV, anunciar esperanza no es simplemente un acto optimista, sino una responsabilidad espiritual que exige recordar constantemente que Cristo es “nuestro camino”. Este mensaje cobra especial relevancia en tiempos donde las crisis globales generan incertidumbre y temor.
Una misión compartida con otras publicaciones jesuitas
Esta intervención del Papa León XIV es sin duda también un llamado para el resto de las publicaciones jesuitas entre la que se encuentra nuestra Revista SIC y así lo asumimos.
Con este encuentro, el Papa León XIV no solo celebró el aniversario de “La Civiltà Cattolica”, sino que también renovó su llamado a todos los cristianos para ser agentes activos en la construcción de un mundo más humano y esperanzador.
Versión de la nota de Mireia Bonilla para Vatican news