Líderes católicos, evangélicos, protestantes, musulmanes, hindúes, budistas e indígenas establecieron hoy una alianza interreligiosa en Perú para poner fin a la deforestación y proteger a los guardianes de los bosques del país.
La iniciativa compromete a los representantes de las principales tradiciones religiosas, líderes indígenas, científicos del clima y ONGs en Lima “a resistir la destrucción de la Amazonía Peruana”, que cubre el 60 % de la masa terrestre del país y donde viven 1.200 comunidades indígenas pertenecientes a 55 etnias nativas.
El objetivo de esta acción conjunta es la defensa de la Amazonia peruana, que ha perdido 8.000 kilómetros cuadrados de bosques desde que el papa Francisco llamó a protegerla hace casi un año.
“Desde nuestras diversas creencias, espiritualidades y culturas, tenemos la profunda convicción del llamado que todos los seres humanos compartimos para cuidar la Madre Tierra”, dijo el obispo católico Alfredo Vizcarra en el acto de estreno de la “Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales en el Perú”.
“La ignorancia y la ambición llevaron a entender a la Amazonia como la gran despensa del país, el lugar ‘deshabitado’ que esperaba ser explotado para extraer riquezas de forma inacabable”, agregó Vizcarra, quien habló junto a un obispo metodista y a un pastor presbiteriano.
Los líderes religiosos expresaron su preocupación por la “alarmante” deforestación de la Amazonia, que cubre casi dos tercios del territorio peruano, debido a “la explotación intensiva de los recursos naturales”.
“Hubiese sido importante que esto (la iniciativa conjunta) se hubiera hecho muchos años antes de que hubiese sido deforestada la Amazonia peruana”, se lamentó el obispo metodista Samuel Aguilar.
Por su lado, el pastor presbiteriano Pedro Merino llamó a “no permitir que las empresas entren y hagan mal uso de los recursos” del mayor pulmón verde de Sudamérica.
Merino pidió además a las autoridades peruanas que antes de concesionar un proyecto productivo en la selva amazónica, consulten de manera “vinculante” a las comunidades aborígenes afectadas, algunas de las cuales viven en aislamiento voluntario del resto de la población.
En la iniciativa de defensa de la selva, lanzada al finalizar un encuentro de tres días en Lima, también participan representantes evangélicos, adventistas, musulmanes, luteranos, bahai, así como líderes de pueblos amazónicos.
El obispo Vizcarra dijo que la deforestación avanza por “la tala ilegal de la madera, la minería, la extracción de hidrocarburos, incluido el fracking (fracturación hidráulica del subsuelo), los monocultivos, la infraestructura vial y las represas”.
Estas actividades han estimulado el “narcotráfico, la trata de personas, el contrabando” en esta vasta región selvática donde la presencia del Estado es insuficiente y muchas veces ineficaz.
“La pérdida de bosques, que en nuestro país ha alcanzado casi 8.000 kilómetros cuadrados en el último año, viene ocasionando sequías, inundaciones y un grave impacto social y cultural para las comunidades amazónicas”, expresó Vizcarra, quien además es coordinador de la Red Eclesial Panamazónica.
“Muchas veces, estos procesos contaron, sino con el silencio, con la complicidad de nuestras comunidades de fe, por lo cual pedimos perdón”, agregó.
En una visita a la Amazonía peruana en enero pasado, el papa Francisco lamentó la presión de las compañías multinacionales para explotar los recursos de esa vasta región.
“La Amazonía es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neoextractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales”, declaró Francisco.
Ese mismo mes de enero, el Congreso peruano aprobó una ley que permite la construcción de carreteras en la Amazonía, pese que el pontífice argentino pidió proteger a los pueblos originarios.
“Tenemos que ir trabajando para que lo que dice el papa Francisco se vaya plasmando” en la realidad, dijo Vizcarra a la AFP tras el lanzamiento de la iniciativa conjunta.
“Lo interesante es que hay convergencia entre lo que dice la ciencia (sobre proteger la naturaleza) y lo que nosotros (los religiosos peruanos) estamos diciendo”, añadió.
La Amazonía, con una superficie total de unos siete millones de kilómetros cuadrados, es una de las zonas con mayor biodiversidad en el mundo y su territorio está dividido entre nueve países, siendo Brasil y Perú los que ocupan la mayor extensión.
Fuente: AFP y EFE