El tercer informe del Observatorio de Violencia Armada con enfoque de género (Ovaceg), de la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) registró entre julio y agosto femicidios activos y pasivos, con un contexto país repleto de carencias
Prensa Codehciu
Los estados Monagas y Bolívar suman cada uno 5 femicidos entre julio y agosto de 2018. En ellos hay casos manchados de impunidad que la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) registró para el tercer informe del Observatorio de Violencia Armada con enfoque de género (Ovaceg).
Bolívar registró 1 femicidio activo y 4 pasivos. El primer caso se trató de Zulay Yalimar Tovar Bolívar, de 19 años, asesinada por su pareja sentimental en la parroquia Agua Salada, Municipio Heres, luego de una discusión. El victimario accionó un arma de fuego hacia el pecho de la mujer.
Con respecto a los femicidios pasivos, Ovaceg reflejó el caso de una mujer de 19 años que falleció en Ciudad Bolívar al dar a luz, por presunta falta de atención médica.
Cabe destacar que el estado Bolívar vive su crisis de salud más agresiva; los hospitales más importantes de la región, Raúl Leoni en Guaiparo, y Uyapar en Puerto Ordaz, sufren decadencias a nivel de insumos y de estructura.
Esto fue denunciado por el gremio, que el 16 de agosto marchó y protestó para exigirle al Estado el respeto al derecho humano a la salud. Los mismos hospitales tienen sus pediátricos cerrados.
Por otro lado, el 7 de julio fue encontrado el cadáver de una mujer en el sector La Chalana de San Félix por un presunto intento de robo. Asimismo, Gladys Vera Melgar, de 23, el 12 de agosto recibió múltiples disparos de sujetos en moto, supuestamente por el mismo móvil que el caso anterior; esto ocurrió en el sector San Lorenzo.
Heridas y vulneradas
Más casos suman una radiografía de la anarquía e inseguridad que vive la región. Entre julio y agosto hubo 4 mujeres heridas por arma de fuego y una víctima de violencia sexual; así lo muestra el informe de Ovaceg.
La perjudicada por caso de violencia sexual fue una mujer de 80 años en San Félix. Mientras que una de las heridas fue Argenia Ramírez, víctima de una balacera en el sector Castillito, Parroquia Cachamay del Municipio Caroní, el 9 de agosto, durante un intento de robo.
Las víctimas entre julio y agosto en el estado Bolívar tienen edades entre 19 y 80 años.
La impunidad y la violencia también tocaron a figuras del sector político esta vez. Un femicidio que destacó en los medios de comunicación fue el de Rebeca Núñez, esposa del ex diputado Aldrin Torres. Ambos, luego de estar 11 días desaparecidos, aparecieron muertos en el municipio Heres.
El informe relata que se presume “que fueron interceptados por sus captores y asesinados el mismo día, debido al estado de descomposición de sus cuerpos”.
Monagas es más violencia
El informe de Ovaceg contó 2 femicidios activos y 3 pasivos en el estado Monagas. También 6 mujeres heridas y un caso de prostitución forzada. Las víctimas están entre 17 y 61 años de edad.
Uno de los femicidios activos se registró en la parroquia Cedeño del municipio homónimo, donde en agosto María Mercedes Márquez, de 20 años, fue asesinada con arma de fuego por su ex pareja.
El informe relata que previamente la joven había sido amenazada por el hombre de 25 años.
La inseguridad está tan presente en Monagas como en Bolívar. Otra historia de violencia se registró cuando Daniela Campos, joven de 18 años, falleció después de recibir un disparo en el abdomen, tras supuesto fuego cruzado entre bandas.
Aunada a la violencia descontrolada, en julio un operativo de seguridad realizado por funcionarios de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) desmanteló una banda de prostitución en Maturín, después de supuestas denuncias de vecinos del sector. Fue detenida una mujer de 22 años. El número total de víctimas es desconocido.
Lo reflejado por Ovaceg también muestra impunidad y saña en Monagas. En la parroquia La Cocuizas, municipio Maturín, Yesenia Vega, de 61 años, fue asesinada junto a su hijo en un presunto intento de robo. El femicidio fue efectuado con un arma de fuego.
Lo necesario
La convención de Belem Do Pará, realizada en 1995 con la intención de prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia contra la mujer, exhorta a los Estados Parte a adoptar medidas administrativas y jurídicas para llevar este tipo de casos con toda seriedad. Por otra parte, llama a ejecutar procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia.
Codehciu, a través de lo señalado en el tercer informe Ovaceg, exige a las autoridades competentes la implementación de la debida diligencia en los casos de desapariciones, “recordándole su deber en el marco de la convención Do Pará”.
De igual forma le recuerda al Estado su deber de proveer datos actualizados sobre estos casos de violencia a la mujer, y reitera la importancia de la visibilidad de los delitos contra niñas, adolescentes y mujeres.
El informe arroja conclusiones como: “Se ha incrementado la violencia armada en ambos estados, evidenciando la vulnerabilidad de niñas, adolescentes y mujeres (…) En ambos estados el seguimiento de los casos se dificulta debido a que las víctimas y/o sus familiares se niegan a aportar mayor información”.
Los dos últimos informes del Ovaceg demuestran que no han mermado los femicidios en las regiones estudiadas, y que estas expresan un ambiente hostil hacia la mujer: empeoran sus condiciones de vida y su seguridad.