Piero Trepiccione
No le fue nada fácil a Nelson Mandela llevar a cabo la reunificación de su país, Sudáfrica, luego de tantos desencantos y atropellos. Una sociedad profundamente dividida por décadas y sometida a uno de los regímenes más oprobiosos que la humanidad ha conocido: el apartheid, que condenaba a vivir segregada a la población originaria de ese territorio multiétnico.
No obstante, gracias a la sapiencia de un hombre que pasó buena parte de su vida encerrado en cárceles y que descartó completamente cualquier deseo de venganza, se pudo promover una de las experiencias de resolución de conflictos más sabias que se conozca hasta ahora. Y uno de los mecanismos utilizados estratégicamente para lograr tal objetivo fue el deporte; en este caso particular, el rugby, una disciplina poco conocida y practicada en Venezuela, pero que es el delirio en otras naciones como Francia, Australia, Inglaterra, Nueva Zelanda y por supuesto Sudáfrica. Además, tiene su propio mundial para deleite de sus seguidores en la órbita global.
Mandela vio en perspectiva el potencial de un mundial de esa disciplina en su país y aunque sus compañeros no eran fanáticos de este deporte ya que lo consideraban parte de lo que más odiaban de la raza afrikáner que los oprimía, logró impulsar un solo sentimiento nacional en torno al equipo nacional de Sudáfrica donde confluyeron todas las razas contribuyendo a erradicar cualquier desconfianza y deseo de venganza entre ellas.
En Venezuela tenemos un equipo de fútbol nacional al que se le denomina “la vinotinto” que cuando juega despierta las pasiones de tirios y troyanos. Difícilmente haya alguien en el país que no se emocione cuando la vinotinto entra en acción, sean de un bando político o de otro. Este podría ser el punto de partida para la reunificación nacional; superando con creces los años de cruenta e intolerante polarización política.
En las circunstancias actuales, por el bien de la economía del país, por el bien de los más humildes, necesitamos un rumbo único con el apoyo de todas y todos. La Vinotinto puede servir de marco a una estrategia de acercamiento y diálogo para afrontar los grandes retos de la sociedad venezolana apuntando en una sola dirección. Los líderes del país tienen la palabra…