El Tribunal Superior 10° de lo Contencioso Administrativo del Área Metropolitana de Caracas prohibió a las autoridades de la Universidad Central de Venezuela llamar a los docentes a concursar para mejorar su nivel jerárquico
Conciencia es noticia
¿La Universidad Central de Venezuela dejará de ser “la casa que vence la sombra”?
La interrogante surge luego que un tribunal de Caracas le ordenara a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, abstenerse de hacer llamados a concursos de credenciales, proceso mediante el cual un docente se inscribe y consigna los recaudos que comprueban su formación, experiencia y trayectoria.
Pero no solo es eso: el fallo del pasado 2 de octubre del Tribunal Superior 10° de lo Contencioso Administrativo del Área Metropolitana de Caracas también contempla “la reclasificación de todos los profesores contratados; es decir, la homologación de todos los cargos académicos”, reseña una nota de El Nacional, de la periodista Olgalinda Pimentel.
La sentencia, además de desconocer la autonomía universitaria, “convierte a los profesores en una casta con solo privilegios y ninguna obligación, ni siquiera la de estudiar para poder enseñar a otros”, señaló la abogada Lourdes Wills Rivera, decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, a El Nacional.
Aberración jurídica
Lourdes Wills Rivera sostuvo que la decisión del Tribunal Superior 10° de lo Contencioso Administrativo lesiona el principio universitario, dado que “los concursos de oposición se han realizado siempre en todas las universidades para los ingresos al escalafón docente. La sentencia debió circunscribirse al accionante, pero abarca no solo a los profesores de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, sino a todos los de la UCV”.
La abogada dijo que además de que todas las facultades de la UCV están “desconcertadas” por la sentencia, las autoridades universitarias “harán lo que este a su alcance” para apelar la decisión apenas sea publicada.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV, Víctor Márquez, señaló que “Esa decisión anula la autonomía en el plano académico y promueve el desconocimiento de la Ley de Universidades y de la normativa interna”.
Salvar la academia
A principios del pasado mes de septiembre se dio a conocer el ránking de las mejores universidades del mundo que elabora “Times Higher Education” (THE), con sede en el Reino Unido, donde solo dos casas de estudios venezolanas figuraron: La Universidad de Los Andes (ULA) y la UCV.
Y sobre ese reconocimiento internacional a la UCV, la decana Lourdes Wills Rivera declaró que “tenemos la responsabilidad histórica de mantener el prestigio de la Universidad Central de Venezuela. Si los profesores dictamos clases en un solo curso ahora tendremos que asumir más salones y las cátedras tendrán que redistribuirse los cargos, pero no contrataremos a cualquiera porque eso va contra la buena formación de los estudiantes que al egresar son muy bien recibidos en el exterior”.
El trasfondo: ¿Tesis comunista de dominar al pueblo a través de la ignorancia?
“Un amigo me mandó una copia del letrero que colocaron a la entrada de una universidad de Suráfrica. Está perfectamente traducido al español y no requiere ni siquiera haber cursado la escuela primaria para entenderlo. Es toda una explicación de por qué para destruir una nación no se requiere de bombas atómicas o misiles de largo alcance. Solo se necesita bajar el nivel de la educación y permitir copiarse en los exámenes”.
El análisis corresponde al periodista, escritor y académico Roberto Hernández G., al pronunciarse a través de un artículo de opinión en el diario El Nacional, titulado “El peligro es la idea”, sobre el fallo del Tribunal Superior 10° de lo Contencioso Administrativo que “suspendió los concursos en la UCV y que los nombramientos de los profesores, de los catedráticos, debe ser a dedo”.
Roberto Hernández G. agregó que “la destrucción de la educación y de todos los esfuerzos hechos en el siglo XX, incluida la universitaria de los tiempos de Juan Vicente Gómez y la masificada de los cuarenta años de democracia, la trajeron los cubanos, que aprendieron de Iosif Stalin que las ideas son más poderosas que las armas, “si no dejamos que nuestros enemigos tengan armas tampoco debemos permitir que tengan ideas”.
Fuente: http://concienciaesnoticias.com/2017/10/17/ahora-puede-profesor-la-ucv-la-sombra-vencera-la-casa/