Stella recordó que la posibilidad de ‘viri probati’ supone “recuperar la estructura existente en la Iglesia primitiva, que distingue el celibato de los ministros ordenados por los líderes de la comunidad”
Jesús Bastante
Los ‘viri probati’ podrán ser sacerdotes. Esta es la hipótesis que actualmente maneja la Santa Sede: “evaluar cuidadosamente” la posibilidad de ordenar a los ancianos casados, según apunta el prefecto de la Congregación para el Clero, Beniamino Stella, en una entrevista para el libro ‘Todos los hombres de Francisco’, que hoy se presenta en Italia, editado por San Pablo.
“Debemos reflexionar sobre si los ‘viri probati’ son una posibilidad”, recalcó hace meses Bergoglio, durante un encuentro con religiosas, abriendo de este modo la puerta a que hombres mayores casados, de fe probada, pudieran ser ordenados sacerdotes y así celebrar los sacramentos. La idea, que no pretende abolir el celibato, se una a la cuestión del diaconado permanente que el propio Papa rescató ayer en un diálogo con los obispos peruanos, y que formará parte de los debates del Sínodo de la Amazonía.
En la entrevista, Stella sugiere que la intuición del Papa es “reconocer si éste es el momento justo en el que el Espíritu sugiere algo”. Stella habla de “emergencia sacramental”, esto es, para aquellos lugares donde la ausencia de sacerdotes haga imposible la evangelización. Pero no deja de ser una puerta abierta.
El prefecto del Clero apunta a las tesis que, desde hace años, defiende monseñor Lobinger en Sudáfrica, donde es la comunidad cristiana la que podría sugerir, como en los primeros siglos del Cristianismo, a personas capacitadas para ejercer como pastores, y recibir el santo orden.
De hecho, Stella recordó que la posibilidad de ‘viri probati’ supone “recuperar la estructura existente en la Iglesia primitiva, que distingue el celibato de los ministros ordenados por los líderes de la comunidad”, como sucediera en Corinto.
Eso sí: la eventual ordenación de sacerdotes casados “no socavaría la figura del sacerdote célibe”, ni “pondría el énfasis en el celibato opcional”. En todo caso, culmina Stella, “el camino y la discusión acaban de empezar”.
‘Todos los hombres de Francisco’, escrito por Fabio Marchese Ragona, incluye un prefacio del cardenal Rodríguez Maradiaga, en el que, entre otras cosas, recuerda algunos detalles del Cónclave, denunciando cómo “las famosas ‘cordadas’ clericales, de las que Francisco habla hoy mucho”, al ver que la figura de Bergoglio tomaba forma como posible Papa, “comenzaron a moverse para obstaculizar” su elección.
Fueron los actuales oponentes de Francisco quienes llegaron a decir en santa Marta “que Bergoglio estaba enfermo, que le faltaba un pulmón”. El cardenal de Tegucigalpa decidió “preguntar al arzobispo de Buenos Aires si las cosas realmente eran así (…). Pero el cardenal Bergoglio, muy sorprendido por la pregunta, me confirmó que, aparte de un poco de ciática y una operación pequeña en el pulmón izquierdo para extirpar un quiste cuando era un niño, no tenía grandes problemas de salud”.
“Fue un verdadero alivio -concluye el cardenal-: el Espíritu Santo, a pesar de los obstáculos de las ‘cordadas’, soplaba sobre la persona adecuada”.
Fuente:
http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2018/01/22/la-santa-sede-planea-ordenar-sacerdotes-a-ancianos-casados-religion-iglesia-stella-maradiaga-francisco-vaticano-viri-probati.shtml?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter#.WmXV1kqrHn8.whatsapp