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La reconciliación nacional: un camino ineludible para refundar la República

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Por :Orlando Medina.

La Historia reciente de Venezuela está marcada por una dolorosa fractura social y política.
Más allá de las estadísticas económicas o las pugnas partidistas, el conflicto más profundo reside en la desconexión emocional y la hostilidad que ha separado a hermanos de una misma nación. Superar este estado de defensiva, que nos paraliza e impide cualquier avance sostenido, exige un proceso honesto y complejo: la reconciliación nacional.

​Este no es un concepto etéreo ni un simple deseo de “pasar la página”. Es un imperativo ético y un proyecto político de largo aliento que requiere la participación activa e indispensable de dos actores fundamentales: la clase política y la sociedad civil en su conjunto. Solo de la mano, y con sincero afecto, podremos reconstruir la gran nación y  familia venezolana.

​1. El Fundamento Básico: La Dignidad Económica como Requisito

​La reconciliación de la familia venezolana no puede construirse sobre el hambre, la miseria o la precariedad. Es imperativo establecer un marco referencial claro: no puede haber una reconciliación exitosa si no existen condiciones económicas que permitan a la ciudadanía gozar de un salario digno y justo.
​Para el ciudadano de a pie, la prioridad no es el debate ideológico, sino la supervivencia diaria. Por ello, el objetivo de la reconciliación debe tener como pilares tangibles:
​Salario Justo: La recuperación económica debe asegurar que el ingreso de un trabajador cubra la Canasta Básica Alimentaria y de Servicios para él y su familia, permitiéndole vivir en condiciones mínimas de un ser humano, con acceso a salud, educación y recreación.

​Seguridad y Servicios: La capacidad de vivir con dignidad implica la recuperación plena de los servicios públicos (electricidad, agua, gas) que hoy representan una tortura diaria para millones, así como el restablecimiento del acceso a la salud pública de calidad.

​La clase política tiene la obligación de demostrar que el reencuentro nacional se traducirá, de forma inmediata, en bienestar concreto para la gente, pues la justicia social es la base firme para sanar las heridas emocionales.

​2. La Deuda con la Vida: Los Presos Políticos y el Canibalismo Político

​La existencia de presos políticos en Venezuela es la expresión más cruda del fracaso de la convivencia y el síntoma de una democracia aniquilada.
​Utilizar la privación de libertad por motivos ideológicos, la persecución judicial selectiva y la tortura como herramientas para excluir o castigar al adversario no es solo una violación grave a los derechos humanos; es una forma de canibalismo político. Este es el acto de un sistema que devora a sus propios hijos (oponentes, críticos, activistas), consumiendo su libertad y dignidad para reafirmar su poder.

​Imperativo Ético: La liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, el cese de la persecución y la restitución de sus derechos y garantías, no es una concesión, sino un requisito indispensable para iniciar, con un mínimo de credibilidad, cualquier conversación sobre la paz y el reencuentro nacional. Este acto de canibalismo político no puede volver a suceder jamás en el futuro de la República.

​3. El Rol Ineludible de la Clase Política: Liderazgo y Ejemplo

​La dirigencia política, en su conjunto, tiene la primera y más grande responsabilidad: dejar de sembrar odio y comenzar a modelar la coexistencia.
​a. Compromiso con la Justicia Transicional
​Para que haya reconciliación, debe haber verdad y justicia. Esto implica avanzar hacia un marco de Justicia Transicional que ponga a las víctimas en el centro y garantice la no repetición:
​Verdad Plena: Establecimiento de una instancia creíble para el esclarecimiento de la verdad sobre los crímenes, las violaciones de DD. HH. y la corrupción masiva.

​Reparación y Dignidad: Creación de un programa de reparación integral para todas las víctimas de la violencia política, la represión y la crisis humanitaria, reconociendo su sufrimiento.
​No a la Impunidad y Garantías de No Repetición: Debe haber mecanismos de rendición de cuentas, sanción a los responsables y una reforma profunda del sistema judicial y cuerpos de seguridad para asegurar que las atrocidades del pasado (incluido el canibalismo político) jamás se repitan.

​b. Compromiso con la Economía Productiva

​El liderazgo político debe promover un Acuerdo Nacional de Rescate Económico que genere las condiciones de dignidad:
​Estabilidad y Confianza: Crear un marco legal y político que brinde seguridad jurídica y atraiga la inversión nacional e internacional, generando empleos formales y bien remunerados.

​Visión Compartida: Desarrollar una visión nacional de futuro que sea superior a los intereses partidistas, centrada en la prosperidad, la democracia y la justicia social.

​4. La Fuerza de la Sociedad Civil: El Reencuentro del Ciudadano

​La reconciliación jamás se logrará en una mesa de negociación si no ha comenzado a gestarse en los barrios, las fábricas, las universidades y los hogares. La sociedad civil es la base de la pirámide y la fuente de la sanación.

​a. El Examen de Conciencia y la Empatía Radical
​El primer paso para el reencuentro es un examen de conciencia sincero. Debemos reconocer nuestra parte en la polarización y hacer el ejercicio de ver el mundo desde la perspectiva de quien sufrió las consecuencias del conflicto en el otro bando. La empatía es el puente que reconecta a los corazones rotos.

​b. El Rol Sanador y Formador de los Medios de Comunicación
​Los medios de comunicación (tradicionales, digitales y redes sociales) deben transformarse en agentes de paz:

​Verificación y Ética: Comprometerse con la verdad verificada y rechazar el uso del lenguaje de odio y la desinformación.
​Fomento del Diálogo: Abrir espacios editoriales y de debate que promuevan la comprensión mutua y el encuentro de soluciones, en lugar de la confrontación estéril.

​Visibilidad de la Reconciliación: Dar voz a las historias de cooperación y convivencia pacífica que ya se están gestando en las comunidades.

​5. Los Pasos Fundamentales para el Éxito

​El proceso será largo, pero requiere un mapa de ruta cimentado en la verdad, la sindéresis y la justicia social.

La reconciliación de Venezuela no es un acto de debilidad, sino la mayor prueba de madurez política y humana que podemos ofrecer. Es la obligación sagrada de unos verdaderos hermanos: vernos de nuevo con afecto, dejar de lado la trinchera y asumir juntos la tarea de reconstruir con sindéresis y verdad la Gran Familia venezolana.

 Orlando Medina

Pte Ifedec Zulia

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