Por Alfredo Infante sj
En mayo de 2018, cuando viajaba a visitar en su convalescencia a mi hoy difunta y amada madre, al aterrizar en el aeropuerto La Chinita, uno de los pasajeros saludo y le pregunto a un profesor de LUZ que de incógnito viajaba en el mismo vuelo.
«Dr ¿Qué nos dice? ¿Ahora sí tocamos fondo?» El profesor, con cara de escéptico, volteó y replicó con marcado acento maracucho: «mijito, para estos señores no hay fondo, cuando creemos que ya estamos en el foso, estos coños sacan una pala y se ponen a cavar».
Cuánta verdad en una imagen. Las políticas de este gobierno son eso, una pala fúnebre que cada día está enterrando a más y más venezolanos, especialmente a los más vulnerables. Somos testigos de las dolorosas muertes de los niños y niñas del hospital pediátrico JM de los Ríos, mientras el gobierno hace millonarias compras de uniformes militares y armas. Una cosa sí es cierta, esta pala fúnebre no podrá enterrar en el foso nuestra esperanza.
Nos sostiene la fuerza de aquel que nos entrega el Espíritu y nos dice «ánimo no tengan miedo» (Mt 114,27) «he venido para que tengan vida y vida en abundancia» (Jn 10,10).
Sagrado corazón de Jesús en vos confío Parroquia San Alberto Hurtado. Parte Alta de La Vega.