Fabiola
La mitad de los alimentos que se producen en el mundo jamás llegan a ser consumidos y son tirados a la basura. El estudio “Global Food Waste Not Want Not” del Instituto de Ingenieros Mecánicos de Reino Unido, da cuenta de los alarmantes detalles de este desperdicio de recursos a escala planetaria: se trata de dos mil millones de toneladas de alimentos que terminan en la basura, debido a fallos en la infraestructura alimentaria, bodegaje inadecuado, fechas de caducidad muy estrictas, el excesivo consumo del público, además del vicio de demandar alimentos cosméticamente perfectos.
En tiempos donde la desigualdad en la distribución de recursos y la injusticia global son la regla, es importante saber qué podemos hacer a nivel individual para no ser cómplices de esta aberración social.
Las cifras del estudio “Global Food Waste Not Want Not” son más que alarmantes:
- Entre un 30 % y un 50 % de los 1.2 – 2 mil millones de toneladas de alimentos producidos en el mundo nunca llegan al estómago humano.
- Un 30 % de los cultivos vegetales en Reino Unido no llegan a ser cosechados, al no satisfacer los estándares basados en su apariencia física; mientras que la mitad de lo que el público compra en Europa y Estados Unidos termina en la basura.
- Cerca de 550 mil millones de metros cúbicos de agua se desperdician globalmente en estos cultivos que nunca serán consumidos.
- Producir 1 kilo de carne cuesta entre 20-50 veces más recursos energéticos, tierra y agua que producir 1 kilo de vegetales.
- La demanda de agua para la producción alimentaria podría aumentar entre 10-13 billones de metros cúbicos anuales para el año 2050. Esto es entre 2.0-2.5 más que el total de agua fresca que se utiliza para uso humano actualmente; y significará, sin dudas, más riesgo para los depósitos acuíferos mundiales.
- Eliminando el desperdicio de alimentos, se podría aumentar su consumo entre un 60 %-100 % más, a la vez que se liberaría, energía y agua.
Tim Fox, Jefe de Energía y Medio Ambiente en el Instituto de Ingenieros Mecánicos declaró: “La cantidad de comida que se desperdicia en el mundo es asombrosa. Se trata de comida que podría ser usada para alimentar a la creciente población mundial -así como a los que sufren hambre hoy en día. Es también un innecesario desperdicio de tierra, agua y fuentes energéticas que se utilizaron en la producción, procesado y distribución de esos alimentos.
“Las razones para que se de esta situación van desde las prácticas pobres en agricultura e ingeniería, sistemas inadecuados de transporte y conservación de los alimentos hasta la demanda por productos cosméticamente perfectos de parte de los supermercados, asimismo como sus ofertas “compre uno y lleve uno gratis”, que fomentan la compra irracional entre los consumidores.
“Como el agua, tierra y las fuentes energéticas están sufriendo una fuerte presión por la demanda humana, los ingenieros tienen un rol crucial en la prevención de la pérdida de alimentos y su desperdicio, desarrollando maneras más eficientes de producción, transporte y almacenaje de alimentos.
“Pero para que esto suceda, los gobiernos, agencias de desarrollo y las organizaciones como las Naciones Unidas deben trabajar juntas para ayudar a cambiar la mentalidad de las personas en materia de residuos, y desalentar las prácticas derrochadoras en agricultores, productores de alimentos, supermercados y consumidores”.
Para 2075 las Naciones Unidas predicen que la población mundial rondará los 9.5 mil millones de habitantes, lo que significará una cantidad extra de tres mil millones de bocas que alimentar. Una cuestión clave para lidiar con este crecimiento poblacional radica en cómo producir más comida en un mundo con recursos limitados, con presión por la competencia, y especialmente si añadimos como factor de estrés el calentamiento global y la creciente popularidad de la alimentación cárnica- que requiere más de 10 veces la cantidad de tierra requerida para producir patatas o arroz.
El estudio Global Food Waste Not Want Not recomienda:
1) Que la FAO (Organización Mundial para la Alimentación de las Naciones Unidas) trabaje con la comunidad internacional de ingenieros para asegurar que los gobiernos de las naciones desarrolladas ejecuten programas de transferencia para crear conocimiento, y poner tecnologías adecuadas al alcance de los países en desarrollo. Esto ayudará a mejorar el manejo del producto en la cosecha y las etapas inmediatas de post-producción de los alimentos.
2) Que los gobiernos de los países en desarrollo incorporen una lógica de minimización de los desperdicios en las estructuras de transporte y las instalaciones de almacenamiento que actualmente están en proyecto, diseñadas o construídas.
3) Que los gobiernos de los países desarrollados diseñen e implementen políticas que cambien las expectativas de los consumidores. Éstas deberían desalentar las prácticas derrochadoras de los minoristas que llevan al rechazo de la comida por motivos cosméticos, y la pérdida de alimentos en el hogar debido a las compras excesivas de los consumidores.
Uno de los temas más importantes de cara al público, es educar a la ciudadanía para comprar de manera consciente y racional. En este artículo encontrarás tips y consejos sobre qué hacer para no desperdiciar comida; y por supuesto, como el mismo informe señala y la FAO recalca: modificar la alimentación hacia una dieta vegetariana puede ayudar de manera significativa, a reducir los gases de efecto invernadero y a dar un uso más eficiente a la tierra, el agua y la energía en la producción alimentaria global.
Fuente: Institution of Mechanical Engineers (IMECHE), Ecosofia. Imágenes: IMECHE, AnimaNaturalis. http://ecosofia.org/2013/01/la_mitad_de_la_produccion_mundial_de_alimentos_termina_en_el_basurero.html