Comunicado de la Universidad Indígena de Venezuela a los venezolanos y al mundo en la Semana de la Resistencia
Esta semana, como todos los años, nos reunimos en la UIV hermanos de varios pueblos (E’ñepá, Jivi, Pumé, Sanema, Shiriana, Pemón, Warao, Huötuja, Ye’kwana y Yukpa) para conversar, analizar, estudiar y definir estrategias para seguir nuestro camino en la historia. Son muchas las cosas que hemos hablado y queremos compartir con todos algunas ideas.
Vemos que la Tierra, Nuestra Madre, está enferma; y la humanidad también. Pero nosotros, los hijos de la Tierra, seguimos vivos y los ancestros están con nosotros. Vivimos en la selva, en el río, en la sabana, en la sierra, en la montaña, porque el espíritu nuestro se muere fuera de aquí. Si muere nuestra Madre Tierra, nosotros morimos con ella y la humanidad entera no tendrá salvación.
Por eso defendemos la Tierra. Y queremos recordar a los venezolanos quenuestra Misión Gran Vivienda no es de cemento, bloques y cabillas, sino de los bosques, ríos y sabanas que hay en nuestro territorio. Nuestra Gran Vivienda es el Territorio Ancestral; ¡la misión es demarcar!
Nuestro territorio debe quedar libre de explotación minera, libre de ganaderos que esclavizan a nuestros hermanos y destruyen nuestros conucos; libre de proyectos de extracción de petróleo; no queremos grandes autopistas, ni ferrocarriles ni aeropuertos. Todo eso no es para nosotros; sabemos que es para esa parte de la humanidad que está enferma de codicia y que ha olvidado que es posible vivir sin matar a los demás y sin hacer daño al mundo.
Vemos que en otras partes hay más gente como nosotros que luchan por lo mismo. Sabemos que los indígenas de la amazonía boliviana han tenido que recordar a todos los bolivianos que una autopista en medio de su territorio es como un cuchillo partiendo por la mitad a nuestra Madre. Desde la montaña venezolana nos unimos a nuestros hermanos indios de la amazonía boliviana porque somos la misma humanidad, porque somos colectivos. Y queremos recordar a nuestro hermano Evo Morales que no debe tener miedo, no debe dudar nunca y no puede equivocarse cuando tiene que ser firme a la hora de defender a la Pachamama.
También vemos con tristeza que muchos hermanos nuestros han enfermado su corazón y ya no aman a su pueblo ni la vida del planeta. Alertamos a la humanidad sobre este mal terrible que puede contagiar a todos y a todo; puede enfermar a hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, presidentes y revoluciones; y es una enfermedad más poderosa y más terrible que el cáncer.
Desde la UIV pedimos a los shamanes más sabios, más fuertes y más libres para que nos ayuden a curar esta enfermedad del espíritu que está destruyendo a la humanidad. Recordamos a todos los hombres y mujeres de todos los pueblos que están invitados a sumarse a nuestra lucha, porque la nuestra es la lucha por la vida colectiva que enfrenta a la cultura de la explotación, la cultura colonialista, la cultura de la codicia y el consumismo, la cultura del enfrentamiento entre hermanos, la cultura del capitalismo privado y del capitalismo de Estado.
Hoy, 12 de octubre de 2011, decimos junto a Guaicaipuro, junto a nuestros ancestros, junto a los venezolanos, junto a los hombres y mujeres de la Tierra que luchan por la vida:
¡Seguimos vivos! ¡Somos colectivos! ¡Resistimos!