Por Luis Ugalde
Presentación del Libro de Rodrigo Cabezas
Introducción
Nos hemos reunido aquí para reflexionar juntos en torno al libro que nos brinda Rodrigo Cabezas desde la izquierda sobre la más candente realidad venezolana. Como diceSimónGarcía en su densa presentación, Rodrigo no es un simple observador de la izquierda latinoamericana y venezolana, ni escribe desde una altura académica descomprometida. Él con Chávez fue un sujeto activo del proyecto revolucionario que apostó y aportó como militante, diputado y ministro de finanzas. Ahora se diferencia de otros muchosquetodavía se aferran al poder fracasado y criminal y reconoce que vivimos la frustracióndeuna esperanza que irrumpió con entusiasmo y promesas grandiosas, pero llegó agotadaa“resultados desastrosos” (Simón García). Pero Rodrigo así mismo se distancia delaresignación y no cree que el fracaso de la izquierda en diversos países latinoamericanos sea una fatalidad inevitable y recurrente Más bien se pregunta críticamente por las razones del fracaso para cambiar.
I.Ríos que confluyen en el mar de la utopía irrenunciable
Empezaré por el final. Rodrigo afirma con cita de Moisés Moleiro que la izquierda está llamada a convertirse en “esperanza posible” de la humanidad. No afirma hegelianamente
-como muchos en el pasado – que la utopía socialista conduce inexorablemente el paraíso de una sociedad feliz sin explotadores ni explotados, ni miseria y con extinción de todo estado opresor. No es un futuro inexorable que está en leyes científicas, sino un futuro posible que está en nuestra responsabilidad humanista con búsqueda irrenunciable de la realización humana en justicia y libertad. Como dice Rodrigo “corresponde a las fuerzas de la libertad y la justicia demostrar en teoría y práctica que nuestro proyecto de sociedad es humanamente superior” (p. 84).
Yo reforzaría esa idea con la convicción de que la convivencia libre, solidaria y justa es la aspiración de toda humanidad que no se resigna a su propia negación y que la utopía de la fraternidad, cuya plenitud no tiene lugar en la historia, está en el fondo del corazón humano de todos los tiempos y es inseparable de la identidad humana, no poseída sino como horizonte y búsqueda permanente. Es un camino con etapas, fracasos y logros, una luz y un imán en el horizonte. Gracias a ella la historia avanza y la humanidad se humaniza, las tiranías son derribadas y las esclavitudes dan paso a liberaciones.
Rodrigo escribe: “soy optimista que un movimiento de izquierda diverso,plural, democrático y humanista, reconstruirá su relato y su práctica para volver a serla alternativa al orden social que privilegie la ganancia y origina la infinita desigualdad en sociedad” (p.75). Las muy variadas fuerzas de la libertad y de la justicia necesitan combinar ciencia, valores y organización para avanzar con la bandera de tres igualdades, “la igualdad en la dignidad, la igualdad en los derechos y la igualdad en las oportunidades,