El cardenal Baltazar Porras reflexionó sobre el legado transformador del papa Francisco y la esperanza que representa León XIV para la Iglesia. El foro abordó el protagonismo latinoamericano, la importancia de la sinodalidad y el valor de la religiosidad popular. Se subrayó el compromiso social del nuevo Papa y su cercanía con las periferias. El encuentro concluyó celebrando la próxima canonización de José Gregorio Hernández y Madre Carmen Rendiles como símbolos de santidad nacional
En un encuentro que combinó reflexión, diálogo y espiritualidad, el Colegio San Ignacio de Caracas fue escenario de un foro organizado por la revista SIC y su podcast “Pensándolo Bien”. El evento, parte de la nueva temporada del programa, contó con la participación del cardenal Baltazar Porras, quien analizó el impacto del papa Francisco y la elección del nuevo pontífice, León XIV. Moderaron el diálogo Juan Salvador Pérez, director de SIC y conductor de “Pensándolo Bien”, y el rector del colegio Daniel Figueras, quienes facilitaron un espacio para discutir los retos y oportunidades que enfrenta la Iglesia católica en la actualidad.
La Iglesia y su futuro
El foro fue concebido como una oportunidad para explorar cómo los recientes acontecimientos en el Vaticano afectan a la Iglesia en América Latina y, en particular, en Venezuela. Más allá de un análisis teórico, la conversación giró en torno a las experiencias vividas y el significado profundo de tener, por primera vez en la historia, dos papas consecutivos con raíces latinoamericanas.
El cardenal Porras no dudó en destacar el impacto de Francisco en la Iglesia y en el mundo, especialmente por su estilo pastoral cercano y su enfoque en las periferias. “Quizás nos es difícil a nosotros como latinoamericanos pensar que la forma de ser de Francisco es como muy similar a la nuestra, porque en el fondo su comportamiento fue muy latinoamericano. Eso es indudable. Pero eso no cae bien en todas partes”, comentó Porras, subrayando que su forma de liderar no siempre fue comprendida en otros contextos culturales.
Al referirse al legado del Papa argentino, Porras fue enfático:
¿Y cuál es el legado? Bueno, es el legado de un loco. De un loco. Este libro que le recomiendo de Javier Cercas El loco de Dios en el fin del mundo es muy bueno. Nosotros tenemos un concepto negativo de la locura. Y no, la locura tiene un sentido muy positivo… entusiasmo, viene de ‘entusiasmos’, es tener en sí el espíritu de algo distinto que está por encima de uno.
La muerte de Francisco, relató el cardenal, marcó un hito global y dejó una huella profunda incluso entre no creyentes.
El impacto que causó la muerte de Francisco va mucho más allá del mundo católico. La cantidad de gente… de todas las religiones, de todas las instituciones habidas y por haber, llorando… se sintió como una especie de orfandad que dejó Francisco.
El cardenal compartió anécdotas personales sobre la multitud que acudió a las exequias, la presencia de periodistas y el testimonio de un musulmán llegado desde Tanzania solo para rendir homenaje al Papa: “Ese mensaje permanente de la fraternidad y llamando a los que tenemos otra religión en el sentido de que tenemos que trabajar unidos, yo tenía que estar aquí y aquí he venido también a rezar ante el féretro”, comentó el Cardenal a propósito de este turista que acudió a las exequias del Papa.
León XIV: un Papa latinoamericano con visión universal
La elección de León XIV fue uno de los temas centrales del foro. El cardenal Porras ofreció detalles sobre la vida y trayectoria del nuevo pontífice, resaltando su sensibilidad social y su experiencia misionera. “León XIV… nació en Chicago y se formó inicialmente allí. Pero fue misionero al Perú, no a cualquier sitio, sino a la Amazonía y a la costa, donde hay tanta explotación de las pequeñas etnias indígenas. Eso lo sensibilizó mucho”. Además, destacó su paso por la orden agustiniana, lo que le permitió conocer los cinco continentes antes de regresar al Perú como obispo.
“Me llama la atención que, de los primeros decretos de canonización que ha hecho León XIV, está el del obispo capuchino en la selva ecuatoriana… eran mártires del Evangelio porque no iban como turistas ni antropólogos, sino que iban a otra cosa”. El cardenal subrayó que este gesto revela una sensibilidad muy especial hacia los mártires de las periferias y hacia la defensa de las pequeñas etnias y culturas.
León XIV llega al pontificado con una profunda formación espiritual y teológica basada en la tradición agustiniana. Según Porras, esta herencia puede ser clave para fortalecer la sinodalidad dentro de la Iglesia. “La vida religiosa se conecta con la sinodalidad… la propuesta es que caminemos juntos como Iglesia, juntos también con toda la humanidad”. Y añadió: “La obediencia en la vida religiosa pasa muchas veces porque estamos ocupando un cargo y luego pues estamos… en un servicio con los más sencillos y humildes al día siguiente. Y eso pasa muchísimo en la vida religiosa”.
Un giro hacia las periferias y el protagonismo latinoamericano
La elección consecutiva de dos papas provenientes de América Latina marca un cambio histórico en la Iglesia católica. Aunque León XIV nació en Estados Unidos, su experiencia pastoral en Perú lo posiciona como un líder profundamente conectado con las realidades del sur global.
“El catolicismo más del 80 % está en el sur… Europa en este momento no representa ni el 10 % del catolicismo del mundo”, destacó Porras, subrayando el peso creciente de América Latina en el panorama eclesial. Sin embargo, advirtió que este protagonismo implica responsabilidades: “Eso más que una presea es un compromiso, es un desafío”.
El cardenal compartió detalles sobre el ambiente en el cónclave: “Bastante insistieron: tiene que ser un hombre que tenga experiencia de gobierno… pero creo que no es el momento para un papa asiático o africano; no tienen aún ese sentido de globalidad”.
Comentó Porras sobre la prensa italiana en esos días: “… yo creo que le hicieron un franco servicio a los italianos. Decían, pues ya está bueno de papas extranjeros. Ya tenemos casi medio siglo, es mejor volver a la normalidad. La normalidad era que fuera otro italiano. Pero eso no sucedió”.
Renovación pastoral y cultura del encuentro
Desde sus primeras intervenciones, León XIV ha destacado la importancia del diálogo como herramienta para construir puentes dentro y fuera de la Iglesia, afirmó Porras. “Dice el nuevo Papa: Hay que entender la doctrina social no solo como un método para resolver conflictos, sino como un camino para dialogar”.
El cardenal relató cómo León XIV convocó a los cardenales poco después de ser elegido para escuchar sus inquietudes y propuestas. “Fue un encuentro bellísimo… cada uno dijo lo que creía urgente. Esa capacidad de escucha es impresionante”.
Porras también subrayó la importancia de la religiosidad popular como fuente de identidad y renovación:
Sin la religiosidad popular la Iglesia católica casi ni existiría. Porque los que dan la identidad vienen por esa línea. Que hay que mejorarla, todo eso es verdad. Pero lo que nos une a cada uno de nosotros… fue porque creíamos en la Trinidad, Dios fue un trino. ¿No? Por la devoción a San Fulano, a Santa Fulana, al Nazareno, a esto, a lo otro, que lo fue llevando como a descubrir a la Iglesia.
La Iglesia latinoamericana: desafíos y oportunidades
El foro también abordó el papel protagónico que América Latina debe asumir en este nuevo capítulo de la Iglesia católica. Porras destacó valores como la fe popular y la solidaridad como aportes esenciales desde esta región al resto del mundo. “Desde esa capacidad hay cosas que tenemos que aportar… no para sentirnos más, sino para dar otro sentido a la sinodalidad”.
El cardenal recordó que, a pesar de las dificultades históricas y sociales, América Latina ha desarrollado una capacidad única de resiliencia y alegría: “Pero cómo viven ustedes felices y se ríen y echan chistes y no sé qué más con la pobreza que hay, con los gobiernos que hay, con los resultados que hay. Eso hoy en día para un europeo… es un interrogante”.

El cierre del foro estuvo marcado por el anuncio de la próxima canonización de dos figuras venezolanas: José Gregorio Hernández y Madre Carmen Rendiles. Ambos representan ejemplos vivos de santidad al servicio del prójimo. “La canonización de José Gregorio Hernández es uno de los más grandes anhelos que ha tenido el pueblo venezolano… ese y que Venezuela clasifique a un Mundial”, comentó Porras con humor.
Al referirse a Madre Carmen, el cardenal resaltó: “Le admiro mucho su sencillez y su humildad, su capacidad de vivir con esa abnegación y luego de superación y fortaleza. Incluso con sus limitaciones físicas, fue una mujer extraordinaria y dedicada al servicio de los demás”.
Una Iglesia en camino , testimonio de esperanza
El foro organizado por la revista SIC dejó claro que la Iglesia católica atraviesa una etapa crucial marcada por el legado transformador de Francisco y las expectativas puestas en León XIV. Para Venezuela y América Latina, este es un tiempo de esperanza y compromiso, donde valores como la sinodalidad y el diálogo pueden renovar no solo a la Iglesia, sino también a las sociedades donde esta actúa.
En palabras del cardenal Porras:
Hay un cambio de época totalmente y el papel de los religiosos y de los católicos es grande. La Iglesia sigue siendo un referente. Yo creo que nosotros también tenemos que aprender a leer desde el mundo laico, desde esa periferia que a veces no vemos, lo que es lo religioso.
Leer también: Espiritualidad laical