Han transcurrido ocho décadas y tres vueltas al sol desde que Eleazar López Contreras culminó su mandato presidencial (1935-1941). A lo largo de los años, la expresión calma y cordura se ha mantenido en la memoria colectiva como una característica de su personalidad política, asociándola, por un lado, con una capacidad de ser inmune ante el riesgo de controversias posteriores a su mandato y, por otra parte, a la intención de minimizar su fortaleza política para volver al poder. En este contexto, el historiador Edgardo Mondolfi Gudat nos presenta su libro La encrucijada peligrosa, una obra inédita que desempolva el archivo privado del General López Contreras, constituyendo la revisión de documentos a los que ningún investigador había tenido acceso hasta el presente.
Señala Edgardo Mondolfi que su texto busca desenmascarar dos poderosos mitos. El primero se refiere a la supuesta desaparición de Eleazar López Contreras de la escena política después de cumplir su quinquenio presidencial. El segundo mito circunda sobre la percepción del mandato de Isaías Medina Angarita, el cual transcurrió en aparente armonía. Estas dos teorías, forman los pilares fundamentales del estudio meticuloso y bien documentado que pretendemos reseñar.
Como metodología, el autor acude a una revisión documental de las cartas privadas del archivo de Eleazar López Contreras. Hace lo propio con la prensa, a través de los álbumes que fueron cuidadosamente preparados por su secretario Tulio Chiossone y una amplia revisión bibliográfica que le permitió contrastar los mitos con la fuente que cuestiona el relato que ha sido construido. Con una pasión contagiosa, se dispone a explicar las razones de la encrucijada peligrosa.
Este libro está estructurado en cinco capítulos. El primero de ellos, La cuaresma del 41, nos revela de inmediato un escenario de incertidumbre frente al contexto político y las elecciones indirectas programadas para el 19 de abril de este año. El país entero estaba a la espera de la unción de López. Sin embargo, Mondolfi constata que el mandatario de turno tenía adversarios del pasado y del presente que apostaban por su pronta sustitución, al mismo ritmo que sus seguidores más cercanos le aconsejaban continuar en el poder. Corrobora que la decisión de culminar el período presidencial este año fue política, dando certificado de su desprendimiento.
El segundo capítulo del libro, titulado Nunca como en los tiempos de Joaquín Crespo, nos ubica en la campaña electoral para el período presidencial 1941-1945. A través de un paso fascinante por lo que denominó campaña relámpago, hará gala de su pericia para mantener al lector en expectativa de la nueva evidencia que desempolvará del archivo privado. Una vez tomada la decisión política de López de poner fin a su mandato, correrán las candidaturas simbólicas de Rómulo Gallegos, Pérez Soto, Diógenes Escalante y Caracciolo Parra Pérez, hasta el punto de concluir en una contienda que estaría definida entre Gallegos y el General Isaías Medina Angarita. Este episodio finalizará con una anécdota que en el presente generaría furor: el abrazo de la Quebradita y los intransigentes de criterio.
Valiéndose de su habilidad para las letras, Edgardo Mondolfi desafía –en su tercer capítulo– la percepción que, a su juicio, se tiene sobre el gobierno de Isaías Medina Angarita. Aproximando al lector a un panorama de gobernabilidad complejo para la gestión de Medina, muy alejado de lo que describe como una supuesta armonía para el ejercicio de la cosa pública. Este apartado, titulado El comunismo se pone de moda, refleja una expansión de quienes enarbolan el martillo y la hoz, con
particular intensidad, en el gobierno de Angarita.
El rescate de símbolos de poder, el retorno de exilados, ferias rojas y puentes tendidos al diálogo con los militantes de la izquierda, representada por Salvador de la Plaza, son algunos de los puntos desarrollados para demostrar que la oposición liderada por Rómulo Betancourt fue un factor incómodo para el ejercicio del poder. Este acápite trae con fuerza a la escena pública al semblante de Eleazar López Contreras, como un actor sustancial que estuvo vigilante, crítico y activo durante la gestión de su sucesor.
Calma y cordura no es sinónimo de inercia y así lo vislumbra esta obra en torno a la figura de Eleazar López Contreras. El cuarto capítulo nos conecta directamente con la planificación, diseño y estrategia construida por López para regresar al poder. Con la frase “En la política criolla lo mejor es no precipitarse”, cuestionará el origen y destino de la candidatura del expresidente que aspira un retorno glorioso. ¿Fue un error o capricho? Invita el autor a reflexionar, mientras contagia al lector con la conmoción que sintió al leer, en palabras de López: “Pronto estaremos en una encrucijada peligrosa”. Para abordar la candidatura del “reaccionario”, su pluma no oculta la curiosidad en torno a las causas que llevaron a diversos autores para sentenciar a una simple nota a pie de página sus deseos de volver al poder y la forma como los avatares de octubre silenciaron su candidatura.
La candidatura de López tuvo diversos retos que son expuestos en esta sección; la crisis del partido de gobierno (PDV), los consejos de gente común que le pide a López avanzar, el cómo realizó su campaña a pesar de ser un candidato sin partido, el naufragio de Escalante hasta desembocar en el 18 de octubre de 1945.
Esta obra, dedicada a Manuel Caballero, finaliza con un capítulo que revela a Eleazar López Contreras como un hombre tenaz en el quehacer de la política. Edgardo Mondolfi, al sacudir el polvo de las cartas del archivo, se convenció de que su dueño era un General de armas tomar.
La lucha por el poder no culminó con los sucesos del 18 de octubre de 1945. Aunque este episodio frustró la candidatura de Eleazar López Contreras, su camino continuará. Desde el exilio será un opositor de temer. El artífice de estas letras nos ofrece conversaciones entre el General y aliados internacionales, con el objetivo de retornar al país para reconstituir el orden que consideró alterado. Con subtítulos cargado de mística, nos sumerge en una aventura por la reconquista del poder, desnudando la aparente figura calmada y pasiva que circundó el semblante del General. Siguió conspirando, en complot, desde el exilio y con fieles militantes a su causa en el interior del país. Betancourt no veía con asombro la reacción de López, avistándole como una clara referencia de la oposición al trienio. El propio Pedro Estrada, le transmitió en su apartamento de New York, acompañado por el cónsul de Venezuela, que se mantendrá en el destierro.
Los detalles de estos episodios, dilatan la pupila de cualquier investigador ansioso por resguardar en su memoria la fuente primaria que narraría tales acontecimientos de nuestra historia política. Junto a ella, Edgardo Mondolfi se encargará de consultar y proveer una amplia bibliografía que le permitirá al lector criticar la fuente, evitando sucumbir en la subjetividad que un archivo, por su naturaleza privada, muy íntima, podría alimentar parcialidades. La redacción nos acompañará hasta el momento donde “el general volvería a colgar su uniforme de la percha”.
El libro, publicado en el año 2024 por la Fundación para la Cultura Urbana, ofrece una nueva perspectiva sobre acontecimientos cruciales de nuestra historia. El autor visibiliza una versión que no había sido ofrecida en la historiografía venezolana. Con este exhaustivo análisis, nos invita a reconsiderar ideas preconcebidas y a profundizar en la comprensión del contexto desde diferentes enfoques. Edgardo Mondolfi deja muy claro que el problema de las teorías analizadas son cuestión de política y perspectiva. Para entender la encrucijada peligrosa de Eleazar López Contreras es menester aceptar que la paz jamás llega sin esfuerzo.
Autor | Edgardo Mondolfi |
Título | La encrucijada peligrosa. López Contreras, Medina Angarita y la Venezuela de los años cuarenta. |
Editor | Fundación para la Cultura Urbana, 2024 |
Ciudad | Caracas |
N° de páginas | 634 |