Human Rights Watch
Venezuela enfrenta una crisis de derechos humanos y humanitaria. El gobierno de Maduro se ha aprovechado de la enorme concentración de poder para gradualmente erosionar garantías de derechos fundamentales y controles a su propio poder. Opositores del gobierno, incluyendo manifestantes, críticos, y políticos de oposición han sido arbitrariamente detenidos y perseguidos penalmente. Organizaciones venezolanas estiman que hay más de 100 presos políticos. Las fuerzas de seguridad han cometido gravísimos abusos, incluyendo casos de tortura. El Tribunal Supremo de Justicia, que carece de independencia, ha apoyado abusos cometidos por el gobierno y le ha quitado sus facultades a la Asamblea Nacional. La severa escasez de medicinas y alimentos afecta gravemente la posibilidad de los venezolanos de acceder a una nutrición y servicios de salud adecuados.
Casas incendiadas en Mérida
El pasado 30 de mayo, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana dispararon bombas lacrimógenas indiscriminadamente para dispersar una manifestación contra el gobierno en Mérida, reportó la ONG de derechos humanos venezolana Promedehum. Algunas bombas fueron disparadas directamente hacia residencias, Promedehum y un familiar de vecinos dijeron a Human Rights Watch. Residentes advirtieron a Promedehum que varios apartamentos del complejo residencial “Parque Las Américas” se prendieron fuego, incluyendo algunos en los cuales había residentes dentro, y que miembros de la Guardia Nacional Bolivariana también dispararon hacia los apartamentos cartuchos de perdigones que habían sido modificados para agregarles canicas de vidrio. Los residentes alegan que el incendio fue causado por las bombas lacrimógenas, mientras que el gobernador citó un informe de los bomberos según el cual el fuego tuvo una “causa indeterminada”. Aquí hay algunas fotografías tomadas por el equipo de Promedehum:
Otras bombas lacrimógenas ingresaron en un prescolar de la zona, según Promedehum. A pesar de que no había niños adentro en el momento, parte del personal se refugió en los baños. Esta fotografía fue tomada por un residente:
Algunos jóvenes que no estaban participando en la manifestación fueron detenidos por las fuerzas de seguridad, incluyendo al menos uno que fue golpeado y retenido dos horas dentro de una patrulla oficial y fue eventualmente liberado a cambio de entregarles a los agentes su teléfono celular, un abogado de Promedehum le dijo a Human Rights Watch.
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