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La beatificación de Juan Pablo II: Un líder para el mundo de hoy

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Foto: archivo WEB.

A propósito de la conmemoración de las fiestas de San Juan Pablo II, este 22 de octubre, reponemos un artículo escrito en junio de 2011 y publicado en la edición impresa de la Revista SIC 735, sobre la vida del popular Papa.

Por Jesús María Aguirre s.j.

La revista SIC, con motivo del fallecimiento de Juan Pablo II, le dedicó el dossier correspondiente a mayo de 2005. Por tanto, no es el propósito de este trabajo recorrer su itinerario apostólico sino resumir los aspectos que ha destacado la Congregación para las causas de beatificación y de canonización en su decreto, más los testimonios de una persona cercana a su ejercicio pastoral, Joaquín Navarro Valls, quien fuera director de prensa y portavoz del Papa.

La fecha de la beatificación del Papa polaco para el 1 de mayo se hizo pública después de que −el pasado 11 de enero− los cardenales y obispos de esta Congregación consideraran milagrosa la curación de la religiosa Marie Pierre Simon por intercesión de Juan Pablo II.

Según aclaró la Congregación encargada, la causa de beatificación de Juan Pablo II “por Dispensa Pontificia empezó antes de que transcurrieran los cinco años de la muerte del Siervo de Dios, requeridos por la normativa vigente. (…) Ese procedimiento fue solicitado por la imponente fama de santidad [de Juan Pablo II] (…) en vida, en muerte y después de la muerte”, continúa el texto.

“Por lo demás, fueron observadas íntegramente las comunes disposiciones canónicas referentes a las Causas de beatificación y de canonización”, según aclaró la Congregación.

Visibilidad de la Iglesia

Tras el Vaticano II, durante los pontificados de Pablo VI y Juan Pablo II, el modo de presentación, y entonces de autopresentación del papado, ha sido completamente expresiva. Con motivo del 25 aniversario del pontificado de Juan Pablo II, el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano publicó en 2004 un libro titulado Id por todo el mundo. Giancarlo Zizola, vaticanista reconocido, subrayó que:

(…) el papado ha conquistado su ciudadanía en el reino de la visibilidad pública, saliendo del lugar de marginación del culto a donde había sido relegado por decreto de la sociedad secular, en nombre de una visión militante del principio liberal de separación de Iglesia y Estado. (p. 17).

Un historiador alemán, el jesuita Klaus Schatz, hablando de Pablo VI y de Juan Pablo II, subrayó el significado de papado itinerante –por tanto, en conformidad con el Vaticano II– más en modo de un movimiento misionero que como un polo estático de unidad. Schatz se refiere a la manera de interpretar la misión papal como una llamada a “confirmar en la fe a los hermanos” (Lucas 22, 32), en un modo ligado a la autoridad estructural, pero con un fuerte toque espiritual y carismático, en relación con la credibilidad personal y arraigada en el mismo Dios.

El compromiso social

El compromiso social va más allá de las ideologías comunista y capitalista. A Juan Pablo II se le asocia con el desplome del telón de acero y la liberación de los países europeos del Este, y esta imagen, promovida por la propaganda anticomunista, ha desdibujado su aporte al necesario compromiso de la Iglesia a favor de la justicia social.

En 1989, cayó el Muro de Berlín, pero, a nivel internacional, se podía sentir la fuerza destructiva de los mecanismos comerciales y de los intereses privados económicos e ideológicos, incluso muchos de ellos anónimos, que traían injusticia y marginación a todos los pueblos –incluyendo a ciertos grupos sociales en los países desarrollados–, y en especial se podía percibir que la vida humana había sido devaluada.

En muchos viajes apostólicos internacionales a los varios continentes, el Papa proclamó el Evangelio de Cristo y la preocupación de la Iglesia. Escribió de modo más sistemático las encíclicas Laborem Exercens, Sollicitudo Rei Socialis, Centesimus Annus; y también Evangelium Vitae, Veritatis Splendor, Fides et Ratio; y las encíclicas que tenían que ver directamente con la vida y el apostolado de la Iglesia, como Dominum et Vivificantem, Redemptoris Missio, Ut Unum Sint, Ecclesia de Eucharistia. Es hora de recuperar esta visión antitotalitaria y profundamente social de su legado.

Ofensiva contra la guerra

A menudo, como en el caso de los esfuerzos realizados para evitar la guerra entre los Estados Unidos e Irak, existe una auténtica paz ofensiva, no sólo para salvar la vida de las personas, también para frenar el crecimiento del odio y las dementes ideas sobre el enfrentamiento entre las civilizaciones, o sobre el nuevo fenómeno de terrorismo a gran escala. De ahí el discurso de Año Nuevo ante los cuerpos diplomáticos acreditados en la Santa Sede, también el inolvidable febrero de 2002 en el que el Papa mantuvo encuentros con diplomáticos de primera categoría: J. Fischer (el 7 de febrero), Tarek Aziz (el 14 de febrero), Kofi Anan (18 de febrero), Tony Blair (22 de febrero), Jose Mª Aznar y el enviado de Seyyed Mohammed Khatami, presidente de la República Islámica de Irán (27 de febrero), y finalmente, debido a la insostenible situación humana, la decisión de mandar al cardenal Echegaray en misión especial a Bagdad (15 de febrero) y al cardenal Pío Laghi a Washington (del 3 al 9 de marzo).

El febrero del Papa concluyó con el encuentro del cardenal J.L. Tauran con los 74 embajadores y diplomáticos del mundo entero; el secretario por las Relaciones con los Estados –ministro de Asuntos Exteriores del Papa–, el cardenal Tauran, hizo un llamamiento para evitar la guerra, y les recordó todo lo que el Papa había dicho en su paz ofensiva. El reto papal sigue vigente, especialmente en el Magreb.

Profunda vida espiritual

No es de extrañar que, ante el manejo espectacular de los medios masivos, más proclives a destacar las dimensiones heroicas del personaje, pasen desapercibidas las dimensiones más profundas de su fe y de su espiritualidad. En este sentido nada más valioso que el testamento que escribió en 1979, y que modificaba todos los años durante los ejercicios espirituales. Ahí se ve reflejada su fuerte conciencia de que estamos viviendo momentos muy difíciles en la historia y en la vida de la Iglesia y su responsabilidad como Sucesor de Pedro de confirmar en la fe a los hermanos, a partir de su confianza en Dios.

Esta experiencia se reflejaba en numerosas acciones de su vida cotidiana, y el Dr. Navarro Valls recoge admirablemente algunos momentos significativos que le dejaron una impronta en su relación con Juan Pablo II:

Su peculiaridad personal aparecía principalmente en su relación directa con Dios. Por ello, su espiritualidad era atrayente y magnética, siempre apostólica y constantemente convincente. Tanto si sufría como si reía (…) no mantenía una relación principalmente especulativa con una divinidad distante y trascendente. En su jornada, estar con Dios constituía la mayor pasión, la más intensa prioridad, y, a la vez, lo más normal del mundo.

La normalidad en el trato con Dios se manifiesta en esta anécdota que nos cuenta de su vida cotidiana, cuando al pasar cerca de la capilla, le vio cantar mientras fijaba su mirada en el Tabernáculo, no un tema litúrgico, sino canciones populares en polaco. “Para él Dios no era un código en el que expresar una creencia, sino una Persona en la que creer, en la que esperar y con la que vivir un amor intenso, fiel, recíproco, para toda la vida”.

Todos recordamos las imágenes intensas de su rostro concentrado aun en medio de las multitudes, y de nuevo Navarro Valls nos da su interpretación: “Creo que entendí realmente cuál debe ser la relación verdaderamente cristiana con Jesús cuando vi el modo en que Él se dirigía al Crucifijo, en la seguridad concreta de una mirada espiritual mutua y recíproca”.

Esta espiritualidad de un hombre enamorado, un cristiano que miraba más allá de sí mismo, identificado con el Jesús que se compadecía de la gente, mostró ante el mundo el rostro misericordioso de Dios.

La presencia de Juan Pablo II en Venezuela

En 1985, el Papa peregrino fue recibido por el presidente Jaime Lusinchi, comenzando su estadía con una visita oficial a Miraflores. Luego se reunió con las autoridades religiosas venezolanas en la Nunciatura Apostólica.

Los dos días siguientes el Papa celebró la eucaristía en Montalbán, Caracas; Grano de Oro, Maracaibo y La Hechizera, Mérida.

De regreso en la capital dio su mensaje en el estadio Olímpico Universitario, ante un grupo de 40 mil jóvenes. Entre los múltiples recuerdos de esa primera visita cabe destacar el leitmotiv de su cercanía, la del Papa amigo, que se plasmó en la emotiva canción del niño Guacarán. El Papa se ganó el corazón de Venezuela.

En su última visita de 1996, Juan Pablo II encabezó diversas actividades, entre las que destacaron el carismático discurso a los presos del demolido Retén de Catia, la misa de inauguración del Nuevo Santuario de La Virgen de Coromoto en Guanare, la misa por la evangelización de los pueblos celebrada en el Aeropuerto de La Carlota y el encuentro con representantes de la vida social, cultural, política y económica de Venezuela, celebrada en el Teatro Teresa Carreño. No faltó también la anécdota de la picaresca gubernamental, en la que los presos del Retén de Catia fueron suplantados por policías con banderitas.

En cada una de las visitas, el público regional o profesional tuvo su mensaje específico y cada grupo recogió sus palabras relevantes en los diversos encuentros con la Conferencia Episcopal, el cuerpo diplomático, la sociedad civil, los religiosos, etcétera. Si bien las liturgias masivas de Montalbán y de La Carlota fueron la más multitudinarias y espectaculares, sin duda los encuentros de los jóvenes en el Estadio Olímpico y en Los Próceres fueron las más espontáneos e impactantes

Como ha escrito recientemente Simón Alberto Consalvi: “Karol Wojtyla contribuyó a definir una época”. Queda por saberse si la impronta de sus visitas a Venezuela está todavía viva entre nosotros y sirve para orientar a nuestros líderes y gobernantes.


Referencias

  • El decreto de la Congregación para las Causas de los Santos.
  • Ante la beatificación de Juan Pablo II, el 1 de mayo, la diócesis de Roma abrió una página oficial dedicada al evento: http://www.Karol-Wojtyla.org , disponible en seis idiomas –español, italiano, francés, inglés, polaco, y rumano–, y reúne todas las informaciones principales sobre el pontífice.
  • NAVARRO VALLS, Joaquín (2010): “Juan Pablo II y su santidad personal”. En: Recuerdos y Reflexiones. Barcelona: Plaza-Janés.

Fuente: Revista SIC 735 | Junio 2011.


Algunos artículos DESCARGABLES sobre san Juan Pablo II en la Revista SIC:

 Juan Pablo II. La biografía / Beatriz Marchetti.– 282.– En: SIC.– Caracas : Centro Gumilla.– 79, 796 (Jul. 2017) 

San Juan Pablo II. Santo súbito / Luis Ovando Hernández Rodríguez.– 274-275.– En: SIC.– Caracas : Centro Gumilla.– 77, 766 (Jul. 2014)

Los medios de comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos: mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2005 / Juan Pablo II.– 132-133.– En: Sic.– Caracas : Centro Gumilla.– 66, 673 (Abr. 2005)

Un creyente muy humano / Centro Gumilla.– 146-147.– En: Sic.– Caracas : Centro Gumilla.– 68, 674 (May. 2005)

Juan Pablo II: signo de contradicción / Jesús María Aguirre.– 163-172.– En: Sic.– Caracas : Centro Gumilla.– 68, 674 (May. 2005)

Comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, tras conocer la noticia del deceso del Papa Juan Pablo II / Conferencia Episcopal Venezolana.– 173.– En: Sic.– Caracas : Centro Gumilla.– 68, 674 (May. 2005)

Decreto de duelo nacional por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II / Presidencia de la República.– 174.– En: Sic.– Caracas : Centro Gumilla.– 68, 674 (May. 2005)

 

 

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