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Hombre virus

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Por Wilmary Comus.

Este virus nos ataca y estamos buscando todas las formas posibles de detenerlo. Es la naturaleza hablando y diciéndonos que también nosotros la hemos atacado por mucho tiempo, que hemos manipulado su composición, solo para nuestro beneficio, que hemos talado árboles, desviado el curso de los ríos, extraído sus recursos sin control y sin la consideración básica de que haciéndole daño, dañábamos a las otras especies y a nosotros en especial.

Es la naturaleza diciéndonos que nos hemos reproducido exponencialmente hasta sobrepoblar la tierra. Que hemos encontrado la cura a un sinfín de enfermedades, alterando el ciclo normal de vida. Que nos creemos inmortales y que no tenemos consciencia de la muerte como parte del equilibrio natural. Que hemos estado comiendo más animales de los que en un ciclo normal de vida se pueden comer. Diciéndonos que nosotros mismos nos hemos comportado como un virus, “partículas, con capacidad para reproducirse a expensas de las células que invaden, que se hallan en casi todos los ecosistemas de la Tierra y son el tipo de entidad biológica más abundante, portador de una infección, que únicamente puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos y que es la causa de un sinfín de enfermedades. (1)

Población mundial

Un informe de Naciones Unidas indica lo siguiente: “Se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 7.700 millones actuales a los 9.700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100”.  Es decir, tal y como lo explica el personaje Smith en la película Matrix, una especie que se ha desarrollado sin control, sin respeto y arrasando con todos los espacios naturales a donde ha querido llegar; lo que además concuerda con la definición de “plaga”, un ser vivo que resulta perjudicial para otro ser vivo.

Somos letales. Una especie que demuestra el poco amor que se tienen entre ellos y a las demás especies. Si nos ponemos en el lugar de los animales y estos pudieran hablar nuestro idioma humano, porque estoy segura de que ellos pueden hacerlo en el suyo, nos dirían ¿Hasta cuándo? No es posible que tanta inconsciencia pasara desapercibida por las otras especies con quienes compartimos la tierra, también seres vivos y con derecho a permanecer en armonía en ella.

San Ignacio de Loyola en su Principio y Fundamento nos explica como Dios hizo el mundo para el hombre, al que con tanto amor creo, pero no para abusar de ese don preciado, sino para cumplir el fin en esta tierra, que no es otro que el de alabar, reverenciar y servir a Dios nuestro Señor, para finalmente volver a él, devolviendo el mismo amor inicial.  La creación fue hecha por Dios con amor, por amor, para amarla y respetarla. El hombre fue colocado en la cúspide de esa creación no para dominar, sino para administrar los recursos, que como se ve y padecemos,  hemos malbaratado y maltratado.

No es la primera vez que un virus intenta deshacerse de la humanidad. Entiendo que existe la manipulación genética y las armas biológicas, pero tanto como si fuera una reacción normal de la naturaleza o si fuese producto de la mala mente humana, este resultado que ahora padecemos es consecuencia de las acciones descuidadas e inconscientes del hombre. Un virus es una forma molecular imperceptible a simple vista, pero que existe, está allí, vigilante y tratando de mantener el equilibrio.

Muchas advertencias se hicieron y miles de reuniones y cientos de acuerdos se firmaron para comenzar a retroceder, pero esos retrocesos fueron muy lentos y muy mal intencionados o sin la pureza de intención necesaria, pues siempre buscaron el beneficio económico de algunos individuos,  grupos de poder o de las naciones. Lo económico es tan importante que se ha sobrepuesto a lo humano, deshumanizando a la vez a gran parte de la población mundial.

Los  líderes no han escuchado a sus pueblos. Los pobres en el mundo son producto de la gran hipocresía mundial. La mayoría de los países africanos, la India y nuestra Haití, son algunas muestras de ello. El dinero suficiente para sacar a estos países de la pobreza existe, la voluntad para ello, en cambio, escasea. El hombre se ha creído con el suficiente poder para dominar a las especies, incluyendo la suya misma, para crear estructuras injustas donde queda atrapado, aunque con pocos atrevidos que les han desafiado, que igual no han sido suficientes para detener la barbarie, los excesos, las injusticias.

Ahora, como consecuencia de esta pandemia, han llegado noticias de ataques xenófobos y racistas contra los enfermos y contra aquellos que creen responsables del desastre como si en definitiva no fuésemos todos una sola especie descalabrada, variopinta y múltiple, sino que como siempre unos se sienten superiores, con el arrebatado derecho de despreciarles y rechazarles por su origen, color, grupo, etc. Es decir, más de lo mismo.

Y es que ahora, cuando nos sentimos absolutamente vulnerables, cuando nos vemos a merced de las circunstancias, desvalidos, pobres, necesitados de Dios. Cuando la vida nos mira de frente y nos dice, con todo tu poder no puedes, aun creo que la lección no se ha aprendido.

Willmary Comus… ¡uno de esos hombres y mujeres de la tierra!

Referencia:

(1)  https://www.definicionabc.com/ciencia/virus.php

Fuente: https://soyciudadanohoy.blogspot.com/2020/03/hombrevirus.html

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