Minerva Vitti
El martes 9 de mayo la organización Cáritas que acompaña la situación de los inmigrantes en Manaos, capital del estado Amazonas, en el norte de Brasil, denunció la muerte de dos warao: una niña con neumonía y un adulto por causas desconocidas.
Esta denuncia se conoce al mismo tiempo en que el Ayuntamiento de Manaos hace un decreto de emergencia social por la llegada a la ciudad de más de 400 indígenas warao provenientes de Venezuela.
Sin embargo, de acuerdo a declaraciones de Fernando Soave, representante del Ministerio Público Federal (MPF), luego de este pronunciamiento no hubo medidas concretas, ni por parte del estado ni del municipio brasilero, en cuanto a una política de inmigración para la acogida de los warao. Para el MPF, las esferas estatal, municipal y federal deben actuar en la asistencia a los venezolanos, y las medidas deben contemplar lo relacionado a la documentación y la atención de salud diferenciada.
Actualmente Cáritas acompaña a 227 indígenas warao. Estos se encuentran distribuidos en 6 casas en el centro y zona norte de Manaos, donde pagan alquiler diario en condiciones insalubres. El 5 de mayo se quemó una de las casas donde habitaban 40 familias y Cáritas pagó un mes de alquiler para albergar a estos venezolanos.
La religiosa Valdiza Carvalho, quien trabaja en la Pastoral del Migrante, dice que ya son más de 500 indígenas warao en Manaos y 1000 venezolanos no indígenas. Y lo peor es que las autoridades brasileras no hacen nada. Un caso es el de Alirio, warao, quien llegó el 24 de noviembre de 2016, y se quedó en Boa Vista. La semana pasada, él junto a su esposa y dos hijos decidieron trasladarse a Manaos. Cuenta que tuvo que huir de Venezuela por el hambre y la falta de futuro.
Pero esta situación no es nueva recordemos que entre 2014 y 2016, la Policía Federal, deportó 532 indígenas warao a pedido de la Alcaldía de Boa Vista, la capital del estado de Roraima, ya que muchos ciudadanos estaban molestos con la presencia de los indígenas que pedían limosnas en los semáforos.
Los warao son el segundo pueblo indígena más numeroso de nuestro país, con aproximadamente 30 mil habitantes y que se ubican principalmente en Delta Amacuro. Aunque también hay presencia en Bolívar, Monagas y Sucre. Pese a toda su riqueza cultural son de los pueblos indígenas más pulverizados.
Sabemos que hasta que no se solucionen los problemas estructurales que enfrenta este pueblo indígena en Venezuela de nada sirve que los regresen al país, porque ellos nuevamente emprenderán un viaje de casi dos mil kilómetros por agua y tierra hasta llegar a Manaos. Mientras tanto el Estado brasilero debe planificar políticas de inmigración para garantizar el derecho de nuestros pueblos indígenas que cruzan estas fronteras impuestas sobre sus territorios ancestrales.
Con información de:
Valdiza Carvalho, religiosa de la congregación scalabriniana. Trabaja en la Pastoral del Migrante en Manaos.
Otras fuentes consultadas:
MPF quer plano emergencial após denúncia de mortes de imigrantes venezuelanos no AM: