A los años de desamparo y desidia de la gerencia pública regional lo han reducido a ruinas las instalaciones y sus áreas verdes, contaminadas con aguas residuales
Se desconoce el estado real de las colecciones del Herbario, pero extraoficialmente se estima que se han perdido y degradado más del 50% de las colecciones botánicas
Prensa CIEV
El Herbario de Guayana, quien fuera la segunda referencia nacional en materia de colecciones botánicas con más de cuatro mil especies de plantas colectadas, identificadas y clasificadas; hoy quedan solo ruinas de esta importante “biblioteca vegetal”.
Así lo denunció Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV) quien, desde hace varios años, viene advirtiendo el deterioro de este importante centro público de investigación y saber científico.
“El Herbario de Guayana fue el centro de investigación y documentación de la flora venezolana más importante del sur-oriente del país, con catálogos plenamente identificados, muestras de tallo y hojas de más de cuatro mil especies de flora, y hoy, este confinado en un pequeño deposito, arrimado como si se tratarán cosas viejas que no sirven”, lamenta el titular del CIEV.
Según pudo conocer el CIEV, las colecciones que se han salvado de las inundaciones y mudanzas, no cuentan con las condiciones mínimas para preservar, las colecciones botánicas que se fueron colectando a través de décadas y décadas de expediciones y salidas de campo científicas.
“Las colecciones no cuentan con aires acondicionados, no funcionan los deshumidificadores, por lo que las pocas colecciones botánicas que quedan están a la merced de las polillas y demás artrópodos que se están reproduciendo en el deposito donde hoy yace el Herbario de Guayana”, señala el ecologista con pesar.
Para el titular del CIEV, los años de abandono comenzaron con la gestión del secretario de Turismo Ricardo Aquino, quien sin poseer conocimientos científicos ni de flora o de investigación botánica, logró desplazar al ilustre doctor Francisco Delascio –reconocido como el más importante taxónomo del país y orgullo para Guayana-, del Jardín Botánico del Orinoco.
Y los únicos logros de la gestión de Aquino fue un “Maquillaje de las áreas verdes que se ven a través de su cerca perimetral, mientras estuvo en la sede de la Secretaria de Turismo en el Jardín Botánico, relegando al olvido, las investigaciones botánicas y el Herbario de Guayana; luego al mudar la sede al Parque Ruiz Pineda, también el Jardín Botánico corrió con la misma suerte”, apunta Lanz.
El abandono conjugado con la inmensa crisis social que vive no sólo Ciudad Bolívar sino toda la nación, rindieron sus frutos y al estar tantos años, cerrado al público, todas las instalaciones del Herbario han venido siendo saqueadas y desmanteladas.
Uno de los íconos de la conservación y del ambiente, de la ciencia y del paisajismo guayanés sucumbió ante el desamparo de la gerencia pública regional.
Las instalaciones que una vez sirvieron para la investigación, estudio y conservación de la biodiversidad de la flora del estado Bolívar, y sede del herbario de Guayana, han quedado sumergidas en la suciedad, hedor, escombros y abandono.
Botánico bajo agua
En tanto, las áreas verdes del Jardín Botánico del Orinoco, se mantienen bajo las aguas contaminadas, “no producto de la crecida del río Padre o de las lluvias, sino a consecuencia de la falta de la bomba de gran calibre que fue retirada de la Estación de Rebombeo El Porvenir en la GESTIÓN RANGEL GÓMEZ, y fuera sustituida por una pequeña que obviamente colapso y ha generado la inundación de todo el sector”.
Según vecinos de La Alameda, la bomba de gran calibre de El Porvenir fue trasladada a la finca del exgobernador Rangel Gómez.
Atrás quedó ese esplendor que una vez caracterizó a este reservorio natural, enclavado en pleno corazón de Ciudad Bolívar y que hoy todos –menos los malechores-, parecen haberlo olvidarlo.
En la actualidad, el peligro de una crisis sanitaria para las comunidades adyacentes al Jardín Botánico, crece exponencialmente con cada día que pasan sus áreas verdes sumergidas en aguas negras.
“La terrible pérdida de las colecciones botánicas y el peligro de una crisis sanitaria en Bolívar es una realidad que nos mantiene en alarma permanente, la proliferación de vectores, moscas, de enfermedades epidérmicas, son solo algunas de las patologías que pueden padecer los habitantes del Casco Histórico por este enorme foco de contaminación a cielo abierto en que se ha convertido el Botánico actualmente”, alerta el director del CIEV.
“Hacemos un llamado a la gobernación del estado Bolívar, a evitar una tragedia para muchas familias bolivarenses, se requiere con urgencia que se sanee el Jardín Botánico del Orinoco, así como se nombren verdaderos gerentes que trabajen por recuperar este tesoro natural que representa nuestro Jardín Botánico”, sentenció Alejandro Lanz.
¿Y ahora, quien podrá rescatarnos?
Desde el Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela, consideramos que se necesita un profesional comprometido con la riqueza biológica y que ame al Jardín Botánico como el ilustre doctor Francisco Delascio Chitty.
Dada la crítica situación del Herbario de Guayana, se necesita un científico que realmente valore la real dimensión que implica las colecciones botánicas que aún “sobreviven” en el Jardín Botánico del Orinoco.
“Delascio Chitty por su amplia y reconocida trayectoria científica en el área de la botánica para la región Oriental de la nación, es para muchos, el profesional que puede rescatar el Herbario Regional”, aseguró Lanz.
El doctor Delascio Chitty ha colectado en su dilatada y fructífera carrera profesional más de veinte mil plantas en todo el país, siendo considerado el taxónomo más importante del Siglo XX hasta la actualidad, reconocimiento que le fue otorgado por la UPEL.
Cabe destacar que en la carrera profesional del homenajeado doctor Delascio Chitty se encuentran grandes aportes al mundo científico de Venezuela y el mundo, al haber descubierto y documentado más de diecisiete plantas nuevas para la ciencia, ha sido coordinador y botánico de primera línea en innumerables expediciones botánicas desde la década de los años 70´s a la actualidad.
Entre sus cargos desempeñados se cuenta el haber sido director del Jardín Botánico del Orinoco, del Jardín Botánico de Caracas y del Herbario Nacional de Venezuela, director fundador del Herbario Regional de San Carlos (Cojedes), director biológico del Pabellón de Venezuela en la Expo Hannover 2000 en Alemania, vicepresidente de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle; así como diversos cargos directivos, gerenciales y de asesoría en la administración pública y fundaciones científicas del país, entre otros.