Desde el año 2000, Miryam Pacheco hace trabajo de voluntariado
La primera experiencia de voluntariado a la que estuvo ligada Miryam Pacheco fue en la Ciudad de los Muchachos, en Guarenas, cuando estudiaba 5° año de bachillerato.
Cuando inició sus estudios de Relaciones Industriales en la UCAB paralelamente comenzó a trabajar. Luego de su paso fructífero por varias empresas al frente de las áreas de Recursos Humanos e Inversión Social, en el año 2000 decidió dedicarse de lleno al voluntariado y colocar su experiencia al servicio de varias ONG, como el Dividendo Voluntario para la Comunidad, Fundaprocura y Educrédito.
“Mi aporte se ha resumido a ayudar a estas organizaciones en la búsqueda de talento (personas o empresas que aporten fondos para los programas sociales), recursos financieros y productos. Desde que comencé a trabajar con las comunidades y a ayudar a la gente, mi vida se ha desarrollado en una forma gratificante. Es algo que te da un objetivo que va más allá de tus necesidades personales”.
Pacheco acaba de participar en la confección de las hallacas que se venderán en el bazar número 25 de Fundaprocura, que será el 16 de noviembre. Además está encargada de recolectar pan de jamón y canillas para la actividad.
El trabajo voluntario de Pacheco también abarca al Instituto Universitario Jesús Obrero, con sede en Los Flores de Catia. “Yo creo en la educación técnica. Hay que promoverla y rescatarla, no todo el mundo puede ser licenciado o doctor. Esa capa media que se forma en áreas técnicas es básica para levantar un país, además para esas personas es más fácil producir y mantenerse”. Aunque piensa que hay mucha gente haciendo voluntariado asegura que se necesitan muchos más y motiva a los jóvenes y personas de la tercera edad a sumarse. “Todo lo que soy se lo debo a mi país por eso me quedo aquí dando mi aporte”.
Fuente: El Universal
Foto: El Universal – Oswer Díaz