Por Apolonio Carvalho Nascimento
“El bien que hagas hoy será olvidado mañana… hazlo de todos modos. Mira que al final de cuentas, todo está entre tú y Dios! Nunca fue entre tú y los demás”. (Madre Teresa de Calcuta)
Siempre vale la pena hacer el bien. A veces puede costar una renuncia personal, un sacrificio, o incluso enfrentar rechazo por parte de otras personas.
Hacer el bien también puede ser doloroso, porque no somos comprendidos y sufrimos críticas. Incluso las personas que se benefician del bien que hacemos, pueden causarnos tristeza al tratar de aprovecharse de nuestra bondad. Vale recordar la norma de Madre Teresa citada arriba: todo está entre tú y Dios.
Tratemos de hacer todo por Dios, reconociendo su presencia en cada persona.
De esta manera, hacer el bien siempre valdrá la pena, incluso cuando es doloroso.
El bien que hacemos es mucho mayor que las renuncias y los sacrificios que emprendemos para lograrlo.
Abrazos,