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Se recrudece la guerra de proveedores de servicios de televisión, añadiéndose un elemento más a la convicción de que la televisión ya no es -ni será- más como lo era hasta “hace nada”; como en los servicios bancarios, primero pasó al internet y al computador; actualmente, está en plena migración hacia la movilidad.
Al último episodio protagonizado por Verizon Communications Inc. y AT&T Inc., con Sprint Corp. y T-Mobile US Inc. como distanciados seguidores, en relación con las tarifas y el volumen de tráfico, le sigue ahora Alphabet Inc. que, a través de su subsidiaria Google y propietaria de YouTube, anuncia YouTube TV, servicio que, por US$ 35 mensuales, pone al suscriptor al alcance de más de 40 emisores de televisión al aire o cable.
Una parte de su estrategia enfila directamente a suscriptores de servicios con costo mensual de US$ 80 o más que se dan de baja por razones de costo; otro segmento abordable es el de millennials a quienes gusta el contenido de TV, pero nunca pagaron por ello.
La “parrilla” que ofrece YouTube TV incluye ABC, CBS, NBC y Fox. Una oferta importante, sin duda, pero que significativamente deja afuera a Time Warner, incluyendo CNN, TNT y HBO.
Hasta ahora, YouTube ha demostrado ser un poderoso punto de conexión con más de un millardo de horas diarias de atención, pero su situación financiera como unidad de negocios no está clara; no así la del buscador Google que, según la investigadora de mercados StatCounter, atrae alrededor de 93 % de las búsquedas en internet; financiado por avisaje, produce 88 % de los ingresos de Alphabet, calculados por Strategy Analytics en US$ 90 millardos en 2016.
La tarifa de US$ 35 es, según el analista Michael Nathanson, definitivamente agresiva, al estimar que US$ 30 deben dedicarlos al pago de contenidos. La apuesta de YouTube TV es que los contenidos que ofrece puedan ser vistos en cualquier modalidad de visión: smartphone o pantalla. Cada suscripción admite hasta seis cuentas de acceso, aunque solamente tres pueden conectarse simultáneamente.
El servicio será prestado solamente en Estados Unidos, y, aunque no hubo información oficial al respecto, se cree que las primeras ciudades donde será ofertado son Nueva York, Los Angeles, Chicago y Filadelfia.