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Gente Sedienta Carabalí lucha por el agua en Barquisimeto

Gente Sediente Carabalí
Reunión de voceros de Gente Sedienta Carabalí (Enero 2020).

El siguiente relato cuenta la experiencia de la comunidad Carabalí en Barquisimeto (estado Lara) que, como muchas otras en toda Venezuela, ha tenido que lidiar con serias deficiencias del servicio de agua. Ellos, junto a otras organizaciones, acordaron una serie de acciones coordinadas logrando, en consenso con instituciones públicas estadales, soluciones concretas y efectivas a este problema comunitario.

Por Liana Arrieta de Bustillos*.

Ha quedado atrás la imagen que se tenía de Venezuela como un país de abundancia y de gran proyección internacional pues, desde hace más de una década, nuestra nación ha sido considerada como un Estado fallido. Todas sus instituciones -sin excepción- se encuentran en condiciones mínimas de funcionamiento con escaso o, incluso, nulo presupuesto para la prestación de servicios. Además, cuentan con muy poco personal o funcionarios activos como consecuencia de los bajos salarios y de las precarias condiciones de trabajo, muchos se han sumado a la inmensa cantidad de profesionales que han emigrado a otros países en busca de mejor calidad de vida.

Esta afirmación se deriva de las serias dificultades que, nosotros, sus habitantes, sufrimos diariamente en cualquier lugar del país. Pero, también, se soporta en estudios estadísticos. Por ejemplo, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), señaló en junio de 2019 que, entre el 51 y 68 % de los encuestados, habitantes de siete de las más importantes ciudades del país, sufren la ausencia y/o deficiencias de los servicios básicos en sus hogares: agua, electricidad, gas, aseo urbano y telecomunicaciones.

Esta realidad tangible hace de nuestro día a día una especie de lucha por la supervivencia, reorientando para ese fin todas nuestras actividades en la producción de bienes o productos asociados a nuestra labor profesional.

En el caso específico del agua potable y el saneamiento, desde hace algunos años se han ido deteriorando a tal punto que, en muchas zonas, se encuentran al borde del colapso. Los medios de comunicación, los diversos observatorios de la sociedad civil y las redes sociales registran diariamente una creciente protesta ciudadana por los cortes y la mala calidad del agua.

Los resultados de encuestas realizadas en las siete principales ciudades del país por el OVSP, citado anteriormente, indican que: “El 68% de los ciudadanos encuestados calificó de forma negativa el servicio de agua corriente, principalmente por la inconstancia con la que se recibe el suministro… 80% de este grupo indicó que su principal dificultad está vinculada al servicio de agua. Esta percepción fue más acentuada en las ciudades de Maracaibo, Valencia y Barcelona, donde se observaron los más bajos porcentajes de expresiones positivas, solo con 16%, 25% y 31%, respectivamente; aunque este indicador se mantuvo entre 33% y 35% en las demás ciudades, excepto San Cristóbal en donde alcanzó el 55%”.

En el estado Lara, la situación es bastante similar, incluso ya crítica, en algunas ciudades y comunidades rurales importantes, de lo cual no está exenta su capital, así como Cabudare. Por esta razón, se conformó una organización comunitaria cuya experiencia queremos dar a conocer, para que pueda serle de utilidad a otros en su lucha por lograr la adecuación de este importantísimo servicio. Además, podría ser de interés para los responsables de definir políticas públicas.

También, son relevantes los casos como el de Duaca, capital del municipio Crespo, donde una errada planificación del recurso hídrico, que conllevó a la construcción de un trasvase de agua inter-cuencas, sin ningún tipo de apoyo técnico y legal, dejaron sin el preciado líquido a una población cercana a los 50 mil habitantes.

La experiencia acumulada en el proceso de recuperación del servicio de agua potable nos permite afirmar que: solo a través de la cogestión, con la participación de los afectados, es posible el rescate de los maltrechos servicios públicos básicos en la Venezuela actual. 

Surge una nueva -y novedosa- organización

Más de 90 mil vecinos del Este de Barquisimeto y el Noreste de Cabudare se encuentran en el área de abastecimiento de la fuente de agua subterránea de la Estación de Rebombeo Carabalí, localizada en el sector centro-oeste del Valle del Turbio. En esta área, desde 2018, se hicieron más frecuentes los problemas en la distribución del agua, impidiendo su llegada a determinadas zonas. Esta situación llevó a sus habitantes a buscar soluciones alternas, como los camiones cisternas -en el caso de quienes podían pagar sus crecientes costos-, pero quienes no lo podían hacer, simplemente padecían de la ausencia del agua.

Como profesionales de la ingeniería y como parte de las comunidades que padecíamos de la irregularidad en el suministro del agua, nos avocamos a identificar el problema. En primera instancia, interpretando con claridad los detalles de funcionamiento de la Estación de Rebombeo Carabalí.

Ante esta cada vez más difícil situación, se fueron haciendo frecuentes acciones pacíficas de protesta vecinal, así como gestiones de algunas organizaciones de vecinos, en forma unilateral, ante las autoridades de la empresa responsable del servicio, Hidrolara.

En septiembre de 2018, se crea la organización Comunidad Unida Río Turbio (CURT), a través de la cual se logró una importante conexión con las autoridades de Hidrolara. Y, a comienzos de 2019, se une con los vecinos de la urbanización Santa Elena y del Parque residencial Los Cardones, junto a los cuales se fue construyendo una sólida unión: aumentan los contactos entre estas organizaciones, intercambiando ideas y experiencias acerca de su actuación frente a la falta de agua, y acuerdan efectuar una asamblea junto a otras organizaciones comunitarias aledañas.

Así, el 27 de abril de 2019, nace la organización comunitaria Este Sedienta Carabalí (ESC). En la primera asamblea comunitaria, realizada en salones de la Iglesia La Consolación, en la urbanización Santa Elena, participaron vecinos provenientes de 37 comunidades, integrantes de organizaciones vecinales de distinta trayectoria como: la Asociación de Vecinos de Santa Elena, otra más joven como las del conjunto habitacional Los Cardones y La Hacienda, y la recién constituida la Comunidad Unida Río Turbio.

Durante la asamblea, se conoció que las comunidades del Este de Barquisimeto y algunas partes de Cabudare del área de influencia de la Estación Carabalí, son servidas con una frecuencia muy variable: pocas horas/día o por semana, varias semanas sin agua y casos extremos de más de un año sin recibir agua potable, lo que obligaba a depender completamente de los camiones cisternas.

Al poco tiempo se incorporaron otros vecinos de Cabudare y de sectores del Este de Barquisimeto -Santa Rosa, Yacural y La Lagunita-, que ya venían adelantando gestiones de lucha por el agua y actuado ante Hidrolara. Así, se constituyó la organización comunitaria: Gente Sedienta Carabalí.

Como objetivo general se decidió: “Estructurar, en una escala de pasos bien organizados, una fuerza comunitaria de tal magnitud que permita ejercer una intensa presión ante los organismos competentes para conseguir la rehabilitación de la Estación de Rebombeo Carabalí”.

En el campo de Pozos de Carabalí, originalmente existían 7 pozos, de los cuales solo estaban activos 3; y, de los 5 equipos de rebombeo, solo 1 está funcionando de forma continua, lo que impide un mantenimiento adecuado.

Se identificaron también como principales propósitos: estructurar –con base en la experiencia organizacional, actuación y logros de cada comunidad– un proceso inédito de lucha, que permita promover con fuerza la solución del problema del agua, y que sirva de experiencia piloto para otras comunidades que padecen del mismo problema, pero que dependen de otras estaciones.

Se adoptó como estrategia inicial una denominada: “las 3 D” (Documentar, Difundir y Denuncia), y crear alianza con Hidrolara; posteriormente, se le agregaron dos características más a la estrategia: Disciplina y Determinación. Se acordó adoptar la siguiente estructura organizativa: 1) Coordinación General, integrada por dos personas; 2) Comisión Técnica, compuesta por ingenieros con experiencia en el tema del agua; y, 3) Cuatro Comités: Logística, Información y Divulgación, Educación y Jurídico.

Como lema de esta nueva organización se escogió: “Ser parte de la solución y no del problema”.

Acciones y lecciones más relevantes de 2019

La Estación de Rebombeo Carabalí fue rehabilitada por los organismos responsables de su funcionamiento. A finales de octubre, hubo un acto oficial por ese motivo. En este no fue mencionada la participación que, hasta ese momento, había tenido Gente Sedienta Carabalí, cuyas acciones más relevantes se mencionarán más adelante. Sin embargo, esto no desanimó a sus integrantes. En noviembre de 2019, representantes de la organización se reunieron con las autoridades de Hidrolara para agradecerles sus gestiones en la rehabilitación, y a la vez reiterarles nuestro compromiso y disposición para continuar trabajando en forma conjunta para mejorar el sistema de distribución del agua.

A finales de año, se realizó una primera aproximación de sistematización del proceso vivido por Gente Sedienta Carabalí (A. Urdaneta. Diciembre, 2019. GSC-Una Experiencia Ciudadana), de donde se extrae lo que compartiremos a continuación.

Figura N° 1. Polígonos donde se localizan las comunidades de Barquisimeto y Cabudare, abastecidas por la Estación de Rebombeo Carabalí.

Una vez conformada la organización, la primera acción fue el diagnóstico de los diversos componentes del Sistema de Producción y Distribución Carabalí, elaborado por ingenieros integrantes del Comité Técnico de la organización. Así se estaban siguiendo una de las estrategias adoptadas, Documentación, pero además se produjo un video que se hizo público a través de YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=sf42ywq–cd), de acuerdo con la segunda estrategia de Difusión.

El diagnóstico permitió conocer con precisión cuáles eran los problemas que impedían el normal funcionamiento de la Estación de Rebombeo Carabalí. Es importante destacar que, en la organización, tanto el diagnóstico como las soluciones propuestas se han tratado sin connotaciones político- partidistas.

Aspecto de la Estación de Rebombeo Carabalí

El diagnóstico permitió delimitar las poligonales del área que cubre la Estación Carabalí (Figura n° 1), en Barquisimeto y en Cabudare. Además, se hizo un censo poblacional, mediante la identificación de cada una de las comunidades que se surtían de la Estación. Se conocieron también los sectores de distribución del agua establecidos por Hidrolara y, para efectos del funcionamiento de la organización, se definieron voceros por cada sector.

Con base en el diagnóstico realizado, el Comité Técnico elaboró una serie de propuestas que fueron presentadas luego a Hidrolara, ante diferentes instancias y niveles de su personal. Paralelamente, con este tipo de acciones, miembros de Gente Sedienta Carabalí se involucraron durante todo el año en varias actividades junto con técnicos y operarios de la empresa hidrológica, para inventariar filtraciones y problemas en válvulas, reparar averías, corregir botes de agua, realizar inspecciones a la Estación Carabalí, hacer seguimiento del cronograma de distribución de agua diseñado por la empresa.

La comunicación con autoridades y técnicos de Hidrolara fue constante, utilizando diversas vías como cartas, reuniones de trabajo, llamadas telefónicas y, de manera muy activa, las redes sociales, como se mencionará más adelante.

De esta corta pero intensa experiencia organizacional, se puede extraer como primera lección la importancia de los siguientes elementos:

  1. Definir con claridad el propósito de la organización
  2. Crear alianzas con Hidrolara: en lugar de asumir una posición de confrontación, desde un principio hubo una clara voluntad por parte del Comité Técnico de la organización (GSC) de construir alianzas con los directivos y el personal técnico de dicha institución. En ese proceso han sido muy valiosas las relaciones preexistentes, por razones profesionales y académicas, entre personal de la empresa y directivos de Gente Sedienta Carabalí. 
  3. Definir estrategias de lucha: en el marco de la fórmula estratégica inicial, las “3 D”: Documentar, Difundir y Denunciar, se fueron definiendo progresivamente actividades de diverso tipo como las siguientes: organización por sectores; integrar/vincular los sectores; conocer los detalles de funcionamiento del sistema de distribución de agua en cada uno de ellos; dejar registro de la problemática ante las instancias correspondientes (Hidrolara, Alcaldías y Gobernación); evaluación frecuente de las actividades, en función del logro de los objetivos; y, actualización de los mismos, en la medida que se fueron obteniendo logros.

Para llevar adelante la estrategia de denuncia se han utilizado distintos medios y recursos, entre ellos: participación en programas de radio y de televisión regional, correspondencia formal al presidente de Hidrolara y a otros técnicos del organismo, Defensoría del Pueblo, Gobernación del Estado, Alcaldías de Iribarren y de Palavecino, uso del Twitter, manifestaciones y cierre de calles.

Para Difundir información internamente se recurre a: reuniones frecuentes-    semanales o quincenales- de Voceros, elaboración y distribución de minutas con los acuerdos, programación de trabajo semanal, realización de asambleas.  Y, uno muy importante, ha resultado ser el uso de grupos de chat con los representantes de las organizaciones y vecinos de las comunidades del Este de Barquisimeto y de Cabudare, con la finalidad de reportar botes, filtraciones y problemas específicos del servicio en los sectores.

Es importante señalar que en estos chats participan los ingenieros de Hidrolara, incluyendo el presidente de la institución en 2019, permitiéndole organizar cronogramas de entrega del agua y controlar la distribución y calidad de la entrega. Actualmente, en estos chats convergen alrededor de 196 personas, en representación de 150 comunidades.

Gente Sedienta Carabalí en 2020

La sectorización de las comunidades, atendiendo al criterio territorial definido por Hidrolara para la distribución del agua, ha resultado ser ventajosa para Gente Sedienta Carabalí, pues facilita la identificación de alguna falla común que los afecta, y la consecuente organización para acometer una de las principales actividades que se ha decidido abordar este año: reparaciones mayores y reparaciones menores. Para efectos de las reparaciones mayores (REMA) se ha acordado conformar, en cada caso, un comité que vele por los aspectos inherentes a esta tarea: el diagnóstico junto con Hidrolara, definición de materiales y equipos, valoración de los costos, definición de los compromisos de Hidrolara y de las comunidades, distribución de las responsabilidades (bajo la óptica de Cogestión, como lo establece la política de ese organismo, a través de su Oficina de Gestión Comunitaria). En el caso de las reparaciones menores, como puede ser una filtración localizada en la distribución de las aguas blancas, la misma comunidad involucrada puede encargarse de la solución, bajo la supervisión técnica de Hidrolara.

Otra actividad prevista para este año es apoyar a Hidrolara en la recaudación de recursos, a través del pago del servicio que deben realizar los usuarios. Para ello, ya a finales de 2019 se adelantó una labor de concientización entre los integrantes de la organización, y se identificaron lugares de recaudación con la empresa. La disposición de recursos financieros por parte de Hidrolara es vital para garantizar un servicio de calidad.

Si bien se logró rehabilitar la Estación Carabalí, el mantenimiento necesario para garantizar un buen servicio requiere contar, continuamente, con recursos suficientes. Sin este apoyo financiero no habrá manera de garantizar la sustentabilidad del sistema. Una muestra de ello es que, ya en los primeros meses de 2020, ha ocurrido un repunte de los problemas: muchas comunidades se quejan de que el servicio de agua les llega de manera irregular y con baja presión, especialmente aquellas zonas que se encuentran en la cota más alta y más alejadas de la Estación.

Consideramos que nos corresponde, fundamentándonos en el artículo 184 de la CRBV y en la Ley Orgánica del Poder Popular, intervenir en la identificación de fallas en el servicio de producción y distribución de agua, y participar activamente en la solución de los problemas identificados.

Una de las medidas recién adoptadas por Gente Sedienta Carabalí es la de reforzar el Comité Técnico, incorporando otras ramas de la ingeniería, para poder diagnosticar el funcionamiento actual de la Estación Carabalí y proponer medidas preventivas para asegurar su sustentabilidad.

También se ha solicitado al recién constituido Estado Mayor para los Servicios Públicos del estado Lara y a Hidrolara, la conformación de un equipo mixto, entre ingenieros de Hidrolara y de nuestra organización, (GSC) para efectuar una evaluación eléctrica de los diversos equipos electromecánicos de la Estación y el estado del sistema eléctrico.

Otro aspecto que tenemos que tomar en cuenta es el relacionado con la vigilancia y seguridad de la Estación Carabalí, pues actualmente el ingreso a la misma no tiene control, los portones de entrada se encuentran dañados.

La sistematización del proceso que se ha llevado a cabo es un logro parcial importante, un trabajo que hemos estado adelantando a solicitud de comunidades que dependen de otras fuentes que, como ya mencionamos, solicitan nuestra ayuda. Por ello, se realizarán -con el apoyo del Comité Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto-  talleres para definir la línea de vida y facilitar la comprensión de los factores de mayor relevancia que nos permitieron lograr lo alcanzado.

Recientemente, ha surgido para la organización un nuevo reto imprevisto, con el cambio de autoridades de Hidrolara. Esto implica desplegar de nuevo una serie de acciones para mantener, o incluso, construir de nuevo, relaciones de confianza que permitan la cogestión del servicio.

Otro reto para este año es conseguir el registro de la organización como Asociación Civil, asunto que no se logró en 2019.

Para concluir, regresamos al comienzo de este artículo, reconociendo que la Venezuela de hoy es otra, muy diferente a aquella en la cual recibíamos los servicios públicos sin enterarnos de dónde venían y cómo funcionaban, ni de quiénes eran los responsables de su generación, mantenimiento y administración.

Esta situación ha cambiado totalmente, nuestra vivencia en GSC nos dice y les dice a los que, de alguna manera les pueda servir nuestra experiencia, que en estas circunstancias de país lo más importante es la organización comunitaria. En vez de confrontar con las instituciones responsables de los servicios básicos, se debe trabajar para establecer alianzas con las autoridades y los profesionales encargados de su funcionamiento. Esto pasa por tomar conciencia de que el Estado, por sí mismo, no está hoy en capacidad de resolver los ingentes problemas que presentan los servicios públicos.

En el caso específico del servicio que motivó la constitución de esta organización se puede afirmar que, en las condiciones actuales del país, sin el concurso y el apoyo de los mismos usuarios a la institución pública encargada de este servicio en el Estado Lara: Hidrolara, será imposible resolver la producción y la distribución del agua.

Por ello, en nuestro país, en estos momentos, la cogestión entre el organismo responsable y la organización comunitaria es completamente esencial para el funcionamiento de los servicios públicos y seguir adelante.  Esta experiencia pudiese ser de utilidad en la definición de una política pública de Estado.

*Ingeniero civil. Correo: lianaarrietabustillos@gmail.com. Twitter: @liana_arrieta

Nota: Este documento ha sido revisado con el apoyo invalorable del Ing. Miguel Nucete y la Lic. Aminta Urdaneta. Barquisimeto, Venezuela, 11 de abril de 2020.

Referencia:

[i] www.observatoriovsp.org

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