Por Ibis León
Anomia. Las imágenes relataban la desesperación. Decenas de personas bajaban por las laderas del Guaire y recogían agua de una tubería que desemboca en el río contaminado.
Los ciudadanos llenaban los tobos, botellones y recipientes de plástico con el líquido que rozaba los bordes del río fétido, el lunes 11 de marzo. No podían bañarse, cocinar ni saciar su sed como consecuencia del peor apagón que ha vivido Venezuela en su historia.
Lo que ocurrió en el país los últimos seis días revelan que “estamos sufriendo las consecuencias extremas de la anomia (ausencia de ley o carencia de normas sociales)”, en opinión del sociólogo Francisco Coello.
“Este régimen (de Nicolás Maduro) tiene un modo de actuar delictivo, para ellos lo que está pasando en el país no es un problema, sino una oportunidad para mejorar el control social. Esta es una lógica aprendida del gobierno cubano y de otros regímenes totalitarios”, sentencia.
Advierte que el régimen de Maduro pretende generar una “desesperanza aprendida”. “Buscan llevar a la gente al fatalismo para que sientan que no hay nada qué hacer. En este estado la gente entra en un círculo vicioso de resignación y entonces el control es mejor desde el estado totalitario”.
“Los pocos beneficios que puedan haber dependen cada vez más del Estado y esta va a ser la herramienta para tratar de controlar a la gente. Creyeron que no había dignidad ni capacidad de reacción, que no había reflejo, por eso las protestas son realmente importantes”, agrega.
Sobre la posibilidad de que ocurra un estallido social, el profesor universitario responde: “Aquí ya hay un levantamiento social organizado desde el 5 de enero. No es caótico ni errático y probablemente sea el que más le preocupa al Gobierno, por eso es más represivo”.
Coello evalúa la actuación del líder de la oposición Juan Guaidó de forma positiva porque “Maduro apuesta a que se desinfle el movimiento, pero al mismo tiempo alimenta las razones para protestar contradictoriamente”.
“La gente se siente acorralada y la respuesta lógica y predecible es luchar porque tiene un deseo real de vivir mejor. La historia del pueblo venezolano es libertaria, la gente no se resigna a estar mal”, argumenta.
Fuente: Efecto Cocuyo