Por Sofía Mogollón
La sexta edición de la Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC) estuvo cargada de tradición y novedad. La feria estuvo compuesta por charlas, tertulias y presentaciones de libros, pero también de reencuentros presenciales, uno de los aspectos más esperados y relevantes de nuestra sexta edición. Entre ellos contamos con la presencia de los libreros, quienes exhibieron sus stands —15 en total— a lo largo del icónico pasillo techado del módulo 3 del Edificio de Aulas.
El público también fue un factor determinante a lo largo de estos seis días, asistiendo a los eventos, tanto presenciales como virtuales, de forma activa, generando preguntas, incentivando la conversación y promoviendo el debate sobre temas sociales, políticos y literarios; todos imprescindibles para el desarrollo cultural de nuestro país.
A lo largo de la semana asistieron alrededor de 265 participantes cada día, —entre convocatoria física y virtual—, lo que sumó un total de 1.594 personas. Presencialidad total en los stands de los libreros, y una ceremonia de inauguración a casa llena se vivieron bajo la carpa dispuesta en la Plaza del Estudiante, la cual estuvo repleta entre asistentes, transeúntes curiosos, profesores, autoridades invitadas y medios de comunicación. Todos reunidos con el mismo fin: celebrar la lectura.
A ello le sumamos la amplia oferta cultural que se ofreció a lo largo de esos seis días: 60 eventos realizados con público nacional e internacional, enlazados virtualmente con escritores y ponentes desde Madrid, Ciudad de México, Estados Unidos, París y un largo y significativo etcétera. También se llevaron a cabo eventos con las comunidades aledañas a la universidad —uno de nuestros objetivos principales—, siendo este el origen de la FLOC: llevar una agenda cultural bien cuidada hasta el oeste de la ciudad.
Como ya es tradición, se hizo entrega de la Orden Andrés Bello el día de su natalicio. La poeta Yolanda Pantin fue la homenajeada de esta edición, y para recibirla en su nombre nos acompañaron Jimena Ruiz Pantin, su hija y su nieta María Jimena Melián Ruiz. Sin duda, uno de los eventos más esperados y emotivos de la feria, cuya clase magistral fue dictada por el profesor, crítico y escritor Carlos Sandoval.
Siguiendo la tradición dictada desde hace ya algunos años, los jóvenes poetas que conforman la sexta edición del Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas, recitaron sus poemas acompañados de la Fundación La Poeteca y su director Ricardo Ramírez Requena. De igual forma, se inauguró el Espacio Simón Alberto Consalvi en honor a la vida y obra del intelectual venezolano y sus aportes al país. Una sala que alberga su biblioteca personal y que será de acceso libre para quienes deseen consultarla en el Centro Cultural UCAB.
Como preparación para la FLOC infantil del sábado 4 de diciembre, el día previo se celebró la presentación de Huellas, un cuento para niños —y también para adultos dicho sea de paso— financiado por la fundación Beca a un Pana, una iniciativa que nació de un grupo de estudiantes ucabistas, y que da fe de la labor de servicio y liderazgo que fomenta la universidad.
Al final de la semana, al llegar el día dedicado por entero a los niños, contamos con la presencia de cuentacuentos, la lectura dramatizada de las Fábulas de Jean de la Fontaine, la interpretación de un cuento musicalizado producto del II Taller de Escritura Creativa, curso y taller del Instituto Goethe con Las Arañas de Navidad, y lo que fue una de las sorpresas más gratas y conmovedoras de la FLOC: la presentación del Circo Manzanoarte, una fundación que trabaja con y por jóvenes de todas las edades, y donde fuimos testigo del disfrute de pequeños y grandes durante toda la función.
A lo largo de la feria, se realizaron variados eventos que iban desde el ciclo de narradores en la diáspora —integrado por escritores que hoy día residen en otras fronteras y que hablaron del futuro de la literatura venezolana desde su posición y contexto— hasta inauguraciones de exposiciones de arte. Todos ellos encuentros significativos y pluridimensionales. Necesarios, además, para ampliar los horizontes de nuestra cultura.
Así, la FLOC 2021 buscó ser, una vez más, un espacio de encuentro y difusión literaria donde quisimos honrar, además, a las ferias que conformaban la pauta cultural de nuestro país como la FILUC, la FILCAR, el Festival de la Lectura de Altamira y muchas más.
Agradecemos a todos los involucrados, a Francia, nuestro país invitado, y a todos los elementos que lograron cumplir con el cometido de colocar, ahora y para siempre, nuestros libros en sus manos.