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Feliz Navidad del otro lado del charco

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feliz_navidad94674Marcela Villalobos*

El año 2016 lo cerramos en Europa con tristeza y consternación : el Brexit, el aumento del populismo y de los partidos de extrama derecha, y la crisis de los migrantes. Pareciera que el mundo se está cerrando con vallas, muros y alambres de púas. Cerramos con más de 65 millones de desplazados (refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos) en el mundo. En Francia, este año recibimos 100 000 peticiones para solicitar asilo y sólo 40 000 obtendrán refugio (en un país con 67 millones de habitantes). Los demás, serán indocumentados, de la categoría « nini ». : ni se pueden expulsar, ni se pueden regularizar. Las rutas que llevan al exilio son cada vez más peligrosas. Coyotes sin escrúpulos (smugglers), detenciones arbitratarias, amenazas y violencias, hacen de los migrantes, pero sobre todo de las mujeres y los niños, presas fáciles y vulnerables. La guerra en Siria, la violencia y la inestabilidad de Irak, la dictadura en Eritrea, la guerra civil en Somalia, el conflicto separatista de Sri Lanka, el conflicto que no necesita explicación de Afganistán, la guerra civl en Georgia, Ukrania y los países del este, deberían ser razones suficientes para que los países que son seguros (la Unión Europea) pudieran ofrecer una protección a todos aquellos que no han escogido dejar sus países pero que son obligados a hacerlo. Un panorama bastante desolador…

Sin embargo, pequeñas luces de esperanza, a veces imperceptibles, brotan por todos lados. Después de la expulsión de la « jungla » de Calais (se le llama jungla porque viene del idioma pachtoun (Afganistán) jangal que signifca bosque) se formaron muchos comités de ciudadanos para acoger a los solicitantes de asilo en sus ciudades, para recibirlos con dignidad y calidez, aún cuando presidentes municipales, alcaldes y grupúsculos arengaban a la gente para no acogerlos. Unos jóvenes artistas ayudados por el Secours Catholique Caritas France organizaron una obra de teatro con jóvenes de la jungle de Calais, de nacionalidades diferentes, para concientizar a la gente en escuelas, parroquias, teatros, auditorios (http://www.secours-catholique.org/actualites/to-be-or-not-quand-seize-migrants-de-calais-montent-sur-scene). Un grupo de 8 mujeres jóvenes y empresarias fundó un food-truck (le « Récho » del francés « réchauffer » es decir, calentar) para crear vínculos sociales entre la población y los solicitantes de asilo y refugiados a través de lo que nos es universal : la comida (https://lerecho.com/).

¿Y nosotros en el Jesuit Refugee Service Francia ? Nuestro año ha sido marcado por la creación de nuevas antenas JRS France y colectivos Welcome en France (para los que no se acuerdan : el proyecto Welcome en France propone a familias y comunidades religiosas de acoger un solicitante de asilo / refugiado para vivir con ellos), es decir, cada vez más gente es conciente de la realidad y se pregunta qué hacer. Nosotros somos el puente que permite y que invita al encuentro. Otros, sobre todo los jóvenes del JRS France, se están organizando para proponer acciones colectivas : un curso de teatro, una emisión de radio animada por todos (jóvenes y refugiados), equipos de fútbol, fiestas inter culturales. Entre esas novedades, este año con el JRS France organizamos dos momentos fuertes, una semana de vacaciones en un centro espiritual jesuita todos juntos (franceses, solicitantes de asilo, refugiados, jóvenes, niños, adultos) que fue un éxito ; y una celebración inter religiosa en la iglesia de San Ignacio (París) para celebrar y conmemorar a nuestros muertos y a todos los que fallecido en el mar mediterráno o tratando de atravesar las fronteras. Una vez más, tratamos de tender puentes en todo lo que no es común : celebrar la vida, compartir la mesa, enterrar a nuestros muertos, renovar la esperanza de un presente y un futuro mejor. En fin, todo lo que nos recuerda que somos una misma familia humana. Y también, que Dios en el exilio tiene muchos nombres (Allah, Buda, Ywhw) y muchos rostros, pero es el mismo Dios que nos acompaña, que protege nuestra vida al salir y al regresar (Salmo 121) y que nos invita a tener un corazón sin fronteras.

En esta víspera de navidad, los dejo con una oración, con palabras que tomo prestadas  

Dios de Esperanza,

ayúdanos a construir nuevos caminos de esperanza,

a unirnos, a través de nuestras culturas y generaciones diferentes,

a asumir la responsabilidad que Tú nos has confiado

para construir una tierra de justicia y fraternidad.

Te ofrecemos nuestra decisión libre

de comprometernos a transformar nuestras condiciones de vida

y las condiciones de vida de nuestros hermanos más necesitados

poniendo en común nuestra mirada para VER,

nuestra inteligencia para JUZGAR,

nuestros brazos, nuestras manos y nuestros pies para ACTUAR,

y nuestros corazones para AMAR.

Que el cariño del Niño de Belém

alimente nuestra compasión

para que cada día pueda tener su aroma y su sabor de Navidad

(Pierre Prud’homme, Libérez l’Avenir, prières de solidarité, Montréal)

 

Que el año 2017 nos permita afianzar nuestros vínculos, crecer en humanidad común y de sembrar la esperanza.

 *Coordinatrice Pôle Hospitalité – JRS FRANCE

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