Antonio Pérez Esclarín
¿Cómo va a oponerse Fe y Alegría a la Universidad del Sur, si fuimos pioneros en llevar la educación superior universitaria al Municipio San Francisco? ¿Cómo va a oponerse Fe y Alegría a cualquier proyecto que suponga mejoras para las comunidades del Municipio si llevamos cincuenta años trabajando allí por una educación que garantice el desarrollo humano, profesional y comunitario de las personas, en especial de los más pobres y excluidos, por los que siempre hemos optado y seguiremos optando? ¿Cómo vamos a oponernos a que los estudiantes tengan transporte, comedor y educación completamente gratuitos, si desde nuestros orígenes y aun cuando no contábamos con ninguna ayuda oficial, pusimos en los centros educativos comedores escolares, cooperativas, roperos, bibliotecas comunitarias? Ojalá el Estado, que por boca del propio Presidente Hugo Chávez y del Ministro del Poder Popular para la Educación Héctor Navarro ha reconocido y alabado numerosas veces nuestra labor y nuestra comprobada fidelidad a los más pobres, nos dotara de los recursos suficientes para poder proporcionar a los estudiantes todos esos beneficios a los que tienen derecho! Fe y Alegría cobra a cada estudiante universitario 5 (cinco) bolívares fuertes de inscripción (lo que cuesta un refresco) y 20 (veinte) bolívares fuertes al mes, es decir, lo que cuesta una hamburguesa, un kilo de carne, o dos cajetillas de cigarrillos. Y ningún estudiante ha sido botado por no pagar estos bolívares, pues Fe y Alegría opta por los más pobres, trata de privilegiar a los más carentes y necesitados y se esfuerza por dotarles de una verdadera educación integral de calidad para que puedan valerse por sí mismos. Por considerar que los estudiantes, dada su situación económica, necesitan incorporarse con rapidez al mundo del trabajo, el Instituto Universitario casi no tiene vacaciones y en un año se cursan dos semestres y medio. La precariedad de nuestros recursos hace que suframos mucho al no poder pagar debidamente a nuestros profesores, y muchos de ellos trabajan con nosotros con verdadero desinterés económico pues ven en Fe y Alegría un extraordinario canal para vivir su vocación de servicio.
Todos los centros de Fe y Alegría han nacido por el interés del pueblo que ha visto en Fe y Alegría una garantía de educación de calidad para sus hijos. Por eso, Fe y Alegría no va a ningún lugar sin ser llamada y la única condición que pone es que sea una comunidad pobre o marginal donde no estén cubiertas las necesidades educativas, y dispuesta a involucrarse de la mano de Fe y Alegría en la creación del nuevo centro educativo. Lo mismo sucedió con el Instituto Universitario. La Cámara Municipal en pleno, compuesta por miembros de diversos partidos, incluyendo por supuesto los del actual Gobierno, aprobó por unanimidad ceder a Fe y Alegría en comodato esos terrenos para la construcción del Instituto Universitario San Francisco, pionero de la Educación Superior en el mencionado Municipio.
Los propulsores de la Universidad del Sur dicen haber recogido 87.000 firmas de apoyo. No me parecen muchas, pues ¿quién en su sano juicio se va a oponer a la creación de una Universidad? Todos deberíamos apoyar la creación de una Universidad o de cualquier proyecto que vaya en beneficio de la comunidad. En una rueda de prensa hace unos días el Economista Omar Prieto, Alcalde del Municipio, después de alabar mucho a Fe y Alegría y reconocer su labor, dijo sin embargo que ya terminó su tiempo. ¿Qué quiso decir con estas palabras? ¿Qué Fe y Alegría ya no tiene nada que aportar? El problema educativo es algo muy serio y por experiencia sabemos que lograr una educación de calidad para todos es algo mucho más difícil y exigente que vocearla o proclamarla. Nosotros mismos no estamos satisfechos con la calidad de nuestra propia educación y por ello estamos siempre innovando, formando a los educadores, investigando, ligando las escuelas a las familias y comunidades. ¿Ignora el Alcalde que, por poner sólo algunos ejemplos, las escuelas granjas de Fe y Alegría son modelos exitosos de productividad y desarrollo endógeno, reconocidos a nivel nacional e internacional? ¿Ignora que somos abanderados de la formación técnica y productiva y en la creación de centros de capacitación laboral para reinsertar a los excluidos del sistema? ¿Ignora que somos de los pocos que producen teoría pedagógica en contextos de marginalidad? ¿Ignora que somos pioneros en la propuesta de proyectos de aprendizaje, metodología que ha implantado la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana? ¿Ignora que desde el Centro de Formación e Investigación hemos acompañado los procesos formativos de miles de educadores en su propio Municipio y en todo el país?
En Fe y Alegría seguimos invocando el diálogo como modo de dirimir las diferencias y sumar aportes. Resolver el problema educativo va a exigir de muchas alianzas y esfuerzos coordinados. Restar y dividir es apostar a la derrota. Nos duele mucho que el Alcalde Omar Prieto se haya negado hasta ahora a dialogar con Fe y Alegría. Pero seguimos apostando por el diálogo, como siempre lo hemos hecho.